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Recuerdos de Ypacaraí. Luego de un viaje, Demetrio Ortiz se detiene en San Bernardino.
Una tarde, cuando el sol iba ya arqueándose con sus últimas luces hacia el lado de Areguá, vio a una joven frente al lugar donde él estaba. El encanto que transmitía le movió a saludarla.
Ella le respondió con una sonrisa. Conversaron y caminaron juntos varias cuadras.
“También amaba la música y el canto, y allí nomás me lo demostró cuando se puso a entonar, con una dulce voz, viejas y típicas canciones en guaraní”, cuenta el compositor en su libro de memorias.
Nunca más la vio y, tras varios años en el exilio, le contó la historia a la escritora argentina Zulema de Mirkin.
De ese modo, nació una de las guaranias más reconocidas del cancionero popular paraguayo.
Serenata, guarania con letra y música de Epifanio Méndez Fleitas.
“En ti mi rosa fragante prendió el cielo la flor,
y son tu gracia y donaire mi afán mi dicha y dolor
ven que hoy es la primavera plena de flor de jazmín
la noche de mi tristeza llenose de luz por ti…”.
El canto de mi selva (sinfonía de pájaros)
“Fue en las picadas del monte Chirigüelo, entre Concepción y Pedro Juan Caballero, donde Herminio Giménez se inspiró para componer este aire paraguayo. Allí, en algún arrugado cuaderno seguramente, escribió sus notas iniciales”, contaba doña Victoria Miño, la viuda.
“Cuando iba con sus compañeros cruzando el bosque inmenso, al amanecer, le sorprende el canto de los pájaros de la selva”.
Las voces que se notan claramente y con mayor insistencia son las del pájaro campana y el chiricote.
Créditos. Directora de producción: Alba Acosta. Bailarines: Guadalupe Fernández, Andrea Aguilera, Karina Sosa, José Fernández, Fabio Esteche y Freddy Almirón. Información sobre las obras: Portal Guaraní. Agradecimiento: Hotel del Lago y Feria de artesanos de San Bernardino. Producción general: Carlos Cañete Villamayor.
Fotos: ABC Color/Silvio Rojas.