Miss conductora

Fue Señorita Paraguay, modelo y presentadora de tevé. Un día se dio cuenta de que servir a los demás era lo que en realidad la hacía feliz e ingresó al cuerpo de bomberos, y de allí ganó un concurso de méritos para conducir y salvar vidas en una ambulancia.

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Liliana Cantero es de Asunción. “Nacida, criada y malcriada en el populoso barrio San Antonio”, cuenta. En 1987 ingresó a la carrera de Economía. Y cuando ese año se llevó a cabo el concurso de elección de reina en la facultad, sus compañeros la animaron a que se inscribiera al certamen. En esa época, los concursos de belleza en las universidades eran muy prestigiosos e, incluso, eran auspiciados por las más importantes casas de moda del país. 

Al año siguiente, en el segundo curso, uno de los profesores preguntó si una de las compañeras estaba interesada en presentarse para el concurso Señorita Paraguay. “‘Nosotros tenemos la reina de nuestra facultad’, dijeron mis compañeros”, recuerda. Se presentó y el cetro de belleza de Señorita Paraguay fue para ella. Esto le dio el pase para concursar, en enero de 1989, en el certamen Internacional del Café, en Manizales, Colombia. “Fue una experiencia muy bonita. Solo que en esa época no tenía el destaque que se tiene hoy, como el auspicio de las boutiques u otras empresas. Fui sola”, evoca. 

Su familia le proporcionó el traje típico y el traje de noche. Y gracias a que sus compañeros juntaron dinero para comprarle las plumas del Chaco pudo llevar el traje alegórico. “Todo elaborado por amigos, casa, familia”, rememora. Aunque era una de las participantes de más bajo perfil, se destacó por tener el rostro más bonito entre las concursantes.

A la par de que Liliana era contadora en una compañía de seguros, también era promotora en la Expo de Mariano Roque Alonso. Fue así que en 1990 se presentó al certamen de belleza de la Expo. Y, nuevamente, se hizo con la corona. De allí a desfilar en las pasarelas el trecho fue muy corto. “Una de las compañeras de la Expo me dijo que me presentara para ser parte del staff de Tiempo de Moda, una de las agencias de modelaje más importantes de la época”, dice.

Liliana no pudo terminar su carrera de Economía, debido a sus compromisos laborales. 

También incursionó en el mundo de la televisión. Desde 1989 hasta 1991 fue conductora del programa de televisión Feliz Domingo en Canal 9. Dejó el programa y las pasarelas cuando, en 1992, tuvo a su única hija, Luz Marina. Pero siguió como promotora en la Expo durante 10 años. 

Después realizó un cortometraje para una publicitaria que también ganó un premio. Y seguía con los trabajos de promoción con un horario, según dice, muy exhaustivo. “Trabajaba de siete de la mañana a cinco de la tarde. Desde los viernes hacíamos eventos hasta el domingo e, incluso, entre semana. Era una época en que las promotoras trabajaban en lanzamientos de libros, marcas. Eran eventos muy lindos. Era otra época, muy diferente”, refiere. 

En ese tiempo también le nació el deseo de formar parte del cuerpo de bomberos, solo que todavía no aceptaban mujeres. “Siempre que veía accidentes, quería ayudar y no podía. Además, tenía amigos que eran bomberos. Y siempre les decía: ‘Cuando se acepten mujeres, yo voy a ser bombera”, evoca. 

En 1999 se presentó como aspirante. Hizo nueve meses de academia y juró entre los 10 primeros de su promoción. A partir de entonces no paró más en todo lo que se refiere a servicio a la comunidad. Un año después se realizó el curso de manejo defensivo, y rindió en uno de los móviles más antiguos en el Aratirí. “¡Mis compañeros me dijeron que no se subirían conmigo!”, recuerda entre risas. ¡Y pasó! Y desde el 2000 conduce ambulancias y carros hidrantes. Se cumplió su sueño de conducir vehículos de emergencia. 

En el 2009, el Ministerio de Salud convocó a un concurso de conductores de ambulancias. Liliana se presentó. “Rendí el examen escrito, el práctico y gané el concurso de méritos”, comenta. 

Hace dos años, al mismo tiempo que su hija Luz Marina se recibía de licenciada en Nutrición, Liliana también optaba por el título de licenciada en Enfermería. “A los 46 años me decidí a estudiar de nuevo. Era mi mayor anhelo, porque pude retomar después de muchos años”, revela.

Liliana Cantero asegura que vivió una vida bastante completa. “Aunque fui madre soltera, también experimenté la convivencia, la vida en pareja por muchos años. Hoy vivo dedicada a mi trabajo, terminé la facultad y me dedico de lleno a mi profesión. Soy presidenta de una comisión vecinal en mi zona, en Villa Elisa. Trato de ayudar a toda la gente”, confiesa.

¿Cómo fue para que después de haber sido reina de belleza y haberse dedicado al modelaje optara por una actividad totalmente diferente? “Llega un momento de la vida en que servir a los demás hace tanto bien. Creo que uno de los principios del ser humano es encontrar la alegría haciendo el bien. Me siento una mujer bendecida. Todo el bien que uno hace en la vida, vuelve con la misma fuerza. Tengo casi 50 años y creo haber hecho bien las cosas. Quiero dejar una huella, sobre todo que mi hija vaya pisando”.

mpalacios@abc.com.py

Fotos: ABC Color/Roberto Zarza/Arcenio Acuña.

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