El ecosistema Pilcomayo en peligro - Ing. Agr. Fernando Díaz Shenker (*)

Las noticias que las distintas plataformas de ABC Color muestran en estos días son elocuentes: “El río Pilcomayo no ingresó al país. El trabajo realizado por la comisión nacional fue un completo fracaso. La falta de agua es consecuencia de la desidia, y el resultado se refleja en la desolación y muerte que reina en el territorio”.

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Por otra parte, Roque González Vera, de ABC Color, señala que en Margariños, comunidad del departamento de Boquerón, existe el temor por el futuro del Pilcomayo; además, se menciona la posibilidad de que el Paraguay pierda definitivamente el río. Aseguran que la negligencia de la comisión nacional puede llevar a un camino sin retorno.

EL ESCENARIO

Otra vez la apatía e indiferencia tanto de las autoridades responsables como de la ciudadanía, que prefiere ocuparse de cuestiones personales u otras, como la preservación de la vida silvestre y los ecosistemas incluyendo el del Pilcomayo (sin mencionar el bienestar de los pobladores locales), están demostrando que poco y nada interesan. Es lamentable tomar conocimiento de este escenario, ya que es poco el aporte que realizan las organizaciones privadas creadas precisamente para educar y preservar la vida silvestre existente y de aquella amenazada; aun a sabiendas de que hoy los biólogos e investigadores del mundo reconocen que la riqueza faunística, la gran diversidad biológica, los árboles y las plantas nativas ayudan a los estudios científicos a lograr y mantener un mejor equilibrio y desarrollo de los ecosistemas y sus recursos, como el suelo, aire y agua, lo cual a la larga ayudan al bienestar del hombre.

En los ecosistemas existen cadenas alimenticias naturales o tróficas en las que cada especie necesita de la otra para sobrevivir y conservar su hábitat. Esto es bueno tener presente, porque de ello depende no solo la supervivencia de estas especies, sino, además, la preservación de entornos ambientales que son potenciales patrimonios

CONCLUSIÓN

Increíblemente, el hombre no ha podido poner límites a su forma de expoliar los recursos naturales ni a su manera de hacerse con beneficios económicos, en este caso, a costa de la vida de especies silvestres que irremediablemente mueren. Lo que vuelve a suceder con el río Pilcomayo y la fauna silvestre corrobora lo que ya señaló Mahatma Gandhi, abogado, político y pensador hindú: “La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por la manera en la que se trata a sus animales”.

 (*) Especialista en Comunicación Rural.

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