Día del Agricultor - Ing. Agr. Julio Caballero (*)

La contribución que hace el agricultor al desarrollo del país es de gran relevancia, en cuanto a lo social, económico y ambiental. Así lo reflejan los números al realizar un análisis de la situación del sector. En nuestro país, el Día del Agricultor tiene fecha móvil, pues se recuerda el primer domingo después del 15 de mayo. Sin embargo, podemos decir que todos los días es el día del agricultor, ya que en nuestras mesas vemos el fruto de su trabajo.

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La agricultura, desde hace un buen tiempo, es y será la primera alternativa que se tiene para promover el desarrollo en nuestro país. Y es por razones de clima, suelo, población rural y disponibilidad de tierra, que son condiciones favorables para la actividad agrícola, ganadera y forestal, predominantes a lo largo y ancho de todo el territorio nacional. Además, son responsables de la seguridad alimentaria de la población, ya que proporciona a los hogares la mandioca, el maíz, el poroto, el arroz, el trigo; las hortalizas, como tomate, locote, zapallo, cebolla, lechuga que se consumen, así como la exportación de carne, sésamo, soja, entre otros, los cuales sirven para la generación de divisas.

EMPLEO EN EL CAMPO

Fortalecer este sector de la población significa dar empleo en el campo, que representa casi el 50 % de la población total. Esto incidirá en la producción de alimentos y generación de recursos económicos para contribuir al desarrollo del país. “Debemos considerar que este sector tiene su complejidad, heterogeneidad y diversidad, que se refleja en su aporte a la producción agropecuaria nacional”. Por eso, rendir homenaje a los agricultores en su día es más que merecido, por su contribución para el desarrollo, además de otorgar identidad a nuestra nación en el ámbito internacional.

ALGODÓN: CASO EMBLEMÁTICO

En décadas pasadas, en el mercado de Liverpool, el algodón “paraguayo” se cotizaba con ese nombre, categoría y precio superior a algodones de otro origen, resultado de la limpieza y calidad de las fibras. Este logro fue consecuencia de un trabajo bien organizado y planificado; enmarcado en un programa nacional de algodón, que tenía componentes de investigación que liberaban variedades nacionales de alta productividad y calidad, adaptadas a las condiciones de los pequeños productores. A su vez, dicho rubro estaba acompañado de una asistencia técnica especializada, y de permanentes líneas de crédito y comercialización conjunta desde los propios productores, a través de sus organizaciones, a las desmotadoras. A pesar de que la fibra tenía un mercado interesante, se dejó de lado el programa de producción y, prácticamente, desapareció el algodón de la finca de los productores.

AGRICULTURA FAMILIAR Y EMPRESARIAL

En el Paraguay se distinguen dos tipos de agricultura: la agricultura familiar y la empresarial, separadas por una brecha importante. La primera se caracteriza por representar al sector mayoritario; poco tecnificado, dedicado a la producción de rubros de consumo, con poco uso de capital, con sistemas basados en el uso intensivo de la mano de obra y recurso tierra. Su producción está orientada al mercado local y nacional; en los cuales su cosecha tiene un rendimiento promedio por debajo del potencial de cada especie. En el caso de la agricultura empresarial se distingue por su sistema de producción extensivo, altamente mecanizado; con la utilización de insumos modernos y cuya producción se orienta al mercado internacional y la industria. Consigue niveles de rendimientos promedio por unidad de superficie, que se aproximan a lo ideal, permitiendo usar la tecnología de vanguardia.

EL FUTURO

Al mirar el futuro, el mayor desafío se presenta en el campo en el segmento de la agricultura familiar, en el cual se esperan mayores oportunidades y apoyo para desarrollarse. Si ello fuera realidad, significaría la reducción de la pobreza en las zonas rurales, familias con seguridad alimentaria, arraigadas a su finca y con mayor diversidad de rubros de origen nacional en el mercado internacional. También daría fin a las invasiones de tierra, que constituyen hoy en día una dificultad importante para el desarrollo.

URGENCIA

Es posible mejorar la situación de los pequeños agricultores con una política pública cuyas líneas de acción estén bien definidas en cuanto a objetivos, metas y estrategias; mediante la implementación de programas y proyectos con enfoque integral a los problemas que afectan al segmento de la agricultura familiar, considerando la diversidad que se registra entre ellos.

VALOR DEL PEQUEÑO AGRICULTOR

“Cabe resaltar el valor que posee el agricultor campesino. Las veces que ha tenido oportunidad, ha demostrado la predisposición y la capacidad de salir adelante, alcanzado resultados exitosos. Prueba de ello, hijos de agricultores han logrado culminar sus estudios universitarios, solventados con ingresos que se generan en la finca, además de vivir en viviendas que cuentan con las comodidades y acceso a los servicios básicos, que les permite llevar una vida digna. Por esta y por muchas razones, les decimos a los agricultores del país muchas gracias”.

(*) Técnico del Programa de Producción de Alimentos - PPA/MAG

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