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Así es como nació Macuto Eco Social, la marca que lleva elementos reciclados en bolsos, individuales y portavasos en una etapa inicial. Marilia Rautenberg, Matías Aquino, José Cristaldo y Alicia Rivarola (foto) son amigos que emprendieron este desafío enfocado en lo ecológico, apostando al reciclaje y a lo social, porque quieren crear fuentes de trabajo para personas que no tienen una salida laboral fija.
José y Matías trabajaban en una publicitaria. “Veíamos que se desperdiciaba mucha lona o cortes de lona usadas en las gigantografías. Al mismo tiempo, percibíamos que se cambiaban en poco tiempo y eran como basura o desperdicio, o no se les daba un buen uso, se acumulaban y no generaban nada. Entonces, empezamos a pensar qué realizar con tanta materia prima”, señala José. “Empezamos a ver qué hacer y enlazarlo a una ayuda social, y es por eso que hoy estamos trabajando en un asentamiento”, agrega.
Alicia, Marilia, Matías y José decidieron empezar el proyecto en el asentamiento San Martín, de Luque, donde la costurera Dolly se encarga de hacer los bolsos, individuales y portavasos. “Dolly comenzó con nosotros el proyecto. Es costurera de profesión y está teniendo una salida extra con esto. Lo que queremos es llegar a más gente como Dolly y también a la que no tiene ninguna salida laboral, para que trabaje con nosotros. Ella es una capa, se proyecta mucho y está bastante comprometida. Es por eso que ahora buscamos ampliar para dar trabajo a más costureros”, menciona Alicia.
La lona, de por sí, es un material manejable con el que se pueden realizar múltiples objetos, además de bolsos, individuales y portavasos. “Nos enfocamos, primeramente, en las bolsas porque vemos la cantidad de polietileno que se usa. Al hacerlas, nos dimos cuenta de que sobraban muchos retazos, que podían ser individuales y de estos, otra vez, sobran retazos, que ahora estamos pensando que sean portavasos. Pero de ahí salen bastantes proyectos, como por ejemplo, si le presentamos a alguien que se dedica exclusivamente a hacer un tipo de bolsa y un modelo, quitamos el modelo y le pasamos a Dolly, quien ya nos confirmó que la lona es bastante manejable, por lo que estamos totalmente abiertos a propuestas y más opciones”, refiere Alicia.
“Macuto es una cesta que usaban los indígenas del Centroamérica”, explica José respecto al nombre que identifica al proyecto. “Nos gustó llamarlo así porque va con lo que estábamos haciendo y planeando”, añade.
Trabajar en red
“Ahora empezamos ofreciendo las primeras muestras de bolsas e individuales a empresas a las que tenemos llegada y tratamos de que se sumen al proyecto. Una compañía de cervezas nos da su resto de lona para que no salgamos a la calle a buscar, porque a veces resulta complicado encontrarla. En este caso, la empresa nos pide bolsas corporativas, de 1000 en adelante. Así forma parte de Macuto”, comenta Matías.
El joven enfatiza en el deseo de sumar a otras empresas a este proyecto ecosocial. “A partir de ahí, cuando se conozca un poco más la marca, la empresa, lo que hacemos y que la gente empiece a creer en nosotros, tendremos propuestas como para que nos den un retorno no solamente en bolsas o individuales, sino que pueda hacerse lo que sea. En el futuro, pretendemos trabajar con otro material”, amplía Matías.
El caucho también está en la mira. “Queremos aprovechar todo lo que se desperdicia. Nosotros le vamos a dar otra utilidad y, así también, ayudar en la parte ecológica, para no contribuir con la contaminación, sino sumar”, indica Marilia sobre el propósito que tienen con Macuto.
“En este caso, empezamos con la lona vinílica, porque José y yo trabajamos en una empresa de vía pública, pero hay 1000 materiales que se pueden utilizar aparte en esta y otras industrias que podemos ir adaptando a productos útiles”, agrega Matías.
Alicia, Marilia, Matías y José desean unir fuerzas con otras entidades. “Yo trabajo en Techo Paraguay, que tiene un programa de corte y confección, y busca la inclusión laboral de las personas a las que les da el curso; entonces, estaría bueno ligarlo con Macuto. Techo dicta el curso en los asentamientos y nosotros trabajamos directamente con las personas. No es algo que nosotros decidamos, pero estamos a full”, comenta José.
Alicia agrega que Macuto busca trabajar en red, en pos de la inclusión laboral y social. “El hecho de que no queremos salir de San Martín es también como darle un porcentaje de nuestras ganancias a algún proyecto de mejora en el barrio, ya que ahí está la gente que trabaja con nosotros. Entonces, queremos dar una salida ecológica y, también, social”, señala Alicia, quien junto con Marilia son voluntarias de Techo Paraguay.
Así es como Macuto Eco Social comienza a proyectarse con el entusiasmo de estos jóvenes, quienes unen su tiempo y esfuerzo en una empresa con sentido social.
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Instagram: macutopy
maponte@abc.com.py