Cargando...
El encuentro de cancilleres de países miembros de la OEA, convocados para debatir sobre desarrollo e inclusión social, se vio contaminado por los conflictos que arrastran los países de la región con acusaciones mutuas y reclamos territoriales.
Las discusiones se iniciaron cuando la vicesecretaria de Estado de la administración de Barak Obama, Heather Higginbottom, cuestionó en su ponencia la violación de los Derechos Humanos en Venezuela y mencionó la crisis política y social de dicho país.
El canciller del gobierno de Nicolás Maduro, Elías Jaua, reaccionó con una prolongada exposición sobre los logros de la “revolución” chavista y acusó a EE.UU. de alentar sabotajes económicos e intentos de magnicidios en el país caribeño, así como leyes que afectan negativamente a Venezuela.
Jaua fue respaldado por el embajador de Nicaragua ante la OEA, Denis Moncada, quien sin citarlo, acusó al Gobierno de EE.UU. de montar presuntos planes desestabilizadores, acciones intervencionistas e intervenciones de telecomunicaciones.
Moncada subrayó que su país también repudiaba los supuestos intentos de derrocar con un golpe de Estado a Maduro.
Poco después llegó el turno del canciller de Bolivia, David Choquehuanca, quien tras repasar y fustigar los 300 años de colonialismo español, reclamó a Chile ceder su territorio para que el país andino acceda al Océano Pacífico. Indicó que por ello hicieron una “invitación al diálogo” con una demanda ante la Corte Internacional de la Haya. La reacción de Chile no se hizo esperar y su canciller, Heraldo Muñoz, cuestionó a su par boliviano por apartarse del tema de la asamblea y contaminar el foro con un conflicto bilateral. Pocos fueron los cancilleres y embajadores que expusieron puntualmente sobre el tema de la asamblea y terminaron eclipsados.
Piden por Cuba
Los representantes de varios países también aprovecharon para reclamar a la OEA la inclusión de Cuba, bajo el régimen de los Castro, al organismo internacional.
El primero fue Nicaragua, seguido por Venezuela y Argentina, representada por su canciller Héctor Timerman.