¿El Óscar para la veteranía?

Las categorías de interpretación de los Óscar podrían servir este año para respaldar el prestigio con el que ya cuentan actores que, sin embargo, no se han llevado ninguna estatuilla. Es el caso de Julianne Moore, en su quinta nominación y favorita de esta edición, o de Michael Keaton y Steve Carell, primerizos en estas lides.

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Las nominaciones de este año en las categorías de interpretación de los Óscar son de lo más variadas y hay tanto veteranos, como Michael Keaton o Meryl Streep, como recién llegados, como Eddie Redmayne o J. K. Simmons, en esto de los premios de la Academia de Hollywood. También hay grandes favoritos, como Julianne Moore en el apartado de actriz protagonista, pero si hay algo cierto en los Óscar es que las quinielas tienden a equivocarse.

A la quinta

Pero si hay un Óscar que este año parece tener ya dueña es el de actriz protagonista, para la pelirroja más intensa del cine actual: Julianne Moore. Con 44 años, esta actriz de carrera impecable ha estado nominada anteriormente por Boogie Nights (1997), The End of the Affair (1999), The Hours (2002) y Far from Heaven (2002), y ha realizado otras grandes interpretaciones en Short cuts (1993), Magnolia (1999), The Big Lebowski (1998) y Savage Grace (2007).

Pese a ello, no posee aún ningún Óscar, un premio que está más a su alcance que nunca en un año en el que ha vencido en los Globos de Oro, los Bafta, los Screen Actors y el National Board of Review, entre otros muchos. Además del premio a la mejor actriz del Festival de Cannes por Maps to the stars, de David Cronenberg.

Frente a ella están otras cuatro nominadas con interpretaciones de nivel, pero que han tenido la mala suerte de dar con la delicadez desarmante de Moore en Still Alice.

La francesa Marion Cotillard está deslumbrante en el drama social Deux jours, une nuit, de los hermanos Dardenne, pero parece difícil que consiga este año su segundo Óscar tras el de La mome. Como tampoco parece que conseguirá el segundo Reese Whiterspoon, pese a haber resurgido de las cenizas con Wild, una historia de superación.

Para la británica Rosamund Pike, es su debut en los Óscar, por su trabajo en el thriller Gone Girl, de David Fincher, una película que era una de las grandes apuestas del año, pero que se desinfló enseguida y solo optará por esta estatuilla.

Primera vez también para su compatriota Felicity Jones, nominada por interpretar a la primera esposa del científico Stephen Hawking en The Theory of Everything, un filme que ha arrasado en los Bafta, premios en los que, sin embargo, la actriz perdió frente a Moore.

¿Keaton o Redmayne?

Y si entre las actrices el premio parece claro, no lo es tanto en el lado masculino protagonista, con un Eddie Redmayne que ha tomado impulso en los últimos galardones, pero que no se despega de sus competidores. El británico, hasta ahora apenas conocido por sus participaciones en My week with Marylin y Les Miserables, ha deslumbrado por su encarnación de Stephen Hawking en The Theory of Everything, por la que se llevó el Globo de Oro en categoría dramática, el Bafta y el premio de los críticos de Nueva York.

Pero frente a su entusiasmo está la intensidad del papel del Riggan de Michael Keaton en Birdman, ese actor que trata de demostrar sobre las tablas de un teatro que es más que un superhéroe trasnochado.

Una interpretación brillante para un papel muy difícil que Iñárritu le confió, aunque hacía mucho que nadie apostaba por él en una gran película. Y Keaton, en una autoparodia de su carrera, supo construir un personaje frágil y valiente a un tiempo, por el que ganó el Globo de Oro a mejor actor de comedia, el Gotham, el National Board of Review y el de los críticos de Londres.

Con 63 años, es su primera nominación al Óscar, al igual que para Steve Carell, con solo un año menos y que ha sorprendido a todo el mundo con su caracterización del millonario desequilibrado John du Pont en Foxcatcher, un papel muy alejado de los habituales personajes cómicos del actor.

Otro debut en los Óscar es el del británico Benedict Cumberbatch, por recrear al matemático Alan Turing en The Imitation Game, una interpretación que se ha visto injustamente eclipsada por la de su compatriota Redmayne.

Y el quinto en discordia será Bradley Cooper, en su tercera nominación seguida: Silver Linings Playbook, en 2013; American Hustle, en 2014, y American Sniper, este año, un papel de francotirador basado en una historia real y dirigida por Clint Eastwood, que ha provocado una encendida polémica en los Estados Unidos por su elevado tono patriótico.

Un quinteto de actores para un Óscar que parece que saldrá del duelo entre Redmayne y Keaton.

Simmons, el favorito a batir

Y en el caso del Óscar al mejor actor secundario, está claro que el objetivo a batir es J. K. Simmons, más conocido por sus papeles en televisión o por ser el editor J. Jonah Jameson de la saga Spider-Man, dirigida por Sam Raimi, y que este año ha dado la campanada como profesor de métodos poco académicos en Whiplash, la apuesta del cine independiente.

Se ha llevado el Globo de Oro, el Bafta, el premio de los críticos de Nueva York y Londres, y el Screen Actors Guild. Una interpretación muy aplaudida y que ha eliminado de la competición a otros cuatro nominados, merecedores cada uno de ellos del Óscar.

Edward Norton está divertido e irreverente en Birdman y sería un más que justo ganador de una estatuilla a la que ya ha optado en dos ocasiones anteriores sin suerte, por Primal Fear (1996) y American History X (1998).

El veterano Robert Duvall buscará su segundo Óscar –el primero fue por Tender Mercies, en 1984– por The Judge y Mark Ruffalo intentará estrenarse con su papel de entrenador de lucha libre en Foxcatcher.

Tampoco tiene Óscar, Ethan Hawke, quien llega con su cuarta nominación –tras las de Training Day (2001), Before Sunset (2004) y Before Midnight (2013)– por el padre poco presente de Boyhood, de nuevo a las órdenes de su amigo Richard Linklater.

Streep, a establecer récords

Una película por la que también está nominada su exmujer en la ficción, Patricia Arquette, que se estrena en los Óscar, a los que llega con el Globo de Oro, el Bafta y el Screen Actors, entre otros.

Es la que se destaca de las cinco nominadas en una categoría, la de mejor actriz secundaria, en la que no hay una clara favorita.

Sobre todo porque una de las candidatas es Meryl Streep, quien –de ganar este año– igualaría los cuatro Óscar que posee la gran Katharine Hepburn, una cifra que solo ella ha logrado.

Streep llega con su 19.ª nominación, por su papel de bruja en Into the woods, un musical inspirado en los cuentos de los hermanos Grimm.

La veteranía e impresionante trayectoria de Streep frente a la juventud desafiante de Emma Stone, con su primera nominación a sus 26 años, por el papel de la hija de Keaton en Birdman, en el que planta cara al gran elenco que protagoniza la película.

Mientras que Keira Knightlet ha conseguido su segunda nominación –la primera fue en 2006 por Pride & Prejudice– por ser la única mujer del grupo de matemáticos y científicos que trabajó con Turing en la Segunda Guerra Mundial, para descifrar el código con el que los nazis encriptaban sus mensajes. Es la historia de The Imitation Game.

La que menos posibilidades parece que tiene es Laura Dern, también en su segunda nominación, por su papel en Wild junto con Reese Whiterspoon.

Sea cual sea la decisión de los académicos de Hollywood, esta se conocerá hoy en la gala en el teatro Dolby de Los Ángeles, que se retransmitirá al mundo entero.

EFE/Reportajes

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