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Son varios los países que ya están de acuerdo en que se necesita producir más en agricultura y ganadería, pero que hace falta utilizar métodos más eficaces, con cuidado del ambiente y los recursos naturales, minimizando los daños sobre los hábitats, la diversidad de especies silvestres, los recursos hídricos y forestales.
RECURSOS NATURALES
Son aquellos proporcionados por la naturaleza y utilizados por el hombre para satisfacer sus necesidades básicas y contribuir a su bienestar, salud, seguridad y progreso general. Se dividen en renovables y no renovables. En teoría, los renovables pueden ser utilizados una y otra vez, siempre que el hombre cuide su recuperación o renovación en forma natural. Ejemplos son: el suelo, agua y los bosques. Resulta obvio que hoy día ya no es así: el agua ya escasea y es considerada un recurso económico estratégico. La recuperación natural de muchos suelos productivos —a causa de la degradación, agotamiento, erosión, ausencia de manejos agronómicos sostenibles— lleva largo tiempo. Por su parte, los recursos naturales no renovables requieren de procesos complejos de obtención que han insumido miles de años, por lo que, al ser explotados, no pueden ser recuperados, disminuyendo así su existencia con el tiempo. Ejemplos de no renovables son los combustibles fósiles: petróleo, carbón y gas natural formados a partir de restos orgánicos de plantas y animales muertos—, también los minerales y depósitos de agua subterránea. El uso y consumo de los recursos naturales está asociado a la producción de residuos: cuantos más recursos se consumen, más residuos se generan; lo que conlleva a que las sociedades deban implementar mecanismos efectivos de reciclado y eliminación de desechos, evitando la contaminación.
ESCENARIO ACTUAL
Hoy, la visión de muchos países en cuanto a la explotación y uso de los recursos naturales se centra cada vez más en los niveles de su disponibilidad y sus impactos y efectos sobre el ambiente; la diversidad biológica y sobre los ecosistemas naturales. De este modo, y ante los riesgos de su deterioro y pérdida, se están dejando de lado las formas de utilización y explotación más ligadas a cuestiones de riqueza económica, desarrollo industrial y tecnológico, de generación de residuos. Lo que hoy día se analiza son escenarios en los cuales cada vez es menor el acceso a los recursos naturales, que juegan un papel cada vez más importante en la supervivencia del hombre y demás especies animales y vegetales en el planeta.
EN PARAGUAY
En el país se debería implementar una gestión responsable y sustentable de los recursos naturales, que contribuya a una producción agrícola, ganadera y forestal respetuosa del ambiente, enseñe a cuidar y proteger los recursos naturales, hacer un manejo eficiente de los desechos o residuos y ayude así a mejorar las condiciones de vida de las diferentes comunidades del país. Para eso hay que preservar los bosques aún en pie, aplicar sistemas agroforestales de producción, rotación de cultivos, mejorar con tecnología limpia y accesible, la productividad de la agricultura familiar, racionalizar el uso del agua y evitar la degradación de los suelos productivos.
CONCLUSIÓN
Diego Arias Serna, en un artículo titulado Agricultura, ambiente y pobreza, destaca el compromiso de los gobiernos de garantizar la salud y educación, la alimentación y el bienestar de su población, evitando que un país quede condenado al fracaso por la negligencia de sus autoridades, la irresponsabilidad e indiferencia de sus referentes y habitantes.
(*) Especialista en Comunicación Rural