Desde la tierra generosa

Durante todo el año cultivan incansablemente en sus chacras, pero, generalmente, les queda apenas el 10 % del precio de venta en los grandes supermercados. La mayor parte del dinero va a parar a manos de los intermediarios, quienes trasladan los productos desde las chacras hasta los mercados. Esa es una de las razones por las que varias familias migran desde el campo a la ciudad y las que se quedan, pierden el interés por la agricultura familiar.

Como medida de solución, desde el pasado mes de mayo se habilitó una nueva plataforma como método de incentivo para estos incansables trabajadores: la feria “De la colonia a tu mesa”. La actividad nació por iniciativa del Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) con el objetivo principal de capacitar a los productores para que puedan comercializar sus productos y, de ese modo, obtener mejores ganancias.

La institución se encarga del traslado de los feriantes desde sus comunidades, así como de la instalación de la feria, que desde su nueva edición se realiza en la vereda de la plaza Uruguaya, sobre la calle Antequera. Así, todo lo recaudado llega hasta los agricultores.

De esta manera, los pobladores de Asunción y alrededores también son beneficiados al tener la posibilidad de adquirir productos no solo a módicos precios, sino de excelente calidad y con la garantía de provenir directamente de las chacras o granjas.

Comités de mujeres

La prioridad principal son los comités de mujeres; muchas de ellas, en principio, siempre temen el desafío de explorar un mercado nuevo para ellas, según explicó Gloria Torrás de Sosa, encargada de prensa del Indert. “Como en sus pueblos no se valoran estos productos por la abundancia de los mismos, ellas piensan que venir hasta la capital puede ser un fracaso, cuando en todas las ediciones anteriores pudimos comprobar que la gente llega a disputarse las últimas unidades de sus productos. Incluso, los clientes ya saben que si quieren encontrar de todo, tienen que venir muy temprano, porque todo se vende muy rápido”.

Carnes de cerdo, gallinas, patos, ovejas y guineas; queso Paraguay, harina de maíz y huevos caseros; hortalizas, como cebollita de hoja, lechuga y acelga; repollo, tomate, zanahoria, remolacha, zapallo y mandioca; frutas, como naranja y pomelo; granos, condimentos y dulces caseros, como mani ku’i, dulce de leche y mamón son solo algunos de los productos que se pueden encontrar en la feria.

La primera vez

Aunque Felicia Riquelme no tenía demasiado entusiasmo por venir a exponer sus productos, igual lo hizo. Su temor era realizar un viaje tan largo y volver a su casa de nuevo, sin éxito. Pero cuando la encontramos, a pesar de que era muy temprano, su semblante estaba radiante; no eran las 8:00 cuando ella había vendido casi todo lo que trajo. “Es la primera vez que participo en una feria, no tenía idea de cómo organizarme, pero con las indicaciones de los organizadores me preparé y le gustó mucho a la gente. Ahora estoy pensando en las cosas que voy a comprar de ida para mi familia, que seguro va a ser aceite, harina y algunas cositas para mis hijos”, dijo esta mujer, quien está esperando a su octavo bebé.

Además, Felicia, quien integra el comité 30 de Agosto, de San Pedro, explicó que la mayor parte de sus productos, a pesar de la abundancia, si no venía a la feria, los iba destinar para el consumo familiar, pero ahora, con esta posibilidad, podrá llevar otros complementos a los que habitualmente no pueden acceder.

María Ángela Rodríguez llegó desde la colonia Yacubo, de San Juan Nepomuceno. Ella y otras 14 productoras integran el comité Nuevo Gremio, que produce hortalizas y animales de granja. Comentó que todos los sábados salen hasta el centro de la ciudad a feriar, pero que las ganancias que obtuvo en la capital y la rapidez con la que lograron vender todos sus productos es algo que la sorprendió gratamente. “Aquí la gente valora realmente el esfuerzo que hacemos en la granja y estamos muy contentas por habernos animado a venir”, expresó.

Durante la última feria, nos encontramos con Marta González, quien con gran entusiasmo cargaba con varias bolsas de productos que había adquirido en los distintos puestos. A nuestra consulta sobre la feria expresó: “Desde que se empezaron a realizar estas ferias, intento aprovecharla al máximo, porque ya comprobé que son productos completamente orgánicos y no siempre se tiene la confianza de estar dando lo mejor a la familia. Los quesos y carnes de cerdo o gallina casera tienen un sabor exquisito, y se consiguen a precios muy bajos”.

Expresó, además, que “es una excelente oportunidad también para aportar de alguna manera al desarrollo de estas comunidades, porque como consumidora sé que lo que pago va a sus manos y no queda en los bolsillos de los intermediarios. Es un intercambio, ellas me dan la confianza de que llevo lo mejor para la alimentación de mi familia y yo les doy la oportunidad de ganar un poco más”.

Esta feria se realiza todos los viernes, desde las 4:00. En cada jornada vienen productores de distintas compañías para ofrecer oportunidad a todos. Sin embargo, los productos como quesos, huevos y gallinas caseras son las estrellas que nunca faltan. Como se trata de cultivos familiares, los rubros no varían mucho entre sí, ya sea en precio o calidad. 

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