Cría y cuidados con responsabilidad - Ing. Agr. Fernando Díaz Shenker (*)

En el país, la avicultura ha logrado posicionarse de manera significativa. Los productos avícolas son ampliamente demandados, y las opciones culinarias que se ofrecen con la carne de aves y derivados forman parte del menú casi diario de un gran número de consumidores y locales de venta en todo el país.

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Por otro lado, las investigaciones científicas y la literatura especializada han podido comprobar, por ejemplo, que las aves que se han manejado en condiciones de bajo o nulo bienestar animal son más susceptibles a contraer enfermedades y otras lesiones, siendo los índices de mortalidad mayores. Ocurre que un protocolo de bienestar animal influye de manera significativa en los varios índices productivos y reproductivos de las aves. Es así que resulta indudable el contar con un buen alojamiento, aplicar un buen manejo de las aves; contar con la apropiada alimentación, el tratamiento y la prevención de enfermedades, el cuidado responsable del entorno.

BIENESTAR ANIMAL

Es importante que los avicultores reconozcan el valor de las normas del bienestar animal (BA) en la cría de aves, buscando minimizar el estrés y sufrimiento durante el manejo de las especies. Con ello se podrá ofrecer al mercado local e internacional no solo productos sanos y de calidad, sino también se podrá elevar la rentabilidad de los emprendimientos avícolas a diferentes escalas económicas.

IMPORTANCIA

El BA busca brindar a las aves un buen trato, de acuerdo a su fisiología y características naturales, de tal forma que cuando un consumidor local o de otro país adquiera carne de pollo, pato y huevos con un sello de garantía, sepa que adquiere un alimento sano, inocuo, criado en forma amigable con el ambiente y cumpliendo con las normativas de este enfoque. Para ello, es necesario que las aves en una explotación avícola tengan suficiente agua de calidad, estén sanas y “cómodas”, lo que tiene que ver con la densidad, iluminación, ambiente, calidad de su cama, entre otros. Por lo expuesto, libres de lesiones, dolores o enfermedades y con la capacitad de poder expresar un comportamiento normal acorde a su condición físico-fisiológica.

FACTORES A TENER EN CUENTA

Para que lo anterior sea posible, hay que disponer de nuevas instalaciones, o bien, mejorar y adecuar las instalaciones antiguas; establecer mecanismos y controles de bioseguridad para entrar, trabajar y salir de una explotación avícola; establecer un plan sanitario y de vacunación pertinente y efectivo, contar con personal entrenado para estos trabajos; disponer de suficiente espacio útil para las aves, además de comederos y bebederos funcionales, camas adecuadas, temperatura y humedad ambientales apropiadas; ventilación correcta para eliminar el exceso de calor, humedad y gases nocivos.

CONCLUSIÓN

Los avicultores deben seguir con la incorporación de las tecnologías de infraestructura y manejos que aseguren el bienestar de estas especies, además de tener presente sus condiciones fisiológicas y de comportamiento en el ambiente de cría.

(*) Especialista en Comunicación Rural.

 

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