Seis minutos y la gloria

En su vida de director de orquesta, solamente en dos ocasiones le temblaron las piernas antes de un concierto, confiesa Luis Szarán Borecka (60). Una de ellas –la más reciente– duró un poco más de seis minutos, los que transcurrieron entre que subía a la tarima y le tocaba gesticular con sus ademanes característicos dando luz verde al ejército de 420 arpistas que batieron el Récord Guinness en la conformación de la orquesta de arpas más grande del mundo.

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Se notaba a leguas que Luis Szarán estaba emocionado. El color de su rostro era más rojo que de costumbre. En su vida de director de orquesta, le ha tocado dirigir en Alemania, Francia, Italia, España, Suiza y en otros lugares, totalizando un poco más de 1700 conciertos. Entre batuta y batuta, en solo dos ocasiones le temblaron las piernas de la emoción. “Hacía el esfuerzo para que las lágrimas no siguieran”, confiesa el maestro a una semana de lograr el Récord Guinness dirigiendo la orquesta de arpas más grande del mundo con 420 integrantes.

La primera vez fue cuando dirigió el Réquiem de Mozart en la Iglesia de la Madeleine de París. La segunda fue el sábado 26 de octubre en el estadio de la Secretaría Nacional de Deportes. “Fue cuando iba subiendo a la tarima y luego cuando sonaban los primeros acordes de Pájaro Campana –canción, junto a Carreta Guy, que conformó el repertorio de la presentación oficial–”, dice Szarán.

“En mi mente apareció el rostro de mi mamá (Luisa Borecka), quien siempre fue pesimista con respecto al futuro que yo tendría con la música”, agrega el director, que tiene 40 años de carrera como tal. Szarán fue un hijo totalmente inesperado para doña Luisa, quien en aquella época (1953) no quería ser vista como una señora cuarentona teniendo hijos a tal edad. “Quería como decirle (a mi mamá) que no tengo fortuna económica, como la tendría si me dedicara a los negocios, pero que soy feliz y en conjunto con nuestra gente hacemos felices a muchas personas”, revela Szarán, quien estaba en medio de los trámites de denuncias y papeleos, pues justo en la madrugada del sábado glorioso, ladrones irrumpieron en su vivienda del barrio Sajonia, robándose –entre otras cosas– materiales bibliográficos y musicales inéditos.

Dejando de lado el mal sabor de la pérdida, Szarán recobra el entusiasmo cuando habla de los inicios del proyecto “Récord Guinness Paraguay”, que nació en casa de sus amigos Robert y Rosemary Munro, en Inglaterra, luego de un viaje a Escocia. La pareja, apasionada de Paraguay y su cultura, animó al músico a liderar “esto”. Casi en el acto propuso a Lucha Abbate, directora ejecutiva de la Fundación Tierranuestra, y al consejo la idea. “Ellos nos alentaron, como siempre”, recuerda.

Una vez obtenida la autorización de la oficina del Guinness World Récords y sin un solo guaraní como presupuesto, comenzaron los contactos con otras instituciones del rubro cultural y musical que se fueron sumando.

La iniciativa tomó curso de manera natural. Esto, según el maestro, se debe al proceso que está viviendo la sociedad en torno al arpa paraguaya. ¿Cómo es eso? “Por un lado, la legión de arpistas juveniles (más de 600) que fuimos formando en los pueblos del interior, a través del programa ‘Más allá del Aula’, impulsado por Sonidos de la Tierra y Plan Paraguay desde hace diez años”, responde. Esto implicó el trabajo silencioso de profesores como Marcos Lucena, César Cataldo, Ingrid Fernández, Mauro Medina, Pedro González y otros 30 de los más apartados parajes del Paraguay. Dentro de este programa de educación por el arte, que además busca potenciar la autoestima y el amor por sus propias tradiciones, por su propia cultura entre los jóvenes, ya se venían organizando los Megaencuentros de Arpistas, llegando a reunir hasta 400 en más de una ocasión. A esto se suma “el maravilloso despertar del arpa, gracias al Festival Mundial del Arpa, que se lleva a cabo en Asunción con el patrocinio de la Municipalidad de Asunción, y la producción de Ana Scappini y Marlene Sosa Lugo. Con siete ediciones exitosas de este festival, más la masa de intérpretes jóvenes, estaban dadas las condiciones para organizar esta gran fiesta”.

