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René de Chateaubriand (1768–1848) Diplomático y escritor francés.
“La amenaza del más fuerte me hace siempre ponerme al lado del más débil”.
Nicolás Maquiavelo (1469-1527) Historiador, político y teórico italiano.
“La habilidad y la constancia son las armas de la debilidad”.
Georges Bidault (1899-1983) Político francés.
“Los débiles tienen un arma: los errores de los que se creen fuertes”.
Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán nacionalizado estadounidense.
“La debilidad de actitud se vuelve debilidad de carácter”.
Carlos II el Hechizado
Carlos II (Madrid, 1661-id., 1700), rey de España (1665-1700). Hijo de Felipe IV y Mariana de Austria, durante toda su vida fue un ser débil y enfermizo, poco dotado tanto física como mentalmente y, aunque no por ello era retrasado en modo alguno, de ahí el mote de “el Hechizado”. A los cuatro años heredó el trono, por lo cual Mariana de Austria, su madre, ejerció la regencia, aunque sabía poco de negocios de Estado. En 1676 nombró ministro y grande de España a Fernando de Valenzuela, lo que provocó la reacción de la aristocracia y su agrupamiento en torno a la figura de Juan José de Austria, hermanastro de Carlos, quien ejerció como primer ministro.
Carlos II contrajo matrimonio en dos ocasiones; la primera, con María Luisa de Orleans, y la segunda, con Mariana de Neoburgo, pero no dejó descendencia. Cuando se casó con María Luisa de Orleans, sobrina de Luis XIV, la etiqueta cortesana española era muy rígida y se encargaba de aplicarla la duquesa de Terranova, ‘la carcelera oficial de las reinas’. Cuentan que María Luisa había traído de París dos loros que solamente hablaban y entendían el francés. La de Terranova no conocía este idioma y pensó que aquellos pájaros la insultaban, de modo que los hizo envenenar. Ni bien la reina lo supo, saltándose la etiqueta, le dio a la duquesa dos bofetadas, por lo cual esta se quejó al rey. Como la falta de descendencia obsesionaba al rey, quien temía la desmembración del legado de sus mayores, a María Luisa se le ocurrió decir: “Señor, fue un antojo”. Carlos II se puso contentísimo y la felicitó con entusiasmo. Pero fue solo una mentira. En su último testamento nombró heredero del trono a un Borbón, el duque de Anjou, Felipe V, nieto del Rey Sol. (*)
(*) Fuentes: Carandell, Luis. Las anécdotas de la política.
Recopilación: mpalacios@abc.com.py