La rosa debe ser plantada en lugares donde hay pleno sol, en un suelo franco arenoso, con buen drenaje, que es lo que facilita el óptimo desarrollo de la planta. Debe ser un suelo profundo, bien preparado, y con suficiente contenido de materia orgánica, porque ella necesita de mucho nutriente para florecer todo el año en nuestro país.
El clima apropiado para el buen crecimiento de las rosas es el templado. Ella gusta mucho de climas frescos y no soporta el verano intenso. Este hecho hace que su floración disminuya considerablemente. Prefiere temperaturas primaverales, suaves y frescas.
Es capaz de tolerar una amplia gama de tipos de suelo, aunque prefiere un suelo que presente un ph de 5.5 a 6.5. Cumpliendo con este requerimiento, la rosa se manifestará mucho mejor.
Si se cultivan rosas en un suelo pobre, uno que no es el ideal, igual ellas prosperarán, pero no como se desearía, y más si se trata de una producción a nivel comercial, porque para este caso se requieren rosas de varas largas y flores de buen tamaño, que es lo que exige el mercado.

EPOCA DE PLANTACION
La mejor época de plantación para las rosas es la que se extiende de agosto a setiembre, debido a que en ese tiempo, en nuestro país se tiene un clima templado, fresco, que es lo que favorece a esta especie.
También se puede hacer en otoño y a raíz desnuda, es decir, sin terrón de tierra. Esto no interferirá en el desarrollo de la planta.
¿Cuál es el procedimiento? Se consigue una planta de rosa a raíz desnuda, se poda dejándole de 3 a 4 tallos y 3 a 4 yemas y se planta inmediatamente.
Siempre hay que tratar de no dañar las raíces e hidratarlas un poco, inclusive se puede añadir media dosis de fungicida en el agua, para evitar que se infiltre alguna enfermedad en el caso de que la planta haya sufrido heridas.

VARIEDADES
Existen alrededor de 30.000 variedades de rosas, y están divididas en grandes grupos:
* Las silvestres o nativas, de regiones del hemisferio Norte, con flores pequeñas y pocos pétalos, de color blanco o rosado, florecen una vez por año y son muy resistentes a las enfermedades, por lo que son empleadas como portainjertos en la producción de híbridos.
* Las híbridas, obtenidas a partir de las “Rosas de té”, de flores grandes y perfumadas, con coloración intensa, tallos erectos y largos. Estas son las más utilizadas en jardinería y para la producción comercial.

RECOMENDACIÓN:
Para que las rosas descendientes de las híbridas de té puedan tener una flor de mayor tamaño y mejor calidad, es preciso eliminar las yemas que salen en las axilas de las hojas de la flor principal. Deben ser eliminadas sin causar ningún daño a la planta.
* Las siempre floridas son ideales para climas templados y calientes. Florecen todo el año. Se recomienda cultivarlas en canteros y jardines amplios, y estas a su vez se dividen en dos categorías:
* Las poliantas: que son de flores pequeñas o medianas, con pocos pétalos y dispuestas en grandes racimos.
* Las floribundas: que poseen unas flores de un tamaño un poco más grande que las poliantas, y se presentan en racimos de 3 a 5 botones.
* Las miniaturas: son de pequeñas flores, crecimiento compacto y floración abundante.
* Las rastreras: de grandes flores, en racimos de 3 a 5 botones, se pueden crear con ellas divisiones en los jardines.
* Las trepadoras: ideales para revestir muros y pérgolas, gracias a su floración abundante.

Fotos: MATKEI
Asesoró la Ing. Rudy Lugo Santander, técnica del Instituto Agronómico Nacional de Caacupé y de la Misión Técnica China-Taiwán.