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William Shakespeare (1564-1616) Escritor británico.
“Hay puñales en las sonrisas de los hombres; cuanto más cercanos son, más sangrientos”.
Arthur Schopenhauer (1788-1860) Filósofo alemán.
“Con ciertas personas vale más ser traicionado que desconfiar”.
Antonio Machado (1875-1939) Poeta y prosista español.
“En el análisis psicológico de las grandes traiciones encontraréis siempre la mentecatez de Judas Iscariote”.
Albert Camus (1913-1960) Escritor francés.
“Dos hombres traicionados por la misma mujer son algo parientes”.
La muerte de Cleopatra, reina de Egipto
Nacida en Alejandría, Cleopatra fue la última integrante de la dinastía Tolemaica. De extraordinaria belleza y muy seductora, poseía, además, dotes políticas innegables. Dominaba siete idiomas y fue el único miembro de su dinastía que hablaba la lengua de sus súbditos: el egipcio. Hija de Tolomeo XII Auletes, rey de Egipto, cuando este murió, en el 51 a.C., Cleopatra, de 17 años, y su hermano, Tolomeo XIII, de unos 12, le sucedieron conjuntamente en el trono con la condición de casarse. Pero al tercer año de su reinado, Tolomeo quiso quedarse solo y la envió al exilio.
Cleopatra recuperó el trono en el 48 a.C. con la ayuda de Julio César, quien se convirtió en su amante y apoyó su causa. Tolomeo XIII murió en combate y César proclamó a Cleopatra reina de Egipto. Ella se casó con Tolomeo XIV, su hermano menor, de unos 11 años. Viajó a Roma, donde fue concubina del César y con quien, aparentemente, tuvo un hijo, Cesarión. En el 44 a.C. regresó a Egipto, donde se dice que envenenó a Tolomeo XIV y convirtió a Cesarión en su corregente (con el nombre de Tolomeo XV).
Cuando en el 41 a.C., Marco Antonio la convocó en Tarso, él se enamoró de ella. Aún casado con Octavia, se casó con Cleopatra y tuvieron tres hijos. En el 34 a.C., tras una campaña de victorias contra los partos, Marco Antonio anunció formalmente la división del antiguo Imperio de Alejandro Magno entre Cleopatra y sus hijos. Se divorció de Octavia y continuó viviendo en Egipto. En el 32 a.C., Octavio declaró la guerra a la pareja y tras ser vencido en la batalla de Accio, Marco Antonio se suicidó.
Octavio hizo decir a la reina que debía partir para Roma para figurar en el cortejo del triunfo del general victorioso con una cadena al cuello. Entonces, Cleopatra se vistió como para una fiesta, se tendió en su lecho de oro y mandó traer oculta en un cesto de higos una serpiente venenosa. Cuando vio salir al áspid entre las hojas, la reina dijo: ‘Llegaste al fin’. En el cortejo del triunfo de Octavio figuró tan solo la estatua de la reina de Egipto con una serpiente arrollada en el brazo.
(*) Fuentes:
Carandell, Luis. Las anécdotas de la política.
Recopilación: mpalacios@abc.com.py