La amistad hoy

“No tiene ningún amigo el que tiene muchos amigos”, dijo el filósofo Aristóteles en el siglo IV a. C. Y en su época no había internet ni redes sociales. No obstante, ya entonces, el pensador había dado con la clave del concepto de la amistad, el cual, actualmente, ya no tiene el sentido de otras épocas. “Lejos de ser lo que define la Real Academia Española como amistad: ‘Afecto personal, puro y desinteresado, ordinariamente recíproco, que nace y se fortalece con el trato, donde se presupone una buen dosis de afinidad y conexión’, la amistad cobra un nuevo sentido, más frívolo y distante”, refiere la sicóloga Paola González.

Afirma que, a diferencia de las generaciones anteriores, en la actualidad, cuantos más amigos tenemos, mejor. Aunque estén al otro lado de la computadora. “Se devaluó el concepto de la amistad. Es raro ver una persona que no tenga algún ‘amigo’ agregado en las redes sociales, con el que apenas tiene relación o al que ni siquiera conoce en persona. Facebook es la más popular de estas plataformas. Se vive una amistad muy individualista”.

-¿Hay un replanteo del significado de la amistad?

-A partir de la década del 2000, con la aparición de MySpace y Hi5 primero, y Facebook y Twitter después —entre otras—, se ha llegado al replanteo del significado del término “amistad”. Ya no es el mismo que se utilizaba hace 20 años.

-¿Para muchos, la amistad hoy solo pasa por una relación virtual a través de una red social?

-Las redes sociales expuestas por la popularización del servicio de datos móviles y los teléfonos inteligentes son una presencia permanente de la vida cotidiana. Los niños y jóvenes ya no hablan de “abrir Facebook” o “entrar en Twitter”. Están en las redes de manera permanente. Comparten actividades, gustos, quedan imágenes, música, mensajes, noticias, etcétera. Como todo fenómeno explosivo, esto trae voces a favor y en contra.

-¿La pérdida de valores sería la causa?

-Los valores no “se pierden”; cambian, se transforman o se mantienen. Así, por ejemplo, el antropólogo francés Marc Auge dice: “Las redes sociales no son más que una metáfora y no crean relaciones. Solo puede existir si esta relación existe de antemano”.

-¿Lo que une a las personas no es un vínculo afectivo?

-La mentalidad de consumo, el esquema que tan fácilmente introyectamos de “usar y tirar”, impregna también el mundo de las relaciones interpersonales y, entre ellas, el de las relaciones de amistad.

-Sin embargo, actualmente, hay más posibilidades de hacer amigos gracias a las redes sociales.

-En la actualidad existe una posibilidad inmensa de hacer “amigos”; las redes sociales facilitan el contacto con amigos con los cuales habíamos perdido relación, ya sea por el tiempo o la distancia. La libertad es un elemento fundamental de la amistad; si no existe libertad, no existe amistad. Las personas buscan afinidad y conexión con la otra para poder iniciar una relación que le dan por llamar amistad. Pienso que todavía existe la libertad de elegir los amigos. Nos mueve un interés o algo en común con la otra persona.

-¿Esto significa la prevalencia del individualismo en las relaciones sociales?

-El mundo actual se mueve a un ritmo muy acelerado, ya casi no hay tiempo de compartir, pero las personas atesoran amistades. Si bien, en su mayoría, esas 500 personas a las cuales llaman amigos en el Facebook no son las que están, en los momentos que se necesita verdaderamente un amigo, más bien tienen amigos verdaderos que se forman en el camino de la vida. Estos son un soporte muy importante en los momentos difíciles en los que una persona puede llegar a necesitar de un verdadero amigo.

-¿Cuánto quedará en pie de este viejo modelo del cual habla?

-Si bien nuestra sociedad, en constante cambio, nos exige cambiar con ella, los valores —como mencioné con anterioridad— no cambian, se transforman. Creo que la base del modo de cómo uno elige sus amistades se mantendrá. Para determinar con quién me gustaría relacionarme, busco una conexión, una afinidad. La forma de vincularse será de una manera más rápida, pero con menos contacto, quizás más individualista.

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