Si Maduro no acepta el referéndum, se estaría declarando un dictador

Si el presidente de Venezuela Nicolás Maduro se niega a dar lugar al referéndum que resuelva si continúa o no en el poder, entraría en una fase de deslegitimación muy profunda de su gobierno. Sería como declararse oficialmente dictador de Venezuela, advierte el secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro. En esta entrevista admite que Mercosur es coherente al rechazar que Maduro asuma la presidencia pro tempore del bloque dada la crisis política y social que vive su país.

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–Al primero que acusa Maduro de golpista, por promover su caída.

–Personalmente yo y conforme a los instrumentos jurídicos del sistema interamericano, de defensa de la democracia y los derechos humanos, estamos expresamente en contra de un golpe de Estado y en contra de cualquier intervención que signifique desestabilización en Venezuela. Pero cualquier país de la región que tenga una situación de corrupción, de presos políticos, de presos que son torturados y sometidos a tratos crueles e inhumanos, que desconoce al Legislativo y que atraviesa una crisis social y humanitaria grave requiere de la acción de todos.

–Maduro lo trata a usted de agente de la CIA, de traidor a la causa bolivariana.

–Esa es una acusación absolutamente infundada. Por eso fui muy tajante al responderle en su momento. No soy agente de la CIA. No soy traidor. Como ya dije antes, el presidente de Venezuela tiene un imperativo de decencia pública de hacer el referéndum revocatorio en este 2016, porque cuando la política está polarizada, la decisión debe volver al pueblo, eso es lo que la Constitución dice. Someterse al escrutinio del pueblo es el principio más sagrado.

–Usted lo conoce bien al presidente Maduro. Fueron cancilleres: usted de José Mujica, él de Hugo Chávez. ¿Quién cambió?

–Desde el punto de vista personal y humano yo siempre trato de tener las mejores relaciones con todo el mundo y trato de demostrar que la dimensión humana es algo importante en el contexto de trabajo, pero también tengo responsabilidades, y esas responsabilidades las he asumido como secretario general de la OEA.

–¿Se tiene que ir para que Venezuela vuelva a la normalidad?

–No. Lo que hemos pedido es un referéndum revocatorio. Es un derecho constitucional que tiene el pueblo venezolano. Ni es del Gobierno ni es de la oposición. Es del pueblo venezolano. Entonces, lo que el pueblo decida estará muy bien para nosotros, que se respete la Constitución es esencial.

–No es obligatorio dice el Presidente.

–Es constitucional y es un derecho de la gente. Al ser un derecho de la gente debe ser absolutamente respetado.

–¿Cuándo se tiene que hacer ese referéndum revocatorio?

–Se tiene que hacer dentro de los plazos que marca la normativa vigente. Da perfectamente para hacerlo este año. O sea, después de la recolección de firmas hay 90 días de plazo para hacerlo.

–Y ¿si se niega?

–Entraría en una fase de deslegitimación muy profunda de su gobierno.

–¿Sería como la declaración de una dictadura?

–Sí, es lo que pasa cuando se le roba la decisión a la gente. Negar la consulta al pueblo, negarle la posibilidad de decidir, lo transforma en un dictadorzuelo, como los tantos que ha tenido el continente.

–¿Qué tiene que hacer si de verdad quiere ayudar a que Venezuela se encauce?

–Supongo que todo este tiempo él ha tratado de llevar adelante lo mejor que ha podido sus políticas. Las mismas creo que han adolecido de algunos problemas como los que hemos señalado en nuestro informe. Si usted ve, para normalizar Venezuela es muy fácil. Muchas de las recomendaciones que hemos realizado, todas las recomendaciones que realizamos y que están en nuestro informe, están en manos de Maduro cumplirlas. El respeto a la Asamblea Nacional venezolana, la liberación de los presos políticos, la realización del referéndum revocatorio, aplicar las normas internacionales para asistencia humanitaria, temas de medicamentos y alimentos, todas son acciones concretas y específicas que hoy pueden ayudar, que pueden llevar definitivamente a Venezuela a salir de la crisis.

–Mercosur rechaza entregarle la presidencia pro tempore mientras no haya indicios de respetar la democracia, ¿cuál es su opinión?

–Los planteos que se han realizado en el Mercosur son muy consistentes con el informe que presentamos el 31 de mayo y que también es muy consistente con el informe realizado por la Conferencia Episcopal Venezolana. Entonces, usted ve que hay una coherencia en la visión de diferentes mecanismos e instituciones de la región.

–Por los exabruptos que escuchamos casi periódicamente del Presidente de Venezuela, ¿a usted le parece que va a dialogar?

–Como todo proceso tiene una gradualidad. Hay situaciones que son graves y que usted ha señalado respecto de la situación venezolana. La gradualidad y la necesidad de soluciones es cada vez más imperativa para el gobierno, para la ciudadanía venezolana y para el sistema político integral. Además, la Carta Democrática interamericana no es algo que se escribió como un ejercicio más de inactividad diplomática. No es un documento que se hizo para los archivos de la OEA. Es para ponerlo en acción y para aportar soluciones.

–¿Usted cree que los países de OEA se van a poner de acuerdo en ejecutar la Carta Democrática?

–Si usted ve la evolución que ha tenido el tema ha sido muy favorable. Los informes son muy duros. Un informe como el que presentamos dice que Venezuela es el país más corrupto del continente y uno de los países más corruptos del mundo, que tiene presos políticos, que los presos políticos son torturados, que es necesario un referéndum revocatorio porque es necesario devolver la decisión al pueblo en una sociedad polarizada. Hay una situación de crisis humanitaria y es necesario adoptar decisiones. Por ejemplo, algo que se ha hecho en ese marco es la decisión colombiana de abrir las fronteras el fin de semana anterior.

–Esta decisión del presidente de militarizar la producción ¿no es antesala de un autogolpe?

–No hemos hecho un análisis todavía y su consistencia con los mecanismos constitucionales. Lo que podemos decir es que esta medida es el reconocimiento de la existencia de una crisis muy seria desde el punto de vista institucional, social y humanitario. Es una medida absolutamente extrema en procura de administrar una crisis en la cual el Gobierno ha sido incompetente hasta ahora. Es el reconocimiento fáctico de eso.

–Esta decisión alarma hasta a la Iglesia venezolana. Puede ser el principio del control absoluto.

–Tenemos que ver cómo esto es consistente con la Constitución y la institucionalidad venezolana. Es una consideración ulterior que debemos hacer sobre este tema. No podemos precipitarnos de hacer afirmaciones temerarias en ese sentido. Tenemos que analizarlo a la luz de la Constitución.

–¿En qué tipo de informes se basa para describir la realidad de Venezuela?

–Las fuentes son muy diversas y están todas citadas para la elaboración de ese informe. En algunos casos hay cifras oficiales que, lamentablemente, en muchos casos no han sido actualizadas, y después hay informes de organismos internacionales: Banco Mundial, Cepal, BID que han informado sobre la situación en Venezuela, organizaciones como el Foro Penal Venezolano, informes de comisiones de Naciones Unidas sobre tratos crueles e inhumanos, sobre detenciones arbitrarias; las fuentes son muy vastas, muy amplias.

–A usted, personalmente, ¿que es lo que más le ha conmovido de todos estos informes?

–Lo que siempre pega más duro es la situación humana, específicamente de la niñez, la salud de los niños venezolanos que no han podido salir de hospitales por falta de medicamentos. Es un golpe muy duro para cualquier sensibilidad humana.

holazar@abc.com.py

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