Se hacían las transferencias y mucho después se presentaban los proyectos

Para la transferencia del dinero público a la Federación Nacional de Productores Frutihortícolas del Paraguay (Fenaprofhp) por parte del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el trámite era rápido, a los apurones, había tanta urgencia que primero se hacían los desembolsos y después, mucho después, se presentaban los proyectos para la supuesta utilización de los aportes.

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A continuación damos algunos ejemplos con los montos recibidos por la Fenaprofhp y los supuestos pagos a las personas que elaboraban los proyectos.

Por resolución número 715 del 30 de abril de 2012, firmada por el ministro Enzo Cardozo, se autoriza la transferencia de G. 350.000.000 (trescientos cincuenta millones de guaraníes) al comité Yvyty Rokê, de la compañía Cerro Rokê, de Sapucái, departamento de Paraguarí. Para justificar este desembolso, se hace figurar el pago de G. 35.000.000 (treinta y cinco millones de guaraníes) en concepto de “servicios profesionales para la elaboración de proyecto y su respectiva rendición de cuenta”. El “contrato de prestación de servicios” se firmó con el ingeniero Luis Eduardo López, de la ciudad de Piribebuy, y entregado al MAG el mismo día del desembolso.

Estos 350 millones de guaraníes tienen una pequeña historia. Cuando el presidente y el tesorero del comité Yvyty Rokê se fueron al banco para efectivizar el cheque, a la salida se encontraron con Silvio Riveros que les quitó la totalidad del dinero con el cuento de que él iba a repartirlo en una reunión con la totalidad de los miembros y, además, se encargaría de comprar los insumos. Los directivos del comité no tuvieron más remedio que entregar todo lo cobrado. Varios días después, se presentó Riveros con algunos insumos que, de acuerdo con lo calculado por el comité, no alcanzaba 50 millones de guaraníes.

El mismo día 30 de abril de 2012, Enzo Cardozo firmó otra resolución, la número 716, por la que se autorizaba la entrega de otros 350 millones de guaraníes al comité de productores agropecuario San Miguel, de la compañía Cerro Rokê, de Sapucái. El “contrato de prestación de servicios” también se firmó con el ingeniero Luis Eduardo López, quien cobró por la elaboración del proyecto 35 millones de guaraníes. Así tenemos que este profesional se alzó, en un solo día, con 70 millones de guaraníes. Es posible que no haya sido todo para él, de acuerdo con el procedimiento empleado habitualmente por Riveros e Irala.

El 16 de mayo de 2012, por resolución número 821, firmada por Enzo Cardozo, se entrega a la Fenaprofhp 7.500 millones de guaraníes “en el marco del Convenio de Cooperación Interinstitucional” entre el MAG y la Fenaprofhp. Recién el 31 de mayo se firmó el contrato de prestación de servicios también con el Ing. Luis Eduardo López. Esta vez se le pagó –de habérsele pagado– la suma de G. 676.000.194 (seiscientos setenta y seis millones ciento noventa y cuatro mil guaraníes) por la elaboración de 23 proyectos. Como veremos más adelante, por esta misma cantidad de proyectos a otra empresa se le abonó “solo” un poco más de 500 millones de guaraníes.

El 13 de setiembre de 2012, Enzo Cardozo firmó la resolución número 584 por la que se transfiere a la Fenapropfh la suma de G. 1.000.000.000 (un mil millones de guaraníes). Como siempre, primero se entrega el dinero y después el proyecto para su uso. El contrato de servicios se firmó el 2 de octubre –casi un mes después– también con el Ing. Luis López, a quien se le pagó G. 90.403.000 (noventa millones cuatrocientos tres mil guaraníes) por tres proyectos. O sea, un poco más de 30 millones de guaraníes por proyecto.

Nos llama la atención que el 16 de mayo de 2012 el número de la resolución sea 821. En setiembre del mismo año, cuatro meses después, la resolución baja al número 584.

El 29 de noviembre de 2012, Enzo Cardozo firma la resolución número 1193 por la que autoriza a la Dirección General de Administración y Finanzas, “la transferencia prevista en el presupuesto del Ejercicio Fiscal 2012, en concepto del rubro 874 Aportes y Subsidios a Entidades Sin Fines de Lucro, a favor de la Federación Nacional de Productores Frutihortícolas y Otros del Paraguay, por un monto total de G. 35.000.000.000 (guaraníes treinta y cinco mil millones)...”.

