Peña y Abdo “son verdes” para gobernar el Paraguay

Santiago Peña y Mario Abdo Benítez “son muy verdes” para gobernar el país, afirma el precandidato liberal Carlos Mateo Balmelli, tras verlos en debate por TV días atrás. En esta entrevista, el político sostiene que ambos no tienen la autonomía que requiere ser Presidente de la República. La oposición tiene gran oportunidad para suceder a Horacio Cartes, asegura Mateo, quien lanza esta semana el décimo libro de su autoría, “Tamarindo”.

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–¿De qué se trata el libro que lanza esta semana? 

–Se llama Tamarindo. Es una novela. Su nombre se debe a una planta que se llama así y tiene una fruta amarga y, como diría el poeta, “por amarga que sea la verdad hay que echarla de la boca”. Entonces aquí se trata de un personaje que se llama “el señor Montaña” que en Villana, la capital de la República de O, un tipo medio mesiánico, que dice la verdad siempre, se considera el continuador histórico de su abuelo, un gran expresidente.

–¿El otro yo, de Mateo?

–No, no, no... No creo. Lo que existe es un narrador omnisciente que conoce toda la historia, digamos.... Esta es mi tercera novela y mi décimo libro. Quería terminar esta trilogía: “La pasión de Lucrecia”, “A la sombra de un destino” y “Tamarindo”. Es una trilogía que de alguna manera tiene un pensamiento filosófico, existencial y político.

–En cuanto a su candidatura, cómo nace. No es la primera vez que se lanza a la Presidencia.

–En el 2007 competí para ser el vicepresidente de Fernando Lugo. Ganó Federico Franco en unas internas muy discutidas. Ahora vamos por la candidatura a la Presidencia de la República. Surge de un pedido de intendentes municipales de mi partido y, por sobre todas las cosas, porque yo considero que puedo ser útil a mi país. Mi deseo es restablecer un principio de autoridad y de orden sin perder la libertad. El país está muy anarquizado, los conflictos sociales y políticos desbordan al Paraguay.

–¿Está catapultado por el llanismo, que para muchos, por haber votado con el cartismo, lo desacreditan? 

–Yo tengo un movimiento que se llama Unidad Liberal Ciudadana y, por sobre todas las cosas, desde muy joven yo tengo militancia en mi partido y, la cédula de identidad del político es su militancia. Entre los varios movimientos que me apoyan está el Equipo Joven (de Llano).

–¿Esta de acuerdo con la enmienda que apoyó Llano?

–No. Estoy en contra. Estuve en contra y estoy en contra de cualquier propuesta política que contravenga las normas constitucionales o el ordenamiento jurídico del país.

–Y ¿cuál es el punto que conjuga con ese movimiento? 

–Yo estoy haciendo que mi proyecto conjugue con muchos proyectos dentro del partido y dentro de la sociedad paraguaya. Si no estamos unidos, Partido Liberal con la ciudadanía, va a ser muy difícil conquistar el poder y realizar las reformas que se necesitan en el Paraguay.

–Primero hay que sellar la herida abierta en su partido.

–Sí, la división es profunda. Yo creo que debemos apostar a la unidad y tenemos que empezar por un proceso electoral limpio, transparente, igualitario. Las heridas quizás solamente cicatricen en el tiempo. Restañar heridas es muy difícil en la política y en la vida.

–La muerte de Rodrigo Quintana, en el mismo recinto del partido, es un motor de la candidatura oficialista (de Efraín Alegre).

–Yo creo que el motor para la candidatura tiene que ser una agenda propositiva. El objetivo debe ir más allá, para que el crimen nunca más sea un recurso de la política paraguaya. Mi idea es reconstruir ese espacio político para ponerlo al servicio de las grandes mayorías y no al servicio de los usufructuadores de siempre.

–¿Cuáles son las posibilidades que tienen los liberales en el 2018?

–En primer lugar hay que vertebrar un acuerdo muy grande con todos los sectores de la oposición y después atraer la confianza de muchos colorados, del pueblo colorado, no de su dirigencia. Yo creo que en estas elecciones, los colorados no tienen seguro el voto de los colorados, los liberales tampoco. El voto se va a emancipar de las estructuras tradicionales. Pero estoy seguro que se puede vertebrar una coalición fuerte para enfrentar al cartismo. El primer paso es encontrar la unidad dentro del PLRA. 

–¿Qué plantea para hacer un frente opositor fuerte en el 2018? 

–Planteamos cinco reformas: una reforma constitucional para sustituir a los nueve miembros de la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía General del Estado; necesitamos hacer una reforma de naturaleza social para lograr una política de inclusión social; tenemos que hacer una reforma educativa y de salud y la reforma económica, porque no se puede seguir hablando de macroeconomía mientras en la microeconomía no llega nada y, también necesitamos la reforma del sector energético que incluya la renegociación de Itaipú que caduca en abril del 2023.

–Después de verlos en televisión en un primer mano a mano, a Santiago Peña y Mario Abdo (Benítez), ¿cuál es el rival a vencer? 

–A mí personalmente me pareció un debate de muy poco nivel para un gran partido como es el Partido Colorado. Teniendo tan importantes figuras, estas que nos han mostrado no parecen maduras para dirigir los destinos del Paraguay.

–¿Por qué los colorados eligen el perfil de gente muy joven, uno más ilustrado, el otro más político?

