El desafío de la felicidad

“Ser feliz es una cuestión de decisión, y tomar esa decisión es un desafío que se puede tomar entre una vez al día, hasta una vez por minuto, durante toda la vida”, dice la sicóloga y conferencista chilena Pilar Sordo. En su reciente visita al Paraguay habló en exclusiva con ABC Revista y afirmó que la tristeza es parte de la felicidad.

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“Ser feliz es una decisión, y tomar esa decisión, un desafío”, explica Pilar Sordo y se acomoda frente al espejo. Faltan apenas unos minutos para el inicio de su conferencia en el Paraguay cuando nos recibe en el camerino. Mientras se pone la máscara de pestañas, explica que el dolor es inevitable, pero el sufrimiento, opcional, porque depende de la actitud con la que cada persona afronta su realidad.

Hace 10 años, la profesional inició una investigación sobre la felicidad que comenzó en México y culminó en su Chile natal. El resultado fue el libro Bienvenido Dolor, y es con respecto a este que dictó dos charlas en nuestro país, al que ya había venido en otras ocasiones, entre ellas, para completar su estudio.

En relación con la población local, explicó: “Cada vez que vengo al Paraguay tengo la misma sensación. Siento que son supercontenidos emocionalmente, que les cuesta llorar o reír. Son neutros a nivel emocional, pero inmensamente cariñosos y muy afectivos. A diferencia del público argentino –que es mucho más efusivo e intenso–, diría que es el más expresivo de Latinoamérica, pero a pesar de su amabilidad, la sociedad paraguaya es neutra a nivel emocional o a la hora de expresar lo que siente. Por supuesto que no se llega a los niveles de inexpresión de los países andinos, como Perú o Bolivia, pero sí contiene sus emociones”.

Con respecto a la imagen que se suele tener de que los países latinos están siempre felices, dijo que gran parte de esto se debe a la característica común de la pobreza. “Todas las poblaciones han sufrido mucho históricamente, por pobreza o dictaduras. Colombia es el único país que no tuvo dictaduras, pero igualmente vive en permanente conflicto. La gente entendió que no queda otra que ser felices”.

Es muy importante entender que la felicidad no tiene que ver con la alegría como, por generaciones, nos han hecho entender. La profesional sostiene: “Puedo ser feliz viviendo, por ejemplo, un proceso de duelo. La felicidad es algo que se elige día a día, la tristeza también es parte; no se puede vivir esperando los estados ideales porque no existen. Hay que ser felices ya”.

Más que un desafío, lo que se ve en el estudio es que ser feliz es una decisión, y tomar esa decisión, un desafío. No tenemos entrenada la voluntad ni somos agradecidos, porque permanentemente estamos centrados en lo que nos falta y no en lo que tenemos. El valor que les damos a las cosas nos encajona y nos impide crecer; nos lleva a un estado de insatisfacción permanente que, a la larga, nos hace daño.

Para ser felices, explica Pilar, debemos seguir pasos que parecieran muy simples, pero cuya aplicación en el día a día puede ser complicada, aunque no imposible. Recomienda empezar todas las mañanas y agradecer el haber despertado, engrandecer lo que se tiene y achicar aquello de lo cual se carece. Es fundamental tener fuerza de voluntad, desarrollar el talento del agradecimiento.

“Estoy pasando por un momento difícil en varios aspectos de mi vida, entonces necesito elegir ser feliz a lo mejor cada 20 min, pero no puedo dejar de hacerlo”. Mencionó que justamente en los momentos más difíciles de su vida fue cuando mayor inspiración encontró para sus investigaciones. Cuando perdió a su pareja, hace ocho años, empezó a investigar la muerte y sus procesos de duelo; la manera en la que la viven las personas y las reacciones de quienes la rodean.

Lamentó que las poblaciones latinoamericanas convivan con tanto sentido de culpa, que no puedan disfrutar a pleno de su felicidad, porque en todo momento deben estar conteniéndose, desde las risas hasta el amor, por temor a lo que pueda pensar la gente alrededor. “Contener las emociones es inútil e, incluso, está científicamente comprobado que puede afectar la salud”.

Educación

Para la profesional, es muy importante que los padres separen de los niños los conceptos de felicidad y tristeza. “Creo que se comete un error garrafal al asumir que solo somos felices cuando estamos contentos. Entonces, el niño tiene que tener el iPod para estar contento y así va estar feliz. Tiene que comer chatarra, porque así va a ser feliz, ya que si consume espinaca no va estar feliz; entonces, mejor le doy grasa para que esté contento. Es la razón por la cual América Latina tiene niños obesos, pero ellos están contentos. Separar esos conceptos es el paso más importante para formar adultos felices”, finalizó.

mbareiro@abc.com.py

Fotos ABC Color/Claudio Ocampos.

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