Incorporación de Pastos cultivados

Ing. Agr. Msc. Alfredo Salinas Daiub Al evaluar los rendimientos de las pasturas naturales en el departamento de Ñeembucú, hemos encontrado una serie de inconvenientes en cuanto a la oferta forrajera. Los sistemas de pastoreo no beneficiaban a los animales, primero, a los productores ni al sistema de producción, sea esta de carne o de leche.

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Ante esta situación, hemos pensado en la incorporación de nuevas especies forrajeras capaces de doblar en producción a los campos naturales, adecuarse al ecosistema de los grandes humedales y que se conviertan en alternativas viables, prácticas, capaces de modificar positivamente los sistemas de producción.
Partimos de la escasa disponibilidad de terrenos donde podíamos roturar los campos naturales, sin que esto tampoco a la vez pudiera causar algún impacto ecológico sobre las zonas identificadas para su implantación, pues sabemos que las praderas naturales también cumplen una función específica en estas zonas atípicas de nuestro país. Entre las especies que hemos decidido trabajar intensivamente se encuentran cuatro especies de pisoteo, pues el análisis y monitoreo realizado con los productores nos impulsaron a recomendar las mismas.

PASTO BRACHIARIA HUMIDICOLA
Es recomendada para suelos de cañadas, lugares bajos, inundables; de muy buen comportamiento en todo Ñeembucú, posee una abundante producción de masa verde y, consiguientemente, una buena producción de materia seca, indispensable para la alimentación animal. Algunos inconvenientes se presentan con el manejo; por ejemplo, debe evitarse que en el pasto se formen las hojas terminales puntiagudas que, a animales de razas como Brahman, pueden perjudicar durante el pastoreo, al herirles las cercanías de los ojos, produciendo una especie de conjuntivitis en los animales; también a los toros con prepucio muy largo llegan a afectar, produciendo ciertas heridas que después pueden desembocar en infecciones. Lo recomendable es mantener un nivel de pastoreo bajo para evitar estos inconvenientes. El suelo requerido es de clase baja a media en cuanto a contenido de materia orgánica, pues los animales se encargarán posteriormente, en el proceso de reciclaje de nutrientes, a través de las heces y la orina, de ir fertilizando el suelo del campo.

PASTO BRACHIARIA BRIZANTHA
Este pasto es recomendado para suelos altos, sueltos, suelos agrícolas; también con excelente producción de masa verde, buen comportamiento en algunas zonas del Ñeembucú, pero con diferenciación en el manejo con respecto al humidícola. Este pasto posee una plasticidad mayor en cuanto a la respuesta al bocado del animal, por ser de hojas tiernas, más palatables y que si llega a encañarse, no presenta problemas en el manejo con los animales.
Existen varias especies de brizantha; la decumbens, que es para suelos muy pobres, la marandú, que exige suelos de fertilidad media a alta, las nuevas variedades como MG3, MG4, MG5 también son exigentes, y por todo ello optamos por la brizantha decumbens y marandú, en algunas zonas.
PASTO NILO
Nuestro pasto bandera o insignia, como lo decimos y lo estamos evaluando aquí en el Sur, es el pasto nilo. Crece hasta bajo agua, aparentemente es una C3, es decir, no pertenece a la categoría de pasto tropical como las mencionadas anteriormente, posee una palatabilidad muy buena; durante el invierno permanece totalmente verde y, cuando se instala, cubre totalmente el terreno y no existen posibilidades de la invasión de malezas, ofreciendo un aspecto parecido a una mesa de billar.
El pasto nilo tiene el inconveniente de que se multiplica a partir de mudas; esto dificulta la implantación para grandes extensiones, pero para superficies de 2, 3 ó 4 hectáreas, es una herramienta forrajera alimenticia de primer nivel.
En el Ñeembucú contamos con importantes semilleros a los cuales han acudido productores de casi todo el país para la obtención de mudas.

PASTO ELEFANTE ENANO
Esta especie de elefante nos dio grandes satisfacciones por la abundante producción de macollos por plantas, que aumentaron considerablemente la oferta forrajera.
Conocido también como cultivar Mott, el elefante enano es utilizado por los productores en los sistemas de pastoreo directo como también para cortes, dándoles grandes beneficios en el proceso de abaratar los costos de producción animal.
De un pequeño semillero que disponíamos en la Escuela Agraria San Isidro Labrador, de Pilar, hemos logrado distribuir por el interior del departamento, llegando inclusive hasta Santiago, Misiones, de donde tenemos noticias muy positivas de su uso y manejo. En el distrito de Desmochados, zona de Capillita, está el productor Pedro Velásquez, gran colaborador con toda su familia de todas nuestras propuestas para mejorar el sistema tradicional empírico, así ya dispone de un piquete de pasto elefante enano y nuevamente multiplicado a otros lugares dentro de su propia finca; de esta forma, el productor obtiene resultados y lo intensifica de acuerdo ya a su propia visión y experiencia.

RESULTADOS POSITIVOS
Estamos caminando. El trabajo requiere de más estudios, de más pruebas con otras variedades, pero el campo está virgen en este sentido. Las experiencias que vamos obteniendo y el mejoramiento gradual de los sistemas de producción nos alientan a seguir adelante en pos de resultados positivos en el campo agronómico, ambiental, económico y, por qué no decirlo, social, pues estamos procurando siempre el bienestar de las familias campesinas, meta final de todo grupo, entidad o medio identificado con el desarrollo del campo.

(*) Técnico del proyecto Dermasur/MAG Pilar.
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