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La líder de bancada liberal reclutó a sus obreras prometiendo “el oro y el moro” y les garantizó que primero pasarían a ser “contratadas” de la Justicia Electoral y posteriormente llegarían a ser nombradas en forma definitiva y con un sueldo importante.
Antes de las elecciones generales de 2013 todo marchaba bien hasta que fueron invitadas a salir de allí y alquilar piezas. Cada mes las empleadas firmaban mensualmente un recibo oficial, y si bien ellas poseían las tarjetas de débito del Banco Nacional de Fomento (BNF), era la encargada del establecimiento y supuesta pariente de la senadora quien poseía el número de pin de cada plástico.
La principal actividad del taller habría sido la confección de remeras para la campaña del presidenciable Efraín Alegre. El establecimiento se encargó de confeccionar más de 10.000 prendas, lapso en el cual se incrementó el número de trabajadoras con sueldo del Estado, indicaron las denunciantes cuyos nombres quedan en reserva.
La senadora incluso les habría dicho que posee 10 cupos especiales con los que podrían trabajar sin preocupaciones. “Hasta el novio de su sobrina cobra como nosotros (vía tarjeta), gana más y no hace nada”, remarcó la denunciante.
La casa está situada en Lambaré, sobre las calles Manuel Domínguez casi Cacique Lambaré, tres cuadras después del supermercado Superseis. Se trata de una edificación de dos plantas color granate con verjas blancas.
Prepotente
La fuente agregó que cuando una de las empleadas solicitó el cumplimiento de las promesas a la senadora, esta les amenazó a ella y a su familia. “Yo tengo poder, les voy a dejar en la calle a vos y a tu familia. Atrévanse nomás a cuestionarme”, según dijo.
Aparentemente la hermana de la legisladora, Rumilda Fonseca Legal, estaría formando parte del negocio.
No responde llamada
Un periodista de nuestro diario intentó ayer a la tarde comunicarse con la senadora para conocer su versión sobre la denuncia, pero no contestó nuestro llamado telefónico.