El contrato de prestación de servicios se firmó el 6 de diciembre de 2012, también con el Ing. Luis López, que esta vez se alzó –por lo menos así figura en los papeles– con G. 3.173.855.000 (tres mil ciento setenta y tres millones ochocientos cincuenta y cinco mil guaraníes) por la elaboración de 89 proyectos.

El 5 de diciembre de 2012, por resolución número 1280, Enzo Cardozo transfiere a la Fenaprofhp G. 10.000.000.000 (diez mil millones de guaraníes). Recién el 28 de diciembre se firma el contrato de prestación de servicios con el Ing. Luis Eduardo López, a quien se le abonó G. 898.829.000 (ochocientos noventa y ocho millones ochocientos veintinueve mil guaraníes) por 25 proyectos.

También el 5 de diciembre de 2012, por resolución número 1288, Enzo Cardozo transfirió a la Fenaprofhp G. 6.052.639.175 (seis mil cincuenta y dos millones seiscientos treinta y nueve mil ciento setenta y cinco guaraníes).

El contrato de provisión de productos se firmó el 6 de enero de 2013 con Ronald Hernán Guerrero, el mismo que había dado sus facturas en blanco para que la llenase Silvio Riveros a su antojo. Guerrero recibió la suma de G. 5.502.530.000 (cinco mil quinientos dos millones quinientos treinta mil guaraníes).

Aquí una pregunta: ¿con base en qué documentos el ministro Cardozo transfirió exactamente 6.052.639.175 de guaraníes cuando recién un mes después Ronald Hernán Guerrero firmó el “contrato de provisión de productos” con la Fenaprofhp?

Por resolución número 152 del 8 de febrero de 2013, firmada por el ministro Rody Godoy –Cardozo había renunciado para candidatarse como senador por el Partido Liberal– se entregaron G. 3.300.000.000 (tres mil trescientos millones de guaraníes). El “contrato de prestación de servicios” se firmó un mes después entre la Fenaprofhp y JM Consultores. De acuerdo con la “rendición de cuentas”, de la suma mencionada se pagó por 23 proyectos la suma de 550.109.175 (quinientos cincuenta millones ciento nueve mil ciento setenta y cinco). Es decir, como 24 millones de guaraníes cada proyecto.

Pero en esta transferencia hay un detalle: la factura y la firma de la empresa JM son falsas. Tenemos entonces que la Fenaprofhp de Silvio Riveros y Lidio Irala, solo en esta operación se quedaron con más de 500 millones de guaraníes.

El 7 de mayo de 2013, Rody Godoy firma la resolución número 671 por la que se ordena la entrega a la Fenaprofhp G. 1.050.000.000 (un mil cincuenta millones de guaraníes). Recién el 3 de julio –casi dos meses después– la Fenaprofhp firma el contrato de prestación de servicios. Esta vez, con Ceferino López Romero, de Zaphir Consultoría, de Fernando de la Mora. Se le abonó por cinco proyectos G. 81.145.000 (ochenta y un millones ciento cuarenta y cinco mil guaraníes).

El 23 de mayo de 2013, el ministro Godoy firma la resolución número 755 por la que se transfiere a la Fenaprofhp G. 4.362.779.244 (cuatro mil trescientos sesenta y dos millones setecientos setenta y nueve mil doscientos cuarenta y cuatro guaraníes). El contrato de prestación de servicios se firmó con Ceferino López Romero los primeros días de julio de 2013. Es decir, el ministro Godoy ya sabía, dos meses antes, cuánto exactamente iba a costar el proyecto por el que se pagaron G. 370.309.244 (trescientos setenta millones trescientos nueve mil doscientos cuarenta y cuatro) por 14 proyectos. O sea, uno solo con 13 copias.

Hasta abril de 2012, los desembolsos se hacían a los comités como los de Sapucái, con las consecuencias que hemos visto. Es decir, que Riveros les quitaba el dinero a la salida del banco. A partir de mayo, las transferencias se hacían directamente a la Fenaprofhp con lo que los agricultores ni siquiera ya sabían cuánto dinero, ni para qué, se gestionaba a nombre de ellos y a Riveros se le quitaba el trabajo de pescar en el banco por los productores para quitarles el dinero.

Todo fue tramado para que el dinero público, en vez de beneficiar a los pequeños agricultores, quedase en poder de un grupo que ni siquiera se molestó en guardar las apariencias para hacer más creíble la maniobra.

alcibiades@abc.com.py

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