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La mosca blanca es una plaga que ingresó al país en el año 2004 y causa serios problemas a los productores de cítricos, principalmente en los departamentos de Central y Caazapá.
El insecto aparece en plantas sanas, principalmente en las brotaciones. Esta es una plaga chupadora; es decir que succiona la savia de la planta y se multiplica. Ella aparece mediante las ninfas en el envés de las hojas, oviposita y empieza su ciclo de infestación. Es notoria porque se presenta como puntos negros.
APARICIÓN DE HONGOS
Con la succión de la savia por parte del insecto, la planta libera una savia azucarada que propicia la aparición de un hongo que cubre totalmente la parte superior de las hojas, ramas y frutos si hubiere. Este hongo tiene un aspecto de hollín, lo que ennegrece al frutal y evita el proceso de la fotosíntesis. Así, el cítrico queda reducido en su capacidad productiva.
La aparición de este hongo está condicionada al ataque de la mosca blanca, por lo cual el procedimiento de control consiste en combatir a la plaga.
MÉTODO DE CONTROL
Una opción práctica y de muy bajo costo para el control de la mosca blanca es mediante el uso de agua, aceite de cocina y detergente, elementos con los que contamos habitualmente en casa y de muy bajo costo. No obstante, también existen otras opciones químicas en el mercado.
EFECTO FÍSICO PARA COMBATIR AL INSECTO
Con los productos antes mencionados podremos preparar un insecticida, cuya acción es netamente física. Es decir que, mediante el preparado, será posible bloquear los espináculos de la mosca blanca, que son las zonas por las cuales ella recibe oxígeno. Entonces, con la aplicación, el insecto no puede respirar, no se multiplica para cumplir su ciclo normal y muere de forma instantánea. Con dos aplicaciones continuas, la reducción de la plaga será del 90 %. Como el producto o preparado actúa en forma física es muy difícil que el insecto genere resistencia. Lo más probable es que disminuya directamente el ataque del insecto.
PREPARACIÓN DEL PRODUCTO
La recomendación es aplicar el defensivo al 2 %. Para ello, la referencia será la mezcla de 20 ml de aceite, 20 ml de detergente y 1 l de agua. El detergente permite la mezcla del agua y aceite, para conseguir un líquido prácticamente homogéneo. Luego, con el uso de un pulverizador de mano, se moja directamente en envés de las hojas. El tratamiento puede ser cada ocho días, con el monitoreo respectivo. A la segunda dosis, probablemente, será la reducción de la plaga. El producto no tiene principio activo tóxico ni olor, por ende, es fácil de controlar.
OTROS BENEFICIOS
Una ventaja adicional en el uso de agua, aceite y detergente es que no solo controlaremos a la mosca negra, sino también a otras plagas de relevancia, como pulgones, hormigas, cochinillas y ácaros.
APLICACIÓN EN TIEMPO Y FORMA
Cabe destacar que si la infestación de la mosca negra es importante, podría matar totalmente la producción de cítricos, por lo que el productor debe monitorear sus parcelas y, ante el primer ataque, realizar el tratamiento. Lo ideal es aplicar en el periodo de brotación; no esperar a la floración. El productor puede utilizar diferentes equipos o pulverizadores de mayor tamaño.
(*) Especialista en fitopatología - FCA, UNA.