Europa ya no es imposible

Los tiempos han cambiado y la tecnología hace que los sueños que otrora eran “imposibles”, ya no lo sean. Hoy se puede disfrutar de un viaje a Europa gastando, incluso, menos de la mitad de lo que hubiese costado hace 10 años y con mucha más emoción.

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La tecnología nos ha facilitado la vida en todos los sentidos y una de sus bondades más “benditas” es que facilita la vida también para los soñadores más inquietos. El gen paraguayo no tiene mucha cultura de viajes, sobre todo porque desde pequeño se piensa que para conocer otros países es necesario tener mucho dinero. Sin embargo, en la actualidad hay una serie de tips para ahorrar tiempo y plata.

El porcentaje de dinero a ahorrar varía mucho de acuerdo a los límites de comodidad a los que cada persona esté dispuesta a llegar; todas las opciones son confiables y seguras. A la hora de planear un viaje, siempre es preferible hacerlo con tiempo, pero tampoco es algo determinante, ya que hay opciones para ahorrar en todo. Un buen consejo es evitar las temporadas altas en cada destino, ya que los precios llegan a duplicarse; en Europa, esto inicia en junio y se extiende hasta setiembre.

Ahorrar desde el primer paso

Habitualmente, el primer paso para “emprender vuelo” era visitar una agencia de viajes. En la actualidad ya no se necesita perder las horas de trámite ni reuniones; todo se puede programar desde la casa u oficina vía internet. Desde los pasajes, las reservas de alojamiento, entradas a museos y las actividades según cada gusto –y sin pagar las costosas comisiones de las empresas dedicadas a esto–.

Existen páginas de internet buscadoras de vuelos low cost, es decir, de bajo costo, a través de las cuales se pueden seleccionar el destino, fecha, cantidad de plazas e ir probando la fecha más conveniente. También, se pueden comparar los precios entre una página y otra. Dos ejemplos son www.skyscanner.comy www.tripadvisor.com.ar. También tienen opciones para buscar, por ejemplo, la fecha más barata en el mes o el año, o el destino más barato no solo de la región, sino del mundo.

Incluso estos precios, que de por sí ya son bajos, se pueden reducir más mediante otra página que se dedica a abaratar los costos, en algunos casos entre 10 y 30 % del precio encontrado. El sitio www.darjeelin.comcuenta con vasta experiencia en la optimización de precios y organización de viajes, pero para recurrir a ellos se debe tener un poco de paciencia, ya que, a veces, demoran hasta una semana en entregar los resultados.

Alojamiento: de barato a ¡gratis!

Este es un punto en el que uno debe estar muy seguro, ya que las jornadas de turismo en Europa suelen ser muy extenuantes –sobre todo para los paraguayos, que no estamos acostumbrados a caminar mucho– y un buen descanso es un punto de vital importancia. Antiguamente, siempre se recurría a hoteles, pero estos suelen tener los precios más altos y se llevan gran parte del presupuesto, a pesar de que muchos ni siquiera son muy confortables.

Desde hace algunas décadas se recurre a los hostales, cuya principal diferencia con un hotel –además del precio– es que ofrecen habitaciones compartidas, incluso con más de 20 personas, algunas solo de mujeres, hombres y mixtas; en algunos casos, también se comparten los baños. Asimismo, tienen cocinas en las que cada huésped puede prepararse sus propios alimentos.

Estos lugares son ideales para quienes viajan solos, ya que se puede conocer a otros viajeros e intercambiar experiencia, tips de viaje, consejos útiles sobre las ciudades a visitar y, por supuesto, conseguir compañía para visitar los sitios turísticos. El ambiente en los hostales suele ser muy distendido y se crea una atmósfera de complicidad al compartir no solo las habitaciones, sino también el comedor, lavadoras y ambientes comunes.

