Más allá del cielo

La delegación paraguaya que participó de la IX edición de las Olimpiadas Latinoamericanas de Astronomía y Astronáutica (OLAA), realizada en Chile, obtuvo una actuación destacada al traer a casa cinco medallas: dos de oro, dos de plata y una de bronce.

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“Sonrían, luzcan divertidos. Son jóvenes”, les pido para la sesión de fotos. “Es que ellos no son como los otros chicos”, me dice una de las madres entre risas. Y es así. Su interés no está en la tierra, sino en el cielo. Son jóvenes que representaron al Paraguay en la IX edición de las Olimpiadas Latinoamericanas de Astronomía y Astronáutica (OLAA), realizada en Atacama, Chile, entre el 8 y 14 de octubre. 

Tras una larga selección de pruebas escritas y prácticas —que incluían exámenes de astronomía, física, cosmología y astronáutica, además de manejo de telescopios y procesamiento de datos de observación, durante siete días—, Cosme Aquino (16), Jazmín Romero Doldán (18), Sebastián Núñez (17), Mauricio Romero (18) y Sergio Airaldi (18) tuvieron una relevante participación en la competencia regional realizada en el desierto chileno. 

Jazmín Romero y Sebastián Núñez obtuvieron medallas de oro; mientras que Cosme Aquino y Mauricio Romero lograron las de plata, y Sergio Airaldi se alzó con la de bronce. Pero antes de llegar a Chile, los adolescentes tuvieron que pasar por una competitiva selección a nivel nacional. “Luego se seleccionan unos 15 chicos —este año fueron 20—, y después quedan cinco, los que representarán al Paraguay en la competencia”, explica Jazmín. 

Este proceso se realiza en diferentes países de Latinoamérica, como Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Ecuador, México, Colombia y Perú, y los cinco mejores son los que representan a sus países. “Uno de los objetivos de la Olimpiada, además de la competencia, es integrar a los participantes de todos los países de modo que se comparta más y promover la cooperación internacional”, comenta Cosme. 

Mauricio aporta que durante las olimpiadas no todo es competencia. Realizaron también actividades turísticas, entre las que estuvieron la visita al Observatorio Europeo Autral, situado en el cerro Paranal. “Un lugar muy lindo, ubicado a una altura de unos 2600 m, prácticamente por encima de las nubes. Se construyó allí porque tiene uno de los cielos más lindos del mundo”, comenta.

Además visitaron el complejo Very Large Telescope (VTL), que consiste en cuatro telescopios secundarios y cuatro principales. “Que en su conjunto conforman un telescopio imaginario de unos 130 m de diámetro”, añade Sergio. Para esto se utiliza una técnica denominada interferometría, con la que se logra unir las imágenes de los ocho telescopios. “Con esto se consigue una imagen mucho más grande y de mayor resolución de lo que se podría obtener en cualquier otro lugar o con otro telescopio”, explica Jazmín. 

Durante siete días, los estudiantes se enfrentaron a cinco tipos de pruebas, como resolución de problemas teóricos de forma individual y grupal. En esta última se rinde con tres estudiantes de tres países distintos. También hay una prueba de cohetería, en la que tienen que construir, diseñar y lanzar un cohete intraneumático. Explican que esto también es grupal. Gana el que llega más lejos. Y, por último, la prueba observacional. “Como fue en el desierto de Atacama, salimos a la noche a observar el cielo. Aquí teníamos que demostrar habilidades para la observación y reconocimiento de constelaciones y objetos celestes”, explica Sebastián. 

Según el Prof. Ing. Miguel Ángel Volpe —uno de los profesores guías, quien junto con Tomy Knatta, Pedro Acosta y Nico Vergara acompañó a los chicos—, esta zona es la que cuenta con la menor polución lumínica. “Es el sitio más limpio del mundo y se puede observar el cielo unos 320 días al año”, detalla. “Es por eso que allí se construyó el Observatorio Europeo Austral”, agrega Jazmín. 

Los premios se otorgan conforme al puntaje logrado, en una sumatoria de las cuatro pruebas. Si se alcanza un 90 % del puntaje total, se logra la medalla de oro; desde el 80 %, la de plata; hasta 72, la de bronce y menos de eso, mención de honor. Es de destacar el nivel de nuestros estudiantes a pesar de estar en desventaja con respecto a otros países que cuentan con observatorios, planetarios en dónde mirar. “En el Paraguay no tenemos e, incluso, en otros países Astronomía se da como materia en el colegio. Y tienen también mucho más apoyo de los países a los que representan. Incluso conocimos chicos que tenían un observatorio en su propio colegio”, puntualiza Jazmín. 

Según Mauricio, Paraguay tuvo mejor desempeño que algunos países con mayor infraestructura. “Estudiamos mucho”, acota Jazmín y se dispara un coro de risas. 

Para integrar el grupo que representaría al país, los postulantes participan en la Olimpiada Paraguaya de Astronomía y Astronáutica, que consiste en dos instancias. La primera es online. Si se supera un puntaje mínimo, se califica para un examen presencial que se realiza anualmente. “Entre casi un centenar de los que rinden este último examen, se seleccionan los 20 mejores puntajes. De ellos, todos pasan por unos exámenes finales y quedan los que obtienen el mejor puntaje. Este año quedamos cinco para participar de la competencia”, explica Mauricio. 

El costo del viaje y otros gastos fueron financiados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), a través de la Universidad del Cono Sur de las Américas. “Tenemos un convenio con ellos. Conacyt se encarga de pagar los pasajes y los gastos que corresponden a la parte internacional”, detalla el Ing. Volpe, quien también es presidente del Club de Astrofísica del Paraguay.

Adelantan que el año que viene, el Paraguay será sede de las X Olimpiadas Latinoamericanas de Astronomía y Astronáutica (OLAA). “Hacemos un llamado a todos los chicos que quieran participar. Las clasificatorias empiezan en unos meses. Así que estén atentos”, anima Mauricio. Para el Ing. Volpe, la idea es que participen 10 estudiantes compatriotas. “Porque al país anfitrión se le permite tener dos equipos. Esto favorece a aprender a trabajar en equipo, porque es casi seguro que si en el futuro se tiene una astronomía más desarrollada, no lo va a poder hacer un país solo; tendrá que ser en conjunto”, expresa. 

El año que viene los chicos tienen también la intención de participar en la olimpiada que se realizará en Sri Lanka. “Es un paso más, un nuevo nivel. Es más complicado, participan más de 40 países”, explica Mauricio. “Pero estamos seguros de que vamos a poder llegar al nivel del resto de los países y hasta superarlos”, asegura Jazmín. 

¿Y por qué no? Nuestros chicos han demostrado que tienen la misma capacidad que ellos y aún para más. Es cuestión de proponerse.

mpalacios@abc.com.py • Fotos ABC Color/Javier Cristaldo/Gentileza.

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