Vínculos personales primaron para castigarnos, afirma libro

La obra ha sido noticia en los últimos días en Uruguay, Brasil y nuestro país por las repercusiones periodísticas que destacan su contenido en cuanto a las revelaciones de cómo operó la presidente brasileña Dilma Rousseff, para convencer al entonces presidente uruguayo José Mujica a votar a favor de la suspensión del Paraguay, en la cumbre de Mendoza, Argentina. El castigo sobrevino tras la destitución el 22 de junio del 2012 del presidente Lugo en un juicio político por mal desempeño de funciones, y aprobado por 112 legisladores. Solo cuatro parlamentarios habían apoyado al exobispo católico.

Los periodistas Danza y Tulbovitz destacan en su libro que la buena relación entre los presidentes Cristina Fernández (Argentina), Mujica, Rousseff y Lugo hizo que Venezuela, gobernado aún por Hugo Chávez, ingresara al Mercosur. “Fue una incorporación política, que dejó de lado todas las trancas que se habían interpuesto previamente”, sostienen.

Refiere que “el Parlamento paraguayo era el que más se oponía a habilitar a Venezuela como miembro pleno del Mercosur, pero Fernando Lugo, presidente de ese país en el momento, habilitó la operación”.

Otra decisión originada en las buenas “relaciones personales” de los presidentes fue la suspensión de Paraguay, según Danza y Tulbovitz. “Una vez más, primaron las relaciones personales. De cómo se llevan las personas a cargo de los países también se construye la historia. A veces es más importante una buena sintonía entre un grupo de presidentes que los mecanismos jurídicos que se hayan construido durante años. Y eso fue lo que pasó en el Mercosur”, dicen en su obra los periodistas uruguayos. Los periodistas revelan que Mujica no estaba de acuerdo con votar contra el Paraguay, pero que Rousseff en una operación secreta lo convenció al entregarle informes de servicios de inteligencia brasileños, venezolanos y cubanos sobre el “golpe” en nuestro país.