Ansiedad Cómo superarla ¡ya!

La violencia, la inseguridad física y emocional, inestabilidad económica, enfermedades, catástrofes, etc., a todos nos asustan y producen ansiedad, pero cuando ese miedo pone en peligro nuestra salud física y emocional, puede limitarnos y, a veces, hasta anularnos.

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Causas

No se sabe por qué se produce la alteración de esos neurotransmisores, pero existen varias teorías al respecto. La más preponderante es la genética: un gen anómalo, recesivo, que en algunos pacientes hace eclosión; después están otras teorías más dinámicas que atribuyen la ansiedad al entorno familiar, laboral, escolar, de pareja, a cualquier causa externa, pero hay muchísima gente que vive con problemas que no desarrolla crisis de ansiedad. “Entonces, lo que se cree es que inciden ambos factores. Hay casos sin causa externa y el trastorno se produce, por eso es que la teoría genética es la más aceptada”, explica Mendieta.

Síntoma vs. trastorno

La siquiatra afirma que hay que diferenciar bien entre un síntoma y un trastorno de ansiedad, porque en personas sin problemas también se pueden presentar síntomas ante una causa externa. “Por ejemplo, un estudiante que ante un examen está muy ansioso, o también una separación, un viaje, etc. Esas son crisis de ansiedad ante una determinada circunstancia. Pero dejan de ser normales cuando duran más de seis meses; entonces se convierten en un trastorno”, explica Mendieta.

Los síntomas tienen algunas características físicas y otras síquicas. “Las síquicas son la sensación de un temor indefinido –el paciente refiere no sentirse bien–; en las físicas, tres son las predominantes: la opresión precordial –el paciente refiere que el pecho le aprieta–; la otra es el famoso suspiro –el aire no le alcanza–, las manos frías, temblor fino –generalmente en manos–, sudoración, taquicardia y palpitación, acidez, náuseas, diarrea, un temblor generalizado; e inquietud sicomotriz –camina, se sienta, se levanta, etcétera–”, indica la profesional.

Tratamiento

Mendieta menciona que el trastorno se trata con determinado tipo de antidepresivos y ansiolíticos. En los trastornos de ansiedad, como el pánico, el tratamiento mínimo es de dos años.

Según la misma, el trastorno de ansiedad generalizada también es muy común: el paciente sufre todos los síntomas mencionados las 24 horas, sin el temor del pánico, pero está permanentemente ansioso, con un temor constante, generalmente referido a su familia –perder a algún ser querido, una catástrofe; piensan que su esposo o hijo puede salir a chocar, o morir atropellado, que le pueden asaltar, asesinar, secuestrar, etcétera– o de tener una enfermedad incurable: cáncer, sida, pero no es tanto referido a él como a su familia. También se trata con determinado tipo de antidepresivos y ansiolíticos, y con apoyo sicoterapéutico.

Las fobias

Entre los trastornos de ansiedad están también las fobias. Estas son más específicas, porque el temor está referido a una situación, objeto o lugar, y la crisis se presenta cuando la persona se expone a la situación, objeto o lugar temido. “Es un temor irracional a algo o a alguna situación determinada. Por ejemplo, la agorafobia es el temor a los espacios abiertos o a lugares donde hay mucha gente: una cancha de fútbol, un concierto, cine, discotecas, etcétera”, comenta y detalla que, por ejemplo, un agorafóbico en una procesión a Caacupé, un 8 de diciembre, va a hacer una tremenda crisis de ansiedad. Si va a un lugar cerrado, se sienta cerca de la puerta siempre, para poder correr lo más rápido posible.

“Está también la fobia social, que es el temor a pequeños grupos de personas, donde el paciente se siente observado; por ejemplo, un aula: un alumno que tiene que exponer queda mudo. Es el pánico escénico”, manifiesta, y acota que estos pacientes mejoran con la sicoterapia y ansiolíticos para disminuir los niveles de ansiedad.

Otras fobias

Según la profesional, hay otras fobias específicas: al ascensor, a las alturas, a un animal. En estos casos es más útil recurrir a la terapia cognitivo-conductual, porque se les va condicionando para perder el temor. Estos trastornos muchas veces se somatizan. “Se llama órgano de choque. Algunos pueden llegar a tener hipertensión, pero las formas más frecuentes de manifestarse son la taquicardia, el aumento de la frecuencia cardiaca y la palpitación –cuando percibe que le está latiendo–. Pero eso, con el tiempo, desarrollan gastritis, náuseas, vómitos, diarrea, etc. Si la somatización es constante, pueden verse dañados los órganos”.

En cuanto a la prevalencia de sexos, indica que no es significativa, aunque se da un poco más entre las mujeres, así como tampoco hace distinción de clases sociales.

Consejos para tratar la ansiedad

- Consultar a un siquiatra.

- Tomar la medicación.

- Conseguir asistencia sicológica.

- Caminar una hora por día (con o sin medicación).

- Realizar cualquier actividad física aeróbica: trote, natación, bicicleta; cualquier deporte ayuda.

- Practicar artes marciales: judo, karate, etc.

- No consumir café, ni mate, ni tereré ni las bebidas colas, porque son estimulantes.

- No fumar.

- Tratar de mantener una rutina a la hora de dormir y levantarse.

- Comer con tranquilidad.

- Respetar los días de descanso; relajarse como le parezca a la persona. Si quiere dormir, que duerma; si quiere salir a caminar, que lo haga.

- Hacer lo posible por desconectarse del ambiente que produce la ansiedad.

- Tratar de ocuparse más y no preocuparse.

Sepa más

El Ministerio de Salud ofrece medicación y asistencia sicológica gratuita en sus diferentes centros de salud, así como en:

Centro Nacional de Adicciones (021 298-352)

Hospital Neuropsiquiátrico (021 292-371 / 290-101)

Dirección de Salud Mental (021 214-936).

 mpalacios@abc.com.py

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