Tinfunqué

Con el retorno del Pilcomayo, también se vienen animales que abandonaron nuestro Chaco en procura de seguir sobreviviendo. El Parque Nacional Tinfunqué es un muestrario de la importancia de seguir regando nuestro Chaco con las aguas del Pilcomayo.

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El Parque Nacional Tinfunqué se encuentra localizado en la margen paraguaya del río Pilcomayo, en el departamento de Presidente Hayes. Fue creado por decreto número 18.205, de fecha 4 de mayo de 1966. Ocupa un sector que permanecía inundado gran parte del año, a consecuencia de los desbordes del Pilcomayo.

Los últimos 10 años, la región que rodea al parque nacional no recibió aguas del Pilcomayo, como resultado del desvío argentino del río y la escasa efectividad paraguaya en recuperar su cauce.

Resultado de la carencia de agua fue el deterioro progresivo de las condiciones ambientales. Con una celeridad asombrosa, los excelentes campos naturales se convirtieron en tierra cubierta por arbustos espinosos. Estamos hablando de 10 años, un tiempo extremadamente breve en términos ambientales.

La extensa pradera que se alimentaba del Pilcomayo dejó de existir y los productores agropecuarios se vieron obligados a arrinconarse en los sitios donde aún podían mantener pasturas, luchando para evitar el avance de los takurúes, que son nidos gigantescos de hormigas. Estos nichos pueden alcanzar los 1.5 metros de altura. Se extienden con una rapidez increíble y al poco tiempo ya impiden el movimiento de animales y vehículos en un campo.

La expansión de takurúes es muy difícil de controlar y el intento requiere inversiones millonarias. Cuando el río cubre el campo destruye estos nidos y controla su propagación.

En los últimos dos años, la Comisión Nacional del Pilcomayo tuvo éxito en el objetivo de introducir nuevamente el Pilcomayo en nuestro territorio, y a lo largo de este año, las aguas retornaron a Tinfunqué. La llegada del río más allá de General Díaz se convirtió en un verdadero acontecimiento.

Siguiendo el curso del Pilcomayo, que a su paso va llenando un sinnúmero de esterales, también llegaron las aves, los peces y otros animales de las más variadas especies. Son aquellos que abandonaron la región por la carencia de agua, pero que ahora están retornando porque encuentran nuevamente vida.

Haciendo una comparación, en el bañado creado por Argentina, en la provincia de Formosa, se puede observar una impresionante variedad de animales que encuentran en el esteral, todos los alimentos que necesitan para sobrevivir. Este espacio, llamado bañado La Estrella, llevó consigo aquella abundancia que antes se encontraba en territorio paraguayo.

En este momento, el parque Tinfunqué dispone de agua, inclusive sigue ingresando desde el canal paraguayo ubicado a 400 kilómetros del área protegida. La disponibilidad de este elemento natural que simboliza la vida, dio una nueva imagen a una región de nuestro Chaco, a la que algunos consideraban condenada a convertirse en un monte de espinas.

El parque nacional no es propiedad del Estado paraguayo, de allí que su denominación no encuadra dentro del marco legal ambiental. El área protegida se estableció sobre propiedades privadas, que tienen como actividad económica la explotación ganadera. La ganadería extensiva se desarrolla en la mayor parte de la reserva natural.

Tinfunqué, dado que fue asentado sobre propiedades privadas, debe tener otra denominación que es Reserva de Recursos Manejados, que impone limitaciones en el empleo de recursos, pero permite actividades productivas.

Es importante señalar que, en general, los propietarios mantienen niveles aceptables de conservación. Algunos inclusive son abiertamente proteccionistas, impidiendo actos depredatorios; otros quizás no tengan un mismo nivel de conciencia, pero básicamente los estancieros buscan mecanismos de preservación para proteger sus bienes.

La imagen de Tinfunqué, en ciertas cosas, recuerda el esplendor de 10 años atrás. Estamos hablando de un tiempo corto, que fue suficiente para producir cambios radicales en ambientes que llevaron miles de años sin sufrir alteraciones.

Esta lección puede ser suficiente para comprender que los tiempos de la naturaleza no son similares a los nuestros: un camino de miles de años para evolucionar las especies y pocos segundos para destruirlas. La destrucción de la naturaleza, no queremos admitirlo, pero también es nuestro final en este planeta.

Tinfunqué es una voz toba, que significa pradera donde abundan los animales, y guarda relación con la cacería.
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