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Groucho Marx (1890-1977) Actor estadounidense.
“Debo confesar que nací a una edad muy temprana”.
William Shakespeare (1564-1616) Escritor británico.
“Lloramos al nacer porque venimos a este inmenso escenario de dementes”.
Amado Nervo (1870-1919) Poeta, novelista y ensayista mexicano.
“El cuerpo no es más que un medio de volverse temporalmente visible. Todo nacimiento es una aparición”.
Carl Sandburg (1878-1967) Poeta, historiador y novelista estadounidense.
“Un bebé representa la opinión de Dios de que el mundo debe continuar”.
El nombre romano
Desde los primeros tiempos en Roma, y hasta finales de la República, los romanos utilizaban un solo nombre, seguido de otro en genitivo (hijo de...). A partir de la lex Iulia Municipalis, del año 43 d. cw., se estableció la forma en que los magistrados debían anotar los nombres para realizar el censo. A partir de esta ley, todo ciudadano romano debía tener trianomina, es decir, praenomen, nomen y cognomen, como mínimo, dado que se podía añadir el nombre del padre, tribu o patria. El praenomen era el nombre individual o “de pila” que se daba al niño a los nueve días de nacer. Eran escasos y repetitivos, por ello, en las inscripciones no aparecían completos, sino con una sigla (o dos); por ejemplo, P(lubio). Lo cierto es que no se podía elegir más que de entre una veintena: Appius, Caius, Tiberius, Titus. El nomen es el único que perdura por generaciones; es el gens e indicaba el origen familiar —sería como nuestro apellido—. Así, si se trataba de romanos patricios, la terminación era -ius, los no patricios -erus o -arus, o -inus, si eran de origen lusitano.
El cognomen se utilizaba para diferenciar a las personas destacando algún tipo de característica personal o virtud. Se colocaba después del praenomen. Por ejemplo, en Marco Emilio Escauro, “Escauro” se refiere a los ojos verdes. Conocemos gran parte de estos datos gracias a lápidas y epitafios, en los cuales se escribían estos nombres con abreviaturas. Las mujeres solo podían usar nomen y cognomen. Los esclavos o habitantes de las provincias que no habían recibido la ciudadanía romana no tenían trianomina. (*)
(*) Fuentes:
http://www.teinteresasaber.com/
Recopilación: Marisol Palacios mpalacios@abc.com.py