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Venta de lotes con pueblo
Como consecuencia de las ventas de grandes extensiones de tierras públicas, realizadas en las últimas décadas del siglo anterior, varios pueblos pasaron a ser propiedades privadas.
Ante esta situación, el Gobierno paraguayo tuvo que recurrir a la expropiación de los terrenos que conformaban los núcleos urbanos de varias localidades y a la transferencia de los mismos a los pobladores afectados.
El primer casco urbano expropiado fue el de Itacurubí de la Cordillera, en octubre de 1915. Le siguieron Mbuyapey, en setiembre de 1921; Maciel, en junio de 1926; Arroyos y Esteros, en setiembre de 1927; Juan de Mena, en julio de 1928; Caapucú, en julio de 1929. Ese mismo año, en agosto y octubre, fueron expropiadas las tierras de Borja y Ybytymí.
En octubre de 1924, se expropiaron tierras pertenecientes a Villa Franca, para colocar en ellas el pueblo de Alberdi.
Las pinturas de la iglesia de Trinidad
Las pinturas ornamentales de las naves de la iglesia de Trinidad, realizadas bajo la dirección del arquitecto Alejandro Ravizza, fueron hechas por los señores Domingo Sosa y Buenaventura Usedo. Oficiaron de ayudantes los aprendices Jesús Domínguez y Saturnino Centurión.
Aviación comercial
La primera empresa de aviación comercial de nuestro país fue Líneas Aéreas de Transporte Nacional, (LANT) que se creó el 12 de julio de 1944. Comenzó a operar con tres avionetas “Fleet” biplazas y dos “Caproni”.
Posteriormente, la firma adquirió tres aviones más: un “Breda 44” y dos “Travel Air”.
En 1947, LANT adquirió otras aeronaves, entre las que destacaban cinco “Stinson Relian” y dos “Stinson Voyager”.
Desde 1950, la empresa comenzó a operar desde la pista del Aero Club del Paraguay, en el Km 5 de la avenida Eusebio Ayala, donde actualmente se encuentran una empresa importadora de vehículos, una entidad bancaria y un shopping center.
Casi niños
Cuando uno piensa en los conquistadores españoles que llegaron a América hace medio milenio, se imagina a hombres recios, ceñudos y de edad madura. Pero, sin embargo, la historia refuta esa imagen común. La mayoría de ellos eran jóvenes de edad, casi adolescentes. De hecho, muchos de ellos lo fueron.
Por ejemplo, el capitán Francisco de Mendoza tenía 20 años, Pedro Hernández, 23; Nufrio de Chaves, a los 22, ya estaba fundando ciudades. Alonso Riquelme de Guzmán tenía 17 cuando comenzó a ser famoso, así como también Ruy Díaz de Melgarejo, a los 21.
Carlos Dubrin tenía 17 y Garcí Venegas, 21, cuando ya tenía destacado papel en aquellos lejanos sucesos. Martín Suárez de Toledo tenía 20 años cuando llegó a estas tierras. Por su parte, Antonio de Añazco solo contaba con 14, Francisco Ortiz de Vergara, 22; Vicencio de Baeza, 21; Diego de Mendieta, 18 y ya era gobernador. Jaime Rasquín tenía 23 años y Francisco Carrillo de Saavedra, 16.
Los más maduritos fueron Domingo Martínez de Yrala, 25; Juan de Salazar de Espinoza, 26, y Ulrico Schmidl, 23, cuando empezaban a escribir la historia asunceña. Este último fue el autor de una de las primeras crónicas acerca de la primera aventura europea en el Paraguay.
Torpedos fluviales
Durante la guerra que el Paraguay sostuvo contra la Triple Alianza, conformada por la Argentina, el Brasil y el Uruguay, se utilizaron torpedos destinados a dañar las embarcaciones aliadas. Estuvieron fabricados por un técnico de nacionalidad norteamericana, Mr. Bell, quien murió en Asunción en el transcurso de la contienda.
Según cuenta el capitán Richard Burton, viajero inglés que estuvo en el Paraguay durante la guerra, el sistema se activaba por fricción y era sencillísimo: una carga de 40-50 libras de pólvora, en un cilindro de hierro fundido, se encendía cuando unos pernos colocados en cada extremo golpeaban contra un frasquito con ácido sulfúrico embebido en clorato de potasio.
El cilindro –dice– se colocaba en un barril cubierto de planchas de cobre que flotaba y estaba protegido por una estructura de cuatro barras de hierro, que, por supuesto, subía y bajaba el río. Este artefacto se copió aparentemente de los Estados Confederados, que así mejoraron el antiguo sistema de disparar tubos de cañones comunes con un mecanismo disparador activado desde la orilla o por la nave que pasara.