–Ambos reflejan una crisis de liderazgo y de recambio. Yo veo a estos dos jóvenes todavía muy verdes, ninguno con el perfil para dirigir los destinos de nuestro país. Ellos no van a tener la autonomía que requiere un Presidente de la República. No creo que Mario Abdo se pueda desprender del grupo que lo puso ahí.

–¿Quién: Calé (Galaverna), (Juan) Afara, Salomón, Nicanor (Duarte Frutos)? 

–Se lo ve muy como anexo, con poca estructura ósea, cartilaginosa.

–¿Y Peña? 

–Peña es continuismo puro sin imaginación, muy maleable. Por eso está puesto ahí. En Mario Abdo hay una intención de reeditar un proyecto político con rasgos del pasado. Y no hablo de un régimen autoritario como el que sustentó su padre. Hablo de un régimen colorado-céntrico, que gira en torno a un solo partido, de un grupo monopólico coyuntural que pretende el Estado como botín para convertirlo en partido. Es peligroso.

–¿El camino está abonado entonces para la oposición? 

–Si es creíble el proyecto de la oposición, se gana, si no es creíble no. 

–¿No va a ser una pugna contra el dinero?

–El único antídoto contra el dinero es el restablecimiento de la esperanza. Con nuestros antecedentes éticos y de antigua militancia nosotros queremos restablecer una política ética digna para devolver la esperanza a nuestro pueblo. Por su escepticismo, el pueblo no se va más a votar y se muestra indiferente. Muchos van y comprometen su voto por poco dinero. Entonces, aquí hay que hacer una campaña para restablecer la esperanza. Va a ser difícil el triunfo si no somos capaces de conmover, de convencer, porque la estructura del Estado y el dinero van a estar al servicio del candidato colorado. Mi proyecto es renovar la política para encarar problemas complejos que tenemos que resolver en los próximos cinco años: problemas fiscales, problemas del endeudamiento externo, temas sociales, las reformas necesarias, problemas estructurales del Estado, el Poder Judicial, reordenar el sector público y muy especialmente los problemas pendientes en las binacionales donde tenemos que hacer escuchar los derechos del Paraguay, tanto en Yacyretá como en Itaipú. Eso va a requerir de mucha inteligencia, mucho compromiso patrio y mucho trabajo. Sin un masivo apoyo popular va a ser muy difícil.

–¿El próximo Presidente tiene que ganar por un gran margen? 

–Yo creo que el próximo Presidente debe de tener mucha legitimidad de origen y tendrá que legitimarse cada día en función de gobierno porque la paciencia de la gente se agotó. Los problemas son cada día mayores, hay una mayor complejidad social y hay una mayor controversia política y creo que todo se va a ahondar en los próximos cinco años porque en estos cuatro años de Gobierno del presidente Cartes no se hizo nada para atenuar los problemas sociales.

–¿Cuál es el déficit de la presidencia de Horacio Cartes? 

–Cartes llegó al poder sin saber gobernar. Sus ministros, después de tres años de gobierno, ahora recién están aprendiendo. Uno tiene que llegar al Gobierno con las ideas claras de cómo gobernar. Una cosa es que Cartes tenga éxitos en su empresa y otra cosa son la política y el manejo del Estado. Son dos dimensiones totalmente diferentes. Lo que se notó en el gobierno de Cartes es que no tenía proyecto. Ofreció el nuevo rumbo y no tuvo rumbo. Ofreció un nuevo liderazgo y no tuvo ninguno. Ofreció un equipo político que no tenía el nivel para ocupar los diferentes cargos públicos. Se rodeó de ministros y secretarios de Estado sin liderazgo. La maquinaria del Estado, solo con gerentes no se mueve. Teniendo una maquinaria anquilosada, paquidérmica, corrupta, llena de trampas, hay que tener ministros que tengan liderazgos y un presidente atento y concentrado en la agenda de gobierno.

– ¿Y la proyección económica del país para este año, de 4,5 de crecimiento del PIB que posiblemente sea el mayor de Sudamérica según el FMI? 

–Eso es insuficiente. Eso es consecuencia de la agricultura empresarial mecanizada, de la ganadería y de la venta de la energía al Brasil, de la producción récord de Itaipú. No hay ningún componente nuevo. Nosotros tenemos que pensar en 7 a 8% de crecimiento sostenido y combatir la pobreza. Si no llegamos a eso no vamos a solucionar la pobreza y la extrema pobreza en el Paraguay. Mi proyecto de gobierno tiene esa ambición, de sacudirnos de una vez por todas de ese andar cansino, paquidérmico de nuestra economía que no resuelve la pobreza.

–¿Cuál es su proyecto con relación de Itaipú?

–Nosotros tenemos que comenzar a negociar Itaipú el 16 de agosto del 2018 para que en abril del 2023 ya entre a regir el nuevo anexo y el nuevo tratado, lo peor que podemos hacer es tratar de negociar Itaipú en abril del 2023. Tenemos que comenzar desde ahora. Yo creo que eso va a demandar mucho trabajo y necesitamos tener al frente a un patriota. Yo creo que tengo experiencia práctica en el campo político diplomático y energético: estuve en Cancillería, en Itaipú, estuve al frente del Congreso, es decir, tengo una experiencia y un prestigio ganado a nivel internacional para poder negociar por el Paraguay.

holazar@abc.com.py

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