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“Es esencial que las personas que planearon y ejecutaron esos crímenes sean procesadas para así disuadir futuros actos como este que cuestan la vida a los periodistas e infringen nuestro derecho a la información”, declaró Bokova en un comunicado.
Medina Velázquez investigaba el tráfico de marihuana y había recibido numerosas amenazas debido a sus escritos, recordó la Unesco. La Policía le había facilitado una escolta este año, pero dos meses antes del mortal atentado se ordenó que el guardia sea reasignado a otras labores, quedando sin protección el citado periodista.