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Wilson Acosta y su sobrino Flavio Acosta Riveros, además del exintendente de Ypejhú Vilmar “Neneco” Acosta Marques, seguirían en la zona con la posible protección de los propios agentes, que no fueron removidos de la zona.
Resulta sugestiva que la Comandancia no haya tomado la determinación de realizar un cambio en el departamento, para depurar el cuadro policial que estaría cubriendo al “clan” Acosta. La diputada Cristina Villalba estaría frenando los cambios, ya que la mayoría de los policías de la zona cuentan con la protección de la legisladora colorada.
Desde hace varias semanas pararon completamente los operativos en la zona, donde seguirían refugiados los asesinos del periodista y su acompañante.
Resulta llamativa la actitud de los investigadores, atendiendo a que los lugareños de Villa Ygatimí y Ypejhú sostienen en forma afirmativa que los sicarios continúan por la zona. Inclusive llegaron a salir en una vivienda a pedir agua y utilizar el teléfono celular de una mujer, a quien advirtieron supuestamente que no abra la boca. “Esto es un secreto a voces acá”, señalaron nuestras fuentes.
Desde el principio, o sea tras la ejecución alevosa de Medina y Almada, la Policía de la zona no hizo nada. Inclusive dieron suficiente tiempo a los sicarios a buscar algún refugio para evitar ser detenidos por agentes de Investigación de Delitos provenientes de la capital del país, cuyos efectivos permanecieron muy pocos días en la zona, porque supuestamente hubo una presión de la diputada Villalba y su hermano Carlos “Cabrito” Villalba, intendente de La Paloma, quienes manejan la institución policial.
No hubo coordinación
Se habla de una descoordinación de los fiscales y la Policía de Investigación de Delitos de Saltos del Guairá. Supuestamente los fiscales se apuran para realizar cualquier tipo de allanamiento y el criterio de los agentes es hacer previamente un trabajo de inteligencia y de esa manera asegurar el posible escondite de los marginales.
Sin embargo, esa práctica nunca funcionó y paró la búsqueda de los asesinos de Pablo Medina.
Versión policial
Por su lado, los jefes de la Policía Nacional encargados de la investigación aseguraron que agentes antidrogas y de investigaciones realizan una continua búsqueda en el departamento de Canindeyú y en la frontera con Brasil.
“Se está trabajando. El resultado solo se podrá ver con la detención de los involucrados en el asesinato. Ese es el principal objetivo y se está trabajando fuertemente en eso”, afirmó una fuente policial.
El crimen de Medina y Almada se registró el 16 de octubre pasado. Días después, la fiscalía imputó y ordenó la captura de los hoy prófugos, “Neneco” Villalba, quien era intendente de Ypejhú.
El político colorado ordenó la ejecución del periodista, molesto por publicaciones que lo relacionaron con el tráfico de marihuana.