Para quienes viajan con más tiempo y menos dinero están redes como Workaway, en la que se puede intercambiar trabajo por techo y comida. Habitualmente, son granjas en las que se trabajan tres días, pero se gana alojamiento para cinco días más o, incluso, casas de familia que desean que sus hijos aprendan idiomas.

Sin embargo, una de las prácticas más comunes en la actualidad es la de la red social www.couchsurfing.com que, básicamente, es una red de intercambio de alojamiento en la que uno tiene la posibilidad de quedarse en viviendas de locales de manera gratuita, compartiendo no solo el techo y la comida, sino la cultura de cada lugar. Representa una oportunidad de conocer en profundidad la forma de vida, el pensamiento de los lugareños y de entender muchas cosas que yendo como un “turista de hotel” se pierde, como, por ejemplo, por qué no son bien vistas las mujeres con cabello corto en la India, o que es de mala educación entrar con calzados a una casa en Finlandia.

Quedarse con locales también da la posibilidad de conocer los lugares poco promocionados, pero llenos de belleza. Esta sería la forma más barata y real de conocer un lugar.

Los paraguayos también tenemos una gran ventaja ante el mundo: y es que el nuestro es “el país de los amigos”, y no solo en el mal sentido de la expresión. Es que en cuanto se anuncia un viaje a Europa, siempre aparecen personas a nuestro alrededor que tienen familia, amigos o, incluso, conocidos dispuestos y deseosos de recibir a un compatriota en aquellas lejanas tierras.

Moverse con emoción

En Europa tienen envidiables sistemas de autocompartido que garantizan buen precio (suelen ser, incluso, la mitad de lo que cuesta un vuelo o pasaje en tren) denominados Blablacar y Amovens, que son páginas en las que solo se necesita suscribirse con una cuenta de Facebook, colocar el punto de partida, el destino y la fecha que se desea viajar. Por ejemplo, ir de Madrid (España) hasta París (Francia) puede costar desde 70 euros (casi 100 euros menos que en avión o 50 menos que autobus), con la comodidad que da un automóvil, y la posibilidad de hacer paradas y disfrutar más a pleno de los paisajes, aprovechando también para conocer a más personas.

Dentro de las ciudades, se cuenta con los tiquetes de transporte de varios viajes, que suponen un gran ahorro y se pueden usar para metro, bus, tranvía e, incluso, para algunos funiculares.

Comida barata, pero deliciosa

La hora de comer es una de las más delicadas, ya que difícilmente se puede encontrar comida callejera como en nuestro país, pero, por ejemplo, si uno se aloja en hostales, puede recurrir a los supermercados; la mayoría de ellos tienen “líneas blancas” o propias de cada cadena, cuyo costo es mucho menor, pero con calidad certificada y muy buen sabor. Incluso, la variedad de comida para nada más que recalentar es muy diversa.

En España, un buen truco es ir a los mesones y tabernas tradicionales, conocidas por el tamaño de sus tapas o aperitivos que sirven con cada trago adquirido. Sin embargo, es necesario informarse bien acerca de ellos, ya que cada vez hay menos.

Museos y actividades gratuitas

En internet se puede encontrar información sobre las actividades que se pueden hacer de manera gratuita en cada ciudad; incluso, hay blogueros de viaje que elaboran listados con los horarios de entradas gratuitas a museos, con lo que se puede combinar de manera perfecta los días y horarios para hacer cada cosa y no perderse de nada.

En las grandes ciudades también se ofrecen tours gratuitos, o más bien sujetos a propinas, que ofrecen paseos a pie con guías certificados; es cuestión de investigar un poco en la web. Lo ideal es dejar siempre un poco de tiempo para observar con detenimiento el movimiento de cada ciudad, no solo la belleza de sus magníficos monumentos. Para ahorrar, solo es necesario un poco de viveza y una buena conexión a internet. ¡El resto es solo cuestión de estar dispuestos a disfrutar!

mbareiro@abc.com.py

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