Aplicar estrategias sostenibles de preservación - Ing. Agr. Fernando Díaz Shenker (*)

El lunes 5 de junio se recordó el Día Mundial del Ambiente; este año, con el lema: “Conectando a la gente con la naturaleza”. Nada más acertado en la actualidad, por cuanto se debe insistir y sensibilizar a la población local ante todo, con buenas campañas de concientización y acciones concretas acerca del valor y los beneficios que brinda el ambiente para un mejor bienestar de todos los seres vivos.

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Lo cierto es que el actual grado de degradación que soporta el entorno ambiental del planeta ha movido a los países y, dentro de ellos, a instituciones –tanto públicas como privadas– a plantear, aplicar y difundir diversas estrategias de producción y consumo amigables con el entorno, de tal forma a minimizar los impactos negativos de este deterioro sobre la calidad de vida de las personas, plantas y animales.

REALIDAD LOCAL

A nivel local, y para quienes respetamos la vida de las plantas y los animales, no dejan de sorprender los actos que casi a diario son de conocimiento público gracias al trabajo de la prensa, principalmente, que muestra cómo se destruye el ambiente y se pone en riesgo la vida de los animales silvestres y la biodiversidad en general. Casi a diario nos enfrentamos a una triste realidad que parece no tener fin: la degradación y deterioro del ambiente, el aire que se respira, los suelos productivos, el agua, los bosques y árboles; la contaminación y colmatación de arroyos por basuras y residuos de todo tipo. Esto ocurre porque las instituciones gubernamentales y privadas que deberían cumplir con los objetivos y funciones para los que fueron creadas no lo hacen, salvo excepciones.

ACCIONES CONCRETAS

A modo de ejemplo comencemos por lo que se denomina responsabilidad social empresarial (RSE). De acuerdo con la definición que ofrece el Ministerio de Educación Nacional de la República de Colombia: “La RSE son los comportamientos de negocio basados en valores éticos y principios de transparencia, que incluyen una estrategia de mejoramiento continuo en la relación entre la empresa y sus partes, que incluye clientes, proveedores, socios, consumidores, ambiente, comunidades, el Gobierno y la sociedad en general. Corresponde a una estrategia de negocios enfocada a incrementar la rentabilidad, competitividad y sostenibilidad, sirviendo como parte de un nuevo modelo de desarrollo sostenible”. Dos términos clave de esta definición son el ambiente y desarrollo sostenible. De hecho, no se puede hablar de desarrollo sostenible sin velar por la preservación del ambiente, sus recursos de la biodiversidad y los bosques. Además, los temas ambientales deberían incluirse en la malla curricular de los centros educativos a todo nivel. Los ingenieros ambientales tienen que tener un rol mucho más protagónico en todas las actividades educativas y productivas, apuntando a fortalecer la RSE del país. Se debe entrenar a los productores rurales –principalmente, a los pequeños– en la aplicación de enfoques de buenas prácticas agrícolas, buenas prácticas de manufactura y bienestar animal. Realizar campañas nacionales para que se apliquen las tres R: reducir, reciclar y reutilizar.

CONCLUSIÓN

En la declaración de la Carta de la Tierra se afirma: “Debemos aprender a querer y cuidar la naturaleza si queremos impedir destruirnos a nosotros mismos. Nuestra acción más importante es cuidar la naturaleza”.

(*) Especialista en Comunicación Rural.

 

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