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Llama a la reflexión de los parlamentarios y menciona que se debe comprender que forzar los mecanismos democráticos de representación para lograr una supuesta igualdad no equivale a fortalecer la participación de las personas y menos aún en nuestra incipiente democracia.
Asimismo, menciona que el proyecto de ley reivindica y fomenta las estructuras de las listas cerradas, bloqueadas o listas sábanas, dado que la estructura electoral de la paridad horizontal tiene su fundamento en la existencia o presentación de las listas cerradas, con lo cual no se cambiará el sistema bloqueando por uno más abierto y participativo, sino que se cerraría aún más con parámetros de distribución, a pesar que actualmente dicho sistema de representación por listas se halla con profundos cuestionamientos doctrinarios, a lo cual se debe agregar que también estamos en una etapa de análisis referente a una eventual reforma constitucional.
También dice que el proyecto quebranta los principios de la Declaración Universal de Derechos Humanos, vulnera esenciales pautas doctrinarias en el sentido de privar a las personas de participar libremente en el gobierno, elegir libremente a sus representantes, acceder libremente en condiciones de igualdad a las funciones públicas, dado que los criterios para acceder a los cargos no serán libres sino impuestos.