Tango para todos

Sacar el tango del salón a la calle es la propuesta de Daisy Lombardo y Nicolás Boaretto, dos milongueros de alma. Esta iniciativa se realiza con el objetivo de incentivar a la gente a que busque tomar clases y salga a bailar, mejore su estilo de vida y sea feliz.

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Cada 15 días, los domingos, a las 21:30, se baila Tango en la Calle sobre el paseo peatonal de Palma. Se trata de una idea de los milongueros Nicolás Boaretto, licenciado en Biotecnología, y Daisy Lombardo, cantante y abogada. Hace dos años, aproximadamente, al final de una milonga, ambos jóvenes comenzaron a analizar la posibilidad de una estrategia que aumente el público del tango en el país. “Queríamos compartir con la gente el bienestar que produce bailar tango”, comenta Daisy, quien considera que existe una conexión implícita que no se ve, que hay que experimentar a partir del abrazo, algo que hay que conocer desde la propia experiencia para poder comprenderlo. “Nosotros, que compartimos el amor a este género, que se regala a través del abrazo, nos sentimos incapaces de negar la experiencia a los que estén abiertos a conocer este mundo”, señala.

La propuesta está proyectada para realizarse cada 15 días, los domingos, después de Jazz a la Calle. Los tangueros se reúnen a las 21:30, aproximadamente, sobre las calles Palma y Chile, pero si no hay energía eléctrica en el lugar, van hasta Palma e Independencia Nacional. Las clases son dictadas sin costo por la maestra Mercedes Vallena, quien colabora de manera fundamental con este proyecto. “Sin su ayuda hubiera sido imposible”, resalta Daisy.

¿Por qué en la calle? “Ansiamos que esta propuesta llegue a todos los interesados, que sea un tango popular y de la gente, abierto para todos. Queremos motivarlos a que conozcan su implicancia y se interesen en descubrir más al respecto”, explica. El objetivo que persiguen es quebrantar el concepto elitista y borrar la imagen distorsionada que se tiene del baile, de la mujer de curvas prominentes en vestido sensual, de la pareja de proporciones perfectas y la coreografía que caracteriza al tango escenario. “El tango que se hace en la calle, dentro de nuestra propuesta, es el de salón, pero es para todos, sin distinción de estatura, peso, clases sociales; es un tango para el que se anime a bailar”.

¿Por qué tango y no polca paraguaya? Daisy es consciente de que este es un punto que tiende a generar cierta discordia en la gente. “Esta actividad no menosprecia bajo ningún sentido el folclore nacional, del cual también somos adeptos; solo busca extender una propuesta distinta y sus beneficios. Hemos decidido llevar a cabo esta idea con el fundamento de dar a conocer la experiencia a partir del abrazo, el baile, la inclusión”.

Declarado patrimonio cultural de la humanidad por la Unesco en el 2009, además del ejercicio físico, el tango implica una interacción social, es bueno para la salud cardiovascular; aumenta la movilidad, el equilibrio, la longitud del paso y la fuerza central. “Estos cambios fueron demostrados por la doctora McKinley y sus colegas no solo en individuos saludables, sino también en personas que corren riesgos de caídas, con enfermedad de Parkinson, deterioro visual, que sufrieron accidentes cerebrovasculares. Ayuda a mejorar las habilidades cognitivas específicas, estimula las respuestas emocionales y es eficaz como terapia en la depresión”.

El tango, además, ayuda a generar oxitocina, una hormona que se produce a partir del abrazo. “Esta sustancia tiene muchos beneficios en nuestra salud física y mental, ayuda a la relajación y calmar la ansiedad”.

Asegura que aprender a bailar es fácil y solo depende de la dedicación del alumno. “Nosotros aclaramos que con una clase cada 15 días no alcanza”, enfatiza. Por ello, el proyecto busca ser un incentivo para la gente, para que busque tomar clases y salga a bailar, mejore su estilo de vida y sea feliz.

El domingo 13 fue la cuarta edición de Tango en la Calle, que empezó a realizarse hace unos meses y esperan proyectarla a lo largo del año. “Si las cosas se dan —ojalá que sí—, queremos que sea una actividad cultural fija”. Afortunadamente, la recepción de la gente ante la propuesta fue muy positiva. “Realmente contamos con una participación mayor a la esperada”, revela. Y en cada edición va aumentando la cantidad de adeptos. En la última tuvieron un público activo que —estiman— superó las 50 personas. “Lo bueno de esto es que, al ser una actividad inclusiva, se observa una amplia diversidad social integrándose al compás de 2x4”.

En cuanto a la proyección de la propuesta, expresan que la idea es ampliar su marco de difusión: comenzar en la calle y extender el tango y sus beneficios a todos los lugares que les sea posible. “En principio tenemos pensado llevar esta idea a un hogar de ancianos. Es cuestión de tiempo que esto se extienda”.

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Facebook: Tango en la Calle

mpalacios@abc.com.py

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