Potenciar el campo

Mauricio Brítez Burró es estudiante de la carrera de Ingeniería Agronómica en la Universidad Federal de São Carlos, Brasil, y uno de los tantos jóvenes preocupados por el futuro de la vida y la producción en el campo. Sus ansias de mejorar y aportar lo suyo en el bien de este sector le llevaron a participar de una cumbre de jóvenes en Bruselas, la capital de Bélgica.

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Su experiencia fue más que motivadora. Poder interactuar con pares de otros países le llevó a afianzarse aún más y nutrir sus conocimientos para luego aplicarlos en el campo. “Uno de los varios temas que tocamos en el Youth Ag Summit (YAS 2017) era la situación de los pequeños productores alrededor del mundo. En lo que respecta al Paraguay, sabemos que nuestro país viene avanzando de manera acelerada en los últimos años en cuanto a tecnología y técnicas de producción agrícola. En general, hoy en día, la producción agrícola y ganadera en nuestro país no tiene nada que envidiar a otras producciones en países más desarrollados”, afirma Mauricio. 

El joven estudiante agrega que esta no es la realidad para, aproximadamente, el 91 % de los productores del Paraguay. “Me refiero a los pequeños productores, aquellos cuya producción se da en una superficie menor a 50 ha. La implementación de tecnologías de producción de punta y otras técnicas innovadoras no son la realidad para todos. Esto acaba repercutiendo directamente en los niveles de productividad de sus tierras, disminuyendo la rentabilidad de sus cultivos y, finalmente, incidiendo en el nivel de vida”, dice. 

Cree que la clave del desarrollo para los pequeños productores se encuentra en la asistencia técnica, en llevar tecnología y nuevas técnicas de producción a estos. En este punto enfrenta un gran desafío. “El 84 % de los pequeños productores en el Paraguay no terminaron el sexto grado. Allí está la base de todo el problema: en la educación. Es sumamente difícil brindar asistencia técnica a una persona que no tiene educación básica; por ejemplo, saber hacer un simple cálculo aritmético o, por otro lado, resulta muy difícil imaginar que instituciones financieras privadas brinden opciones de crédito y financiación a este sector. Una opción viable sería que esta asistencia técnica la brinden jóvenes estudiantes del área de agronomía, zootecnia, etcétera. Esto se podría lograr por medio de la coordinación conjunta de universidades, grupos de estudiantes y otras organizaciones”, apunta.

El involucramiento de los jóvenes profesionales del área agrícola y la existencia de políticas de gobierno serias son clave para poder cumplir el objetivo: tecnologías de producción sustentable para todos los productores paraguayos, para producir más alimento del Paraguay para el mundo.

Equidad de género como clave para el desarrollo rural

Mauricio comenta que otro de los puntos sobre el cual se habló mucho en el YAS 2017 es la equidad de género. “Las mujeres del campo cumplen un rol clave en el desarrollo agrícola de muchos países; entre ellos, también el nuestro, claro. Principalmente en países como Kenia y otros de África, las mujeres representan la mayor parte de la mano de obra en el campo y son las responsables del desarrollo agrícola. Pero, muchas veces, la discriminación de género no permite que desarrollen todo su potencial. En muchos países, cuyos delegados compartieron realidades y experiencias sobre esta situación en el YAS, a las mujeres les es prohibido ser dueñas de las tierras; es decir, el motor del campo tiene muchas trabas”, revela. 

Dentro del marco de lo que fue el YAS 2017 tuvo la oportunidad de presentar ideas; una de ellas fue el proyecto Agrikua, que abordaba la equidad de género en el campo. El plan pretende empoderar a las mujeres en el campo y brindarles apoyo para su desarrollo. “En el Paraguay sabemos que enfrentamos muchos problemas en relación con la equidad de género. Si bien no existen prohibiciones legales, la discriminación de género, muchas veces, acaba impidiendo que las mujeres rurales puedan trabajar y mostrar su potencial al máximo. Esta no es una situación solamente del campo, sino en muchos otros sectores de la sociedad”, reflexiona. 

Concluye diciendo que empoderando a las mujeres paraguayas, a la “kuña guapa” y, sobre todo, a mujeres jóvenes a capacitarse e involucrarse en la producción agropecuaria puede traer enormes beneficios al campo y la agricultura paraguaya.

ndure@abc.com.py

Fotos: ABC Color/Juan Ramón Ávila/Gentileza.

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