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En el marco de la conmemoración de los 400 años de fundación de la ciudad de Encarnación, la actividad denominada “Tienda de Arte” reúne a hombres y mujeres de buena voluntad, con el objetivo de ayudar a los indígenas descendientes de los guaraníes, quienes fueron los primeros pobladores del departamento de Itapúa.
La capital de este departamento, fundada en 1615 por el mártir misionero jesuita y primer santo paraguayo Roque González de Santa Cruz, inspira a personas a realizar obras de bien a través de un proyecto de largo alcance en el tiempo, que sustente, apoye y anime la fundación de una misión guaraní, que permita a los jóvenes indígenas una educación interdisciplinar, abarcando el aspecto académico, humanístico, técnico, artístico y ecológico, desde la Educación Escolar Básica hasta el grado universitario.
El padre Ricardo Jacquet, quien está al frente del proyecto, explica que cuando dirigen sus miradas hacia los pueblos indígenas no pueden dejar de pensar en una iniciativa que los haga capaces de resistir al ambiente urbano en el que nos toca convivir.
-¿Cuál es el desafío principal?
-El reto fundamental es facilitar una presencia significativa de la comunidad indígena en la sociedad urbana a través de la formación académica, técnica y artística, desde la Educación Inicial Básica hasta el grado universitario. Para ello, evitaremos una asistencia transitoria, de modo a optar decididamente por un proyecto ambicioso que beneficie a largo plazo.
- ¿A qué apunta la iniciativa?
-La filosofía de la misión guaraní se proyecta hacia la ecogestión colectiva; es decir, asumir competencias de autogestión comunitaria en el ámbito de la organización de la aldea, la educación, vivienda, salud, cultura, arte, desarrollo humano, espiritualidad, pensamiento indígena y ecología. Nuestra finalidad es fortalecer y promover la cultura indígena subsistente actualmente en las comunidades o aldeas afincadas en el departamento de Itapúa del Paraná. Creemos en la generosidad y el esfuerzo solidario de los diversos sectores de la sociedad itapuense, quienes desde el primer momento han dado muestras de simpatía y disposición para llevar adelante este proyecto con una labor de coparticipación.
-¿Qué alcance tiene?
-La ecoaldea escuela promoverá la identidad autóctona, al tiempo de propiciar la interacción con otras culturas de la región. El proyecto cumplirá su misión cuando los beneficiados e impulsores se dispongan a la concreción de un nuevo desafío; esto es, la creación de la primera Universidad Guaraní de Itapúa del Paraguay.
-¿Cuáles son los objetivos inmediatos?
-Entre los objetivos generales figura concretar la misión guaraní, a través de la creación de la ecoaldea escuela, que incluye la formación académica, técnica, artística; además de filosofía y ecogestión guaraníes desde la etapa básica hasta el grado universitario de los jóvenes indígenas de Itapúa. También pretendemos reavivar el espíritu de las misiones jesuíticas de Itapúa de los siglos XVII y XVIII sobre la base de la ecoaldea, según las diversas manifestaciones vividas en el tiempo de las reducciones, tales como el arte en todas sus expresiones, la creación de la biblioteca de las misiones jesuíticas, el establecimiento de un centro de espiritualidad, la instauración de un santuario ecológico, la organización sociopolítica de los indígenas; además de filosofía y pedagogía guaraníes.
-¿Qué otras prioridades contemplan?
-Estamos trabajando también para la compra de un terreno de aproximadamente 100 ha o más, dotado de las infraestructuras requeridas para el buen funcionamiento de la ecoaldea escuela. También queremos iniciar un proceso de práctica de experimento propedéutico (plan piloto), con la implementación de algunos talleres y servicios de extensión universitaria, de modo a generar el ambiente de apropiación, entre indígenas, estudiantes de la Universidad Católica de Itapúa, voluntariados técnicos y patrocinadores del proyecto.
-¿Por qué una ecoaldea escuela?
-Los esfuerzos de la misión guaraní se orientan a hacer de la ecoaldea escuela un centro de formación académica, técnica y artística, con un marcado enfoque intercultural –identidad indígena local, inserción y participación activa en el conjunto de la diversidad de otras culturas de Itapúa–, de modo a contribuir al afianzamiento de las capacidades y oportunidades de las personas indígenas, en corresponsabilidad con ellos mismos, con los nativos del país y con la diversidad cultural de la sociedad itapuense.
-¿El plan ya está en marcha?
-Mientras la ecoaldea está en gestación, ya estamos trabajando con los futuros estudiantes en sus respectivas aldeas. De ahí, hemos iniciado este año un plan piloto de dos talleres: tallado en madera y cerámica. Además de los dos citados, abriremos en enero de 2016 los talleres de lutería, instrumentos de cuerda, flauta y pintura. Para solventar los costos que demandan, iremos realizando una serie de eventos bajo el nombre de Tienda del Arte.
-¿Ya tiene fecha este evento?
-La fecha para este evento es el 3 de diciembre, fiesta de San Francisco Javier, patrono de las Misiones. Va a ser un circuito de exposiciones de cerámicas de Guaviramí, relieves y tallados en madera, murales de las reducciones jesuíticas del Paraguay, con un concierto musical a cargo del coro juvenil Mbya Guaviramí, el Cuarteto Juvenil de Música Clásica, del ensamble musical Jóvenes Inmaculada y San Roque. También se va a disfrutar de un solo instrumental music y un recital soprano. Este es solo el inicio de una serie de encuentros, bajo el mismo nombre, con el fin de lograr los propósitos.
-Hay compromiso y entusiasmo, padre.
- De hecho, han quedado en el ambiente, estas o parecidas expresiones: “No podemos posponer a otra generación”, “nosotros podemos iniciar y otros continuarán”. Hay un compromiso que ya está en marcha.
-Finalmente, ¿quiénes impulsan el proyecto?
-La coordinación del proyecto está a cargo de la Capellanía Universitaria-UCI con las distintas coordinaciones de extensión pastoral de las carreras y facultades. En esta etapa inicial, la coordinación pastoral de la Facultad de Ciencias Económicas (FACE) asume la coordinación global del proyecto, mientras que la custodia y patrocinio está a cargo del obispo diocesano de Encarnación y la Compañía de Jesús.
Un hábitat ecológico
Sobre la arquitectura de la ecoaldea escuela, el padre Ricardo Jacquet señala que la identidad del lugar se basa en la conservación de la naturaleza reflejada en el cuidado de la vegetación, la no contaminación visual ni lumínica y una urbanización que contempla, por ejemplo, veredas de tierra apisonada. Se procurará un estilo arquitectónico que privilegie la tierra y los materiales nobles en la construcción, como el uso del barro, así como en la práctica intensiva del reciclaje. “Se trata de propiciar la construcción de un ambiente ecológico para ser habitada, implementando conceptos de bioconstrucción, diseño bioclimático, uso de energías alternativas, y en procesos de reutilización de todo desecho, orgánico e inorgánico. A esto se suma el método de autoconstrucción de las viviendas por parte los jóvenes indígenas”, revela el sacerdote.
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