El intento original del concierto de 420 arpas fue realizar en la Costanera de Asunción. “Pero hubo muchos inconvenientes por estar en construcción. Luego realizamos gestiones ante el presidente de la República (Horacio Cartes) para hacerlo en la fachada litoral del Palacio de Gobierno, para que el mundo entero pudiera apreciar la belleza de nuestra arquitectura y paisaje de la bahía. Lamentablemente, nunca tuvimos respuesta; es una pena que nos hayan ignorado. Después, nos lanzamos al Jardín Botánico, pero las condiciones del clima no eran favorables. Finalmente, encontramos el sitio ideal: el estadio de la Secretaría Nacional de Deportes”, explica.

Durante varios meses, los intérpretes del interior del país se prepararon en grupos separados por medio del trabajo de los profesores itinerantes Martín Portillo y Miguel Ramírez.

Asimismo, se conformó un Cuadro de Honor con 40 arpistas profesionales en la capital, que agregaron al elenco la excelencia a las interpretaciones. Un trabajo “feroz” de coordinación general, que estuvo a cargo de Elio Fleitas, director académico de Sonidos de la Tierra. Ese día se trabajó desde muy temprano con más de siete horas de ensayo para ensamblar todo.

“En la parte organizativa fueron de suma importancia los primeros aportes, contactos y consejos de Robert Munro, a quien designamos coordinador internacional. Luego, el proceso de aplicación a cargo de Andrea Burt, y un poderoso equipo de coordinación liderado por Natalia Deggeller, Carolina Fernández y un equipo de 50 voluntarios”, detalla, aún entusiasmado, Szarán. Y continúa: “Todo esto se pudo lograr con el aporte decidido (aun en esta época del año, con las arcas peladas en las instituciones públicas) del intendente de Asunción, Arnaldo Samaniego; Angie Duarte, su directora de Cultura; Margarita Morselli, directora del Centro Cultural El Cabildo, y Marcela Bacigalupo, ministra de la Senatur”, relata.

Los principales recursos fueron aportados por Plan Paraguay, para el traslado y alimentación de unos 250 arpistas de su zona de influencia, apoyando de forma paralela la campaña “Por ser Niña”, la Fundación Itaú y la Peery Foundation de Estados Unidos. Como el proyecto no tenía un fin recaudatorio, ningún artista, ni director ni miembro de la organización recibió honorarios. “Todo se hizo con amor y pasión por el Paraguay y su gente. Incluso, como no cerraron los números, generosamente, algunas integrantes del directorio de Tierranuestra aportaron fondos de su propio bolsillo. Nosotros no necesitábamos 420 arpistas, con 202 superábamos el Récord Mundial, pero era tal el entusiasmo por participar que al ir creciendo en números, también fue creciendo el presupuesto de traslados, alimentación, equipo de sonidos, etcétera”, añade.

A esta altura de haber batido el récord mundial, para Szarán todo es “tan emocionante, sentir que el mensaje llegó a todo el mundo, con la carga de emoción que palpitamos”. Tanto Tierranuestra como Szarán han recibido reportes y mensajes de diversas partes del mundo. Para el director, el más significativo de todos es el mail de la directora artística del Festival Mundial del Arpa de Escocia, Isobel Mieras, mentora del récord del rubro en el año 2006 con 201 arpas y a quien ahora Szarán había superado.

Mieras escribió: “Felicidades de corazón desde Escocia por batir el Récord Guinness del Conjunto de Arpas más grande del mundo. Como arregladora, compositora y directora del grupo de 201 arpas que logró el primer récord de arpas más grande del mundo, sé de todo el trabajo y la paciencia que implica organizar un evento de esta magnitud. Viendo el video, pude observar lo bien organizado que estuvo el evento y del placer, entusiasmo y disfrute con los que se realizó. Esto es un gran atributo a tus habilidades. Mi recuerdo de nuestro concierto, tantos años atrás, aglutina a instrumentistas, profesionales y famosos a nivel mundial, profesores distinguidos y jóvenes talentosos, que solamente tocaron juntos durante una semana. Había mucha emoción y mucha gente también que fue conmovida por ese evento. Sé que ustedes y los que organizaron esto también tienen recuerdos fabulosos, aparte del hecho de haber establecido el récord. Una vez más, felicidades y buena suerte desde el Festival Mundial del Arpa de Edimburgo y de toda la comunidad escocesa de arpistas”.

Del Récord Guinness Mundial participaron 420 arpistas de 39 ciudades del Paraguay.

La relación de participantes es 210 hombres y 210 mujeres.

La arpista más precoz de la orquesta fue Maura Glober, de 6 años de edad, de la ciudad de Caaguazú y el mayor de todos fue el celebrado arpista internacional Papi Galán.

mescurra@abc.com.py 

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