Padre es quien educa

El padre, cuyo día se recuerda hoy, cumple un rol indispensable en la familia, aportando experiencias, actitudes y situaciones para el buen relacionamiento familiar. La sicóloga Daisy Abente reflexiona sobre la presencia de esta figura como principal motor de desarrollo de los hijos.

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La sicóloga Daisy Abente dice que está bueno tomar estas fechas de recordación como un momento de reflexión sobre el verdadero rol de los papás. “El hecho de ser padres, para algunos, puede ser una ‘imposición’ social –pareciera que si no tenés hijos, no sos importante; nada tan errado–, pero es deseable que el rol se lo realice por el verdadero sentimiento de amor que sentimos”, expresa.

Y agrega con determinación: “Padre no es solo quien engendra, sino más bien quien educa. En el día a día se forja la relación tan particular entre padres e hijos, y son ellos (ella y él) los primeros grandes y eternos educadores de los niños y jóvenes. La escuela cumple un rol formativo y social, pero los valores, principios, modales, costumbres, tradiciones se adquieren en la casa, específicamente viendo lo que mamá y papá hacen o la familia hace”. 

Abente afirma que los padres tienen una responsabilidad atemporal con los hijos, en el sentido de que la relación es de por vida. “Ahora bien, a medida que los hijos crecen y maduran, haciéndose responsables por sí mismos de sus pensamientos y acciones, los padres son simples espectadores de la vida de ellos. La infancia debe terminar, y los padres deben ayudar a sus hijos a formarse en adultos y a madurar”, explica la sicóloga, coach ontológico y terapeuta familiar.

En cuanto a la relación con la escuela o institución, manifiesta que esta es temporal. “La escuela tiene estructura propia y sus requisitos. Tanto escuela como familia son instituciones básicas en una sociedad. En ambas son necesarias la estructura, el orden, el liderazgo y, sobre todo, fortalecer el aprendizaje. Aprendemos en el error; es por eso que la figura del adulto en cualquiera de los dos casos es fundamental. Ese adulto que pone límite, regula, orienta y acompaña el crecimiento del niño o joven”. 

Acerca de la actitud que deben asumir los padres en la formación de sus hijos en la primera infancia, Abente responde sin titubeos: “Los padres deben estar seguros de sí mismos, tener pensamientos claros y un propósito de vida. Deben definir cuáles son sus valores y qué principios van a regir en su vida. Son ellos quienes deben diseñar qué tipo de familia quieren construir, y perseguir ese sueño. Los valores básicos que necesitan para tener una convivencia armónica son el respeto, la tolerancia, la paciencia, la perseverancia, el perdón, la honestidad, el compromiso, la responsabilidad. Pero, sobre todo, deben ser éticos y coherentes entre lo que piensan, dicen y hacen, siendo así el valor de la integridad relevante en la tarea educadora”. 

La entrevistada reitera que el padre cumple un rol fundamental en la educación de un niño; es una figura de autoridad, seguridad, protección, contención y formación. Debe marcar el error y enseñar a repararlo en el caso de que se cometa. “Me parece que como padres ganamos mucha legitimidad ante nuestros hijos mostrándonos humanos; somos nosotros quienes cometemos errores, nos equivocamos, pedimos perdón y perdonamos. Somos quienes podemos cambiar de opinión, aprendemos con ellos, pero nuestros valores e integridad no deben cambiar”. 

Si bien los papás –y las mamás– trabajan en su mayoría, el rol paterno no se desentiende en el tiempo ni espacio. Es decir, este sigue siendo papá aunque no esté con su hijo el día entero, lo que implica que habrá un momento diario para hablar de lo que pasó en el día y qué experiencias tuvieron. 

La sicóloga señala que una de las mejores actividades que los padres pueden tener con sus hijos es acompañarlos en lo que realizan. “Desde estar más activos en las reuniones del colegio, participar en el consejo de delegados o la asociación de padres, acompañarlos a algún deporte o actividad artística y que ese acompañamiento sea activo –no dejarlo y pasarlo a buscar–, sabiendo quiénes más van, qué experiencias tienen ahí y, sobre todo, cómo se desenvuelven en la vida. La principal tarea es darles herramientas a sus hijos para desarrollarse, tener satisfacciones y, sobre todo, aprender a vivir en comunidad para dar aportes constructivos”. 

Ser padres no es fácil ni se ejerce con una guía de instrucciones; uno ejerce su función paterna con lo que es –aprendido y por elección– y actualizándose con los avances del mundo que le toca. “Debe ser autoridad en su casa –no autoritario–, poner límites, aplicar consecuencias. Todo esto es parte del gran amor con el que fueron creados los hijos. Se necesita fuerza y resistencia para ser padres. El respeto se lo gana uno, no te lo impone el rol. Esto se gana siendo cercano –no amigo– y coherente”. 

Abente puntualiza que se debe reconocer la persona que habita en cada padre de familia y darle la chance del error. Ahora, toda persona debe ser consciente y responsable al ser padre. La paternidad responsable no pasa solamente por satisfacer las necesidades materiales del hijo, sino especialmente por cuidar las emocionales, afectivas y correctivas. “Por lo tanto, como padres, trabajemos nuestra persona, cuidemos nuestro espacio y, sobre todo, mantengamos una buena relación con nosotros mismos y el entorno, ya que los hijos nos miran y copian. Cada hijo debe ‘trabajar’ las huellas que le deja el padre, pues hagamos lo mismo con nuestra historia”.  

Para padres de hoy

• No ser amigo de los hijos –“te necesitan como padre”–.

• Invertir tiempo en los hijos. 

• Acudir a la escuela con frecuencia, no porque necesariamente pase algo malo. 

• Escribir un mail al profesor o director y ponerse a disposición. 

• Conocer con quiénes se relaciona, quiénes son sus amigos. 

• Darles herramientas para vivir la vida. 

• Ser coherente y enseñarles con el ejemplo.

• No hablar mal de otra persona delante de ellos.

• Enseñarles a tener criterio. 

• Fortalecer su autoestima.

• Aprender con ellos a vivir con la tecnología. 

• Mostrarles lo que es la empatía. 

• Buscar una acción social que sume a la comunidad.

• Poner reglas en la casa y cumplirlas.

• Aplicar las consecuencias establecidas.

• Dedicar tiempo a la familia de manera diaria. Compartir lo sucedido durante el día, contar tus anécdotas positivas y viceversa.

• Cuidar el espacio personal y el de la pareja.

• Ver una película juntos y, al final, comentar el mensaje de esta. 

• Brindarles demostraciones de afecto (abrazos, caricias), así como palabras de aliento y elogios.

• Compartir regularmente diversiones, paseos, para liberar el estrés de la semana. El rol de los padres es vital para que los hijos sean personas felices.

Agradecimientos: José María y Nelson Chilavert. Las prendas son de Unicentro y Martel.

ndure@abc.com.py

Fotos: ABC Color/Silvio Rojas/Gentileza.

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