Salud en movimiento

El ser humano fue hecho para estar en movimiento, pero nuestro estilo de vida nos ha llevado al sedentarismo. Afortunadamente, hoy existe una cinta caminadora antigravedad que ayuda a aquellos que por motivos de salud o sobrepeso antes no podían ejercitar.

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¿Por qué caminar, trotar, correr? Porque el ser humano fue hecho para estar en movimiento. “Las sillas se inventaron después de las dos piernas”, sostiene el Dr. Hermes Godoy, médico especializado en ortopedia, traumatología y medicina deportiva, en Alemania. “Siempre estuvimos caminando, pero nuestro estilo de vida nos ha llevado a andar menos de 1 km por día y lo recomendable es caminar, por lo menos, 5 km”.

Al movernos quemamos calorías, ejercitamos el esqueleto, fortalecemos los músculos de las piernas y de todo el aparato locomotor. “Durante una caminata se secretan más de 4000 sustancias químicas que aceleran el metabolismo, contrarrestando un montón de enfermedades crónicas. El sedentarismo lleva a todas las epidemias que hoy conocemos: diabetes, problemas cardiacos, sobrepeso, cáncer y otras”, asegura.

También hay una gran relación entre la depresión y el sedentarismo. Las personas que hacen ejercicio tienen menos posibilidades de padecer depresión. Teniendo en cuenta que si caminamos, todo eso se contrarresta. El Dr. Godoy trajo a su clínica una cinta de caminar antigravedad o tapiz rodante antigravedad profesional, que surgió hace unos cinco años, inicialmente, en EE. UU. y, luego, en Europa. “Lo innovador de este aparato es que la persona puede entrenar, trotar, caminar, correr, sin el efecto del peso del cuerpo”, comenta.

¿Cómo se logra esto? Con la ayuda de un fisioterapeuta, el paciente es encapsulado desde la cintura para abajo. Se llena de aire para “disminuir” hasta el 80 % del peso corporal.

Esto significa que una persona con sobrepeso, que no puede caminar o correr afuera, logra ejercitarse con solo el 20 % de su peso corporal. Puede hacerlo por 45 min y quemar calorías. “La sensación es como estar caminando o trotando sobre una nube. No hay gravedad en un 100 %; la reducimos como queremos, pero no la hacemos flotar, porque si no, no tenemos el efecto del ejercicio”, destaca.

El profesional enfatiza que otro beneficio de la máquina es que no causa impacto en las articulaciones, con lo cual surge un montón de posibilidades dentro del campo de la rehabilitación. “Se abre una importante puerta para los deportistas profesionales, los que —luego de una lesión— tienen que quedar por semanas parados sin actividad cardiovascular hasta que se recuperan de la lesión y comienzan gradualmente a entrenar. Pueden volver a trotar al mismo ritmo que lo hacían antes, pero lesionados”.

Asimismo, pacientes con rehabilitación neurológica, como los que tuvieron un accidente cardiovascular o padecen de mal de Párkinson y se sienten inseguros, pueden caminar 45 min en la máquina al ritmo que lo hacían antes. También, los que tienen problemas cardiológicos y que por indicación médica necesitan caminar para fortalecer el sistema cardiovascular, pero no lo pueden hacer porque se agitan. “Si bien no tienen sobrepeso, el propio ya es demasiado. Entonces, nosotros podemos anularlo y después volver a ejercitarlo”.

Otro grupo que también se ve beneficiado con este aparato es el que padece de hipertensión, diabetes, que toma un gran paquete de medicación; los pacientes con artrosis, problemas de rodilla, tobillo o columna que necesitan moverse, pero que no lo pueden hacer por dolor. Con este método, en el momento de usar la cinta, no sienten la más mínima molestia. “El ejercicio cardiovascular es el mismo; el trabajo muscular, también. El corazón llega a ciertas pulsaciones. Se queman igual de calorías. Lo único que no existe es una carga en las articulaciones y los músculos”.

En cuanto a las contraindicaciones, el Dr. Godoy explica que solo no pueden usar la máquina las personas con más de 180 kg, por una cuestión anatómica. “No cabrían en la cápsula. Tampoco los que padecen de algún trastorno que les impida realizar ejercicios físicos”.

La frecuencia recomendada para el uso de la cinta depende de la dolencia del paciente. “Todos los días debemos movernos para mantener un buen estado de salud”.

Ventajas

Se secretan más de 4000 sustancias químicas que aceleran el metabolismo y contrarrestan un montón de enfermedades crónicas.

El ejercicio cardiovascular es el mismo; el trabajo muscular, también. El corazón llega a ciertas pulsaciones y se queman igual de calorías.

No existe una carga en las articulaciones y los músculos, por lo tanto, no se dañan.

Los deportistas profesionales que tienen que quedar por semanas parados sin actividad cardiovascular hasta que se recuperan de una lesión y comienzan gradualmente a entrenar pueden volver a trotar al mismo ritmo que lo hacían antes, pero lesionados.

Los hipertensos y diabéticos; los pacientes con artrosis, problemas de rodilla, tobillo o columna que necesitan moverse, pero que no lo pueden hacer por dolor, no sienten la más mínima molestia al usar la cinta.

Una persona con sobrepeso, que no puede caminar o correr afuera, logra reducir su peso con el aire de la máquina para ejercitarse con solo el 20 % de su peso corporal.

Los que tuvieron un accidente cardiovascular o padecen de mal de Párkinson y se sienten inseguros caminan 45 min en la cinta al ritmo que lo hacían antes.

mpalacios@abc.com.py 

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