Libertad creativa

La artista plástica Adriana Duarte plasma nuevamente a las superhadas y resalta el empoderamiento de las mujeres. Plantas, cabellos, arcoíris y lunas son los elementos que recrean y abundan en la muestra que se inicia pasado mañana en Verónica Torres Galería de Arte.

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Adriana Duarte es una artista paraguaya conocida por llevar su arte hacia diferentes técnicas, como acuarela, collage, grafito, tinta china, acrílico e, incluso, experimentar sobre elementos tridimensionales, siempre con una visión moderna. 

Su obra plástica salió “a la luz” a muy temprana edad. Tiene como primera escuela el bachillerato en Diseño Gráfico, en el colegio Las Teresas y, luego, en la Facultad de Arquitectura, adentrándose cada vez más en el mundo de la creación.

“Vengo de una familia de médicos, en su gran mayoría, y músicos; artistas plásticos, ninguno. Creo que esta veta nace en el colegio, al cursar el bachillerato en Diseño Gráfico; allí despertó en mí el interés por el arte, la pintura y lo comencé a desarrollar mucho más en la facultad. Ambas experiencias fueron muy valiosas, porque me conectaron con el arte y otros artistas. Las oportunidades, consejos y apoyo vinieron gracias a esas conexiones”, cuenta.

Sus antecedentes son variados, así como sus trabajos artísticos. Desde el 2008 asiste a los talleres de pintura y proceso creativo con Osvaldo Camperchioli, a quien toma como tutor en el camino del arte y con quien logró saltar a una etapa nueva, más colorida y abstracta, pasando de lo figurativo a la mancha. “Él es mi maestro, sabe de mi proceso, es mi escuela”, admite.

En el 2015 participó de la clínica de obras y proyectos con Enrique Espínola y clases-laboratorio de grabado con Luvier Casali.

Marca presencia en numerosas exposiciones colectivas, con diferentes grupos de artistas, en el Paraguay y Argentina. Entre las más destacadas menciona De-deconstrucciones, De-deforestaciones, una exposición a dúo con la artista Marta Rocío Benítez; Mujeres Súper-Hadas, una primera muestra individual, y Mujeres de Papel, durante la primera edición de la Noche de las Galerías.

En su manifiesto de artista expresa que se dedica al arte por una profunda necesidad de exponer de forma no verbal. “Todo mi universo nace a partir de mis experiencias. Por lo tanto, en mis obras plasmo inquietudes, necesidades, estados de ánimo y curiosidades”, dice.

Añade que su estado espiritual es el motor que moviliza su trabajo: felicidad o enojo, satisfacciones o frustraciones; también, la admiración que siente por el trabajo de otros artistas. “Ellos me inspiran siempre”, asegura.

En esta nueva serie de pinturas, que estará expuesta en Verónica Torres Galería de Arte (Shopping Mariscal) desde pasado mañana, a las 19:00, Adriana muestra nuevamente a las superhadas. Por un lado, la naturaleza como fuerza vital de la tierra en su capacidad de germinar, brotar y hacer crecer exuberantemente las plantas. Por otro, mujeres arcoíris capaces de propiciar el acto mágico de la creación, como puente místico entre el cielo y la Tierra, en sus largos cabellos cual antenas a los cielos. Finalmente, la Luna, símbolo del femenino celestial; la que rige las aguas, mareas y hace crecer el reino vegetal. “La señora de los misterios, los nacimientos, el inconsciente y la magia”, afirma la artista.

Plantas, mujeres, cabellos, arcoíris y lunas son los elementos que recrean el acto mismo de la creación en los tres niveles: telúrico, terrenal y celestial, y que se podrá apreciar en la galería de arte. Con sus trabajos se pueden descubrir a las mujeres superempoderadas, que mucho tienen que ver con el universo, la felicidad y la seguridad de ser mujer.

Se siente orgullosa de poder transmitir arte, revelar su alma a través de la pintura y contar con el apoyo familiar. “Mi entorno siempre me apoyó y apuntaló; eso también fue determinante”.

Actualmente, no solo pinta; también es miembro de la Asociación de Artistas Solidarios y de Gente de Arte. Claro que los premios no faltan en su carrera: primer puesto en el III Concurso de Grabado realizado conjuntamente entre el Centro Cultural Paraguayo Americano (CCPA) y Paraguay Kansas, tercer puesto en el Premio de Dibujo Pindú y mención especial en el Premio Matisse por la obra Mujeres Hipocondriacas.

Adriana trata de ser fiel a sus convicciones, a lo que cree. Esa integridad inherente detrás de su trabajo le empuja a explorar y crear. No todos los pintores lo logran.

ndure@abc.com.py

Fotos: Gentileza.

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