Un sueño con forma de guitarra

Para el cantautor Rorro Ruiz Díaz, cada vez que se toca un corazón con una canción o historia se transforma un poco el mundo. Por eso, con su arte, sueña brindar cosas de valor para los demás. Con ese objetivo, lanzó su álbum Viajar.

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Todos tenemos historias que cambian nuestras vidas. Cuando niño, lo que podría haberse considerado, tal vez por otros, un problema de salud, para Rodrigo —Rorro, como prefiere que le llamen— Ruiz Díaz se convirtió en un detonante, un clic de inspiración para disparar su creatividad. Y el presente lo encuentra muy feliz de cumplir sus sueños, encarar varios proyectos y plasmarlos, como el material discográfico Viajar, que salió con un videoclip semanas atrás. 

De talento innato, Rorro cuenta que siempre fue músico. De hecho, tiene memorias muy antiguas de vivencias fuertes con la música en la historia de su vida. Incluso antes de tocar bien ningún instrumento o haber recibido ninguna instrucción, ya en su alma sonaba música nueva todo el tiempo. “Y ya mi oído era agudo; por ejemplo, una vez, cantando en la guardería, le dije a un compañero que no cante porque desafinaba. Se ofendió, lógicamente, aunque era por la música”, recuerda. 

Con el arte en las venas, cuenta que desde pequeño siempre dibujó, escribió, inventó, pintó, cantó, hasta que un día conoció la guitarra y nunca más se separó de ella. Literalmente se quedaba dormido con la guitarra en brazos. “Y cuando componía algo espectacular para mí, decía: ‘¡Qué bueno que me quede a trabajar en esto, tengo una música nueva! ¡Pensar que si no la empezaba no iba a existir!’”.

Pero ¿cómo comenzó esta historia? Rorro tenía nueve años cuando cayó de una hamaca paraguaya. El impacto fue tan fuerte que le afectó la visión. A raíz de eso le hicieron estudios y en uno de ellos se descubrió que tenía un pequeño aneurisma en el cerebro en un área delicada y, aunque no representaba un peligro inminente, con el paso de los años, de no haberlo encontrado podría haberse complicado. “Y, probablemente, no estaría aquí contando mi historia”, recuerda. 

Le realizaron una operación nueva en ese entonces en la UCLA de Los Ángeles, California. “La intervención se realizó con una sonda microscópica a través de una arteria por la ingle y también con láser. Según él, todo esto potenció más su sensibilidad, su vida interior y lo llevó a la búsqueda de Dios. “Me hizo la persona que soy hoy. Fue una gran obra y no solo en mi vida. No fue algo malo, sino una bendición haber pasado por eso y haber salido victorioso. Con sus luces y sombras tuve una infancia maravillosa y una adolescencia espectacular llena de profundas vivencias, de mucha riqueza musical y espiritual. Estoy agradecido por todo, lo bueno y lo malo”, rescata de la experiencia.

Rorro con solo componer canciones nuevas ya era feliz y considera que ese es el éxito: ser lo que uno es, original. “Nadie me enseñó a hacer canciones ni copié. Es algo totalmente mío desde siempre y algo que nadie me podrá quitar ni si lo intenta. Siempre me fue bien con la música, es una relación íntima, un espíritu y no hay que confundir esto ni dejarse engañar ni permitir que afecten tu sentido de valor propio con mentiras. Una cosa es el negocio de la música que cualquiera lo puede hacer y encima creérsela, otra lo que uno es, siempre fue y nació para ser”.

Pasó el tiempo y, poco antes de lanzar su primer disco Constelación, viajó a Buenos Aires para celebrar su cumpleaños, y de paso realizarse un control de rutina. La mañana de su cumpleaños, el doctor le comunicó que encontró algo y había que operar nuevamente. Lo único que pudo responder con lágrimas fue: “¡Pero hoy es mi cumpleaños!”. El doctor le respondió: “Este es tu regalo”. Entonces no comprendió la franqueza, pero hoy la entiende con gratitud. 

Sin embargo, se repuso y decidió ganarle al año “antes de pasar por esa cruz”, por lo que volvió al Paraguay. Se esforzó, juntó su banda y lanzó Constelación. “Fue un éxito”. Tocó durante un tiempo y luego se operó. Todo salió bien, aunque a la vuelta su ánimo fue disminuyendo, sentía que su sueño se le escapaba de las manos. “La banda que armé estaba con otro proyecto, me quedé solo, hasta sin novia. Solo algunos amigos quedaron, me deprimí y empecé a buscar a Dios con fervor nuevamente, fueron tiempos difíciles, pero ¡salí airoso!”. 

Su primer álbum, Constelación, lo hizo solo para él, sin intenciones comerciales. “Generalmente, cada cosa que escribo tiene un significado profundo, depende del nivel de escucha del oyente para ser captado. Me gusta hablar del amor y, también, de otras cosas; hablo de mi experiencia humana, de mi viaje personal”. Hoy, a los 31, piensa que llega un momento en la vida en que se debe mostrar para afuera, la gente se tiene que enterar de quién sos y lo que trajiste al mundo para dar. Pero todavía siente que no llegó a la mitad de lo que puede dar, por eso quiere formarse más para llegar al máximo de su potencial. 

Recientemente lanzó su nuevo álbum: Viajar. Para él, el proceso compositivo es siempre nuevo y diferente, y que no hay que caer en facilismos ni pensar en que es una torta que tiene su receta y siempre hay que seguirla. “Me encanta componer y encontrar nuevas formas de acercarme, es como un prisma perfectamente entablado y se puede llegar al centro desde cualquier punto; creo en la expresión más que en las reglas de estilo”.

Asegura que en el mundo hay una sed por sentir y no por tener como pretenden hacernos creer. “Así, al jugarme por mis sueños y tratar de hacer las cosas de valor que siento que nací para hacer, pienso que voy a despertar a otros e inspirarlos para que se jueguen. Pienso que nuestro país necesita sueños. Cada sueño es Dios soñando dentro de cada persona, por eso cada sueño es válido. Juéguense por sus sueños”, insta.

El himno de Teletón

Entre sus presentaciones más destacadas de este año resaltan su participación en el evento de Transformación Paraguay para 6000 jóvenes, como telonero del escritor John Maxwell. Asimismo, compuso y produjo el himno oficial de Teletón 2017, ¡Podemos más!, que trata de la excelencia y otros valores que considera fundamentales para lograrlo. Estuvo en el evento cantando el himno junto con otros artistas.

Viajar

Contiene 11 temas. Entre los géneros fusionados hay de todo un poco. La idea obedece más bien a la expresión artística y creativa que a los clichés masificados. “Se escuchan matices del r&b, jazz, rock, algo de bossa nova, y algunas rarezas bien gourmet. Por ejemplo, el tema Viajar, la guitarra hace una chamarrita uruguaya mientras oímos dos baterías yuxtapuestas. Como el disco se llama Viajar está genial que tenga una dinámica capaz de acompañar viajes e historias, así como es la vida, con sus altos y bajos, sus colores y matices, sus momentos de intensidad y de vuelo”. 

El corte promocional se llama Barry White. “En cuanto a la música tiene una armonía bien interesante, como me gusta, y el ritmo es funk. La letra es sencilla, pero bien escrita y divertida; habla del amor, baile y la celebración de estar vivo. Está buenísima, suena en las radios. ¡Hasta tiene video y todo!”, expresa. 

mpalacios@abc.com.py

Fotos: ABC Color/Claudio Ocampo.

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