Valses de luz y color

Encontramos al director del Ballet Municipal Clásico y Moderno de la ciudad de Asunción, Miguel Bonnin, muy atareado y contento con esta nueva producción, Nuestros Valses, del venezolano Vicente Nebrada, que se estrena en el Paraguay. “Hacía mucho tiempo que teníamos ganas de llevar a escena estos valses. En 1986, el Ballet de Santiago, Chile, bailó El Vals rojo en la Primera Gala Latinoamericana de Ballet y ya nos había gustado mucho en aquel entonces”, refiere.

Más adelante, en el 94, en la Cuarta Gala Latinoamericana de Ballet, la obra fue representada por el Ballet Nacional de Caracas, Venezuela con Marifé Giménez y David Fonnegra. “Y el teatro se vino abajo; causó tal furor que la gente que asistimos aquel día aún lo tenemos en la memoria”, recuerda. Desde entonces, Bonnin ha tenido la idea de incluirlo en el repertorio.

En el 83 se había encontrado con Yanis Pikieris, en Colombia, a quien Vicente Nebrada dejó los derechos de la obra, junto con Zane Wilson. “Ellos son los únicos que pueden reponerla en el mundo”, explica.

Le había planteado el punto a Pikieris, pero este tenía la agenda muy llena. Este año se encontraron nuevamente en Buenos Aires, cuando estuvieron como jurado para el concurso de admisión del teatro Colón. Entonces, Bonnin le propuso directamente y, esta vez, Yanis aceptó. Cuando el director regresó, le sugirió a la Asociación Amigos del Ballet Municipal y como todavía tenían el recuerdo de aquella representación, aceptaron. Es más, se pusieron en campaña para traerlo y consiguieron los derechos. “Estoy muy contento, creo que es una coreografía que va a marcar un antes y un después, porque los pas de deux son muy difíciles, ya que tienen un ritmo muy rápido. Espero que la compañía entregue el alma en esta coreografía, que realmente es genial”.

Bonnin destaca que en los últimos años Nuestros valses se ha bailado en el ballet dirigido por Julio Bocca, el Sodre; en el teatro Colón, en Chile, Cuba y en todas las grandes compañías de todo el mundo.

Enfatiza que es una obra emblemática del repertorio latinoamericano. “Y realmente a nosotros, los que amamos Latinoamérica y queremos defender siempre el espíritu latinoamericano de danzar, nos place mucho tenerlo en el repertorio. Los latinoamericanos tenemos la característica de ser muy fuertes, alegres, pasionales, dinámicos y estos pas de deux son veloces realmente”.

La puesta consta de dos partes; la primera, de Nuestros valses, de Vicente Nebrada; la segunda, Las cuatro estaciones, de Vivaldi. Contará, además, con la participación especial del Juan Pablo Ledo, primer bailarín del Teatro Colón. Las cinco parejas que participarán de Nuestros valses estarán acompañadas por una pianista en vivo, Chiara D’Odorico. La segunda parte del programa, Las cuatro estaciones, de Vivaldi, es una realización de Yanis Pikieris, quien hizo una versión para toda la compañía. “Es una coreografía con un estilo también muy dinámico. No tiene un argumento; solo la belleza es la razón principal”.

Es que, a veces, el arte no necesita de argumentos; porque la belleza es una necesidad del ser humano. “De lo contrario, caemos en la desesperanza. Justamente ese sentido del arte; presentar este tipo de coreografías para disfrutar de momentos bellos. Por eso, a pesar de las dificultades, luchamos para que el Paraguay pueda disfrutar de este tipo de obras”.

Pueden apreciarla los días miércoles, jueves y viernes, a las 20:30, mientras que el sábado y domingo, a las 19:00. La función del miércoles 22 de octubre, el preestreno, será a beneficio del Ballet Clásico y Moderno del Municipal. “Necesitamos la colaboración de todos. Ese día, las entradas costarán G. 100.000, las plateas numeradas; y G. 50.000, la tertulia. Es para solventar los proyectos del año que viene, que son muy ambiciosos”.

La función del 23 será a beneficio de las obras del padre Lalo Alborno, para la parroquia Los Sagrados Corazones de Jesús. La última función, del 26 de octubre, es para todo público. Las entradas costarán G. 50.000, la platea; y G. 30.000, la tertulia. “Nuestra meta es siempre que el ballet no distinga clases sociales. Que el arte llegue a todos”.

Los coreógrafos

Zane Wilson fue asistente de Vicente Nebrada y estuvo en la creación del ballet en Caracas. La primera función se realizó en el Teatro Colón de Bogotá, en el año 1976. Wilson manifiesta estar muy orgulloso de que esta vez se pueda representar en nuestro país el ballet completo con las cinco parejas como en la obra original. “La obra trata de las relaciones entre un hombre y una mujer. Son cinco parejas en un salón. Es un baile muy sensual, en el cual el color del vestuario indica el tipo de relación entre las parejas”, expresa y destaca el alto nivel de nuestros bailarines. “Fue una agradable sorpresa”, puntualiza.

Yanis Pikieris, el coreógrafo de Las cuatro estaciones, de Vivaldi, resalta que en la música cada color tiene su significado de acuerdo con el tipo de relación de cada pareja. “El marrón es la pasión; el rojo, un reto; el lila, el drama; el rosa, amistad, y el naranja es más lúdico”.

El coreógrafo manifiesta que se trata de una obra muy dinámica; por lo tanto, muy difícil, pero que nuestros bailarines lograron estar a la altura. “Quedé gratamente sorprendido”, asegura.

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