CITAS & HECHOS

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Leonardo Da Vinci (1452-1519) Pintor, escultor e inventor italiano.

“Aquel que más posee, más miedo tiene de perderlo”.

Hermann Hesse (1877-1962) Escritor suizo, de origen alemán.

“Cuando se teme a alguien, es porque a ese alguien le hemos concedido poder sobre nosotros”.

Woody Allen (1935) Actor, director y escritor estadounidense.

“El miedo es mi compañero más fiel; jamás me ha engañado para irse con otro”.

Rudyard Kipling (1865-1936) Novelista británico.

“Los peores embusteros son nuestros propios temores”.

A rey muerto, rey puesto

Esta expresión tiene su origen en la continuidad dinástica de los reyes, quienes, antes de su muerte, ya tenían candidatos o elegidos a sus sucesores. Algunos expertos atribuyen la frase al rey Felipe V el Animoso (1683-1746), quien, en 1705, lideró a sus tropas en el asalto del castillo de Montjuic, en Barcelona, que era defendido por el archiduque Carlos de Austria. Un día, por temor a que el monarca pudiera sufrir algún percance por el intenso fuego enemigo, uno de sus hombres le rogó que se pusiera a cubierto: 

—Majestad, soldados hay miles y rey no hay más que uno. 

Felipe V replicó:

—Si el rey muere, otro habrá, que a rey muerto, rey puesto.

Esta frase es similar a otras como “El rey ha muerto, ¡viva el rey!” y “El rey ha muerto, ¡larga vida al rey!”. La primera es la fórmula del derecho hereditario de la Corona francesa que se utilizó para la proclamación de los reyes desde 1422, cuando Carlos VI de Francia fue sucedido por Carlos VII. En francés, el dicho suena del siguiente modo: “Le roi est mort, vive le roi!”, y se usó por última vez con la coronación de Carlos X, hermano de Luis XVI y Luis XVIII, en 1824. El segundo grito era propio de la Corona británica: “The King is dead, long live the King!”. Y ya se oyó en 1272, cuando Eduardo I de Inglaterra ascendió al trono tras la muerte de Enrique III.

Una tercera expresión similar, que implica tanto a nobles como a plebeyos, es “El muerto, al hoyo, y el vivo, al bollo” (o sus versiones “Al vivo, la hogaza, y al muerto, la mortaja” o “El muerto, a la huesa, y el vivo, a la mesa”). Viene a decir que la muerte ha de entenderse como inevitable, algo natural y, por lo tanto, no ha de afectar al desarrollo normal de la vida, que queda representada aquí por el alimento principal: el pan –o bollo–.

(*) Fuentes:

http://www.definiciones-de.com/

http://proverbia.net

Recopilación: Marisol Palacios mpalacios@abc.com.py

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