Ka'a he'ê

El ka'a he'e es una planta nativa de nuestro país que constituye una alternativa de renta porque presenta gran potencialidad industrial, lo cual genera entusiasmo en muchas personas que se animan a iniciarse en este rubro. Como en otras actividades productivas, es importante contar con buena información y asesoramiento adecuado para evitar tropiezos que desanimen y hagan desistir del emprendimiento.

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El primer cultivo comercial y extensivo del ka'a he'e en el mundo lo inició don Luis Enrique De Gásperi, en Sepingo Cañada, jurisdicción de Horqueta. Este empresario paraguayo había organizado, en los años 60, una expedición hasta las densas selvas del Amambay, con un grupo de baqueanos conocedores de botánica, con el objetivo de conseguir ejemplares de la Stevia rebaudiana bertoni. La encontraron en los alrededores del Cerro Kuatia. Luego de que el ka'a he'e haya sido domesticado en Horqueta, empresarios japoneses que habían visitado la zona la llevaron al Oriente, y así también lo hicieron empresarios brasileños que habían llegado hasta la zona Norte de nuestro país. Desde Horqueta se ha distribuido la stevia a todo el departamento de Concepción y a gran parte del país. Los primeros viveristas y productores del ka'a he'e son los hermanos González: Ángel, Inocencio, Rodolfo, Francisco y Adolfo, y los Núñez, todos originarios de Horqueta. A través de ellos se logró mantener hasta hoy esta especie vegetal que todavía no se ha desarrollado la medida de lo esperado.


CÓMO INICIARSE EN EL RUBRO

Lo más importante para la persona que se desea iniciar en el cultivo del ka'a he'e es que debe contar con buena información sobre la forma de obtener plantines, las técnicas de siembra, los tratamientos de la planta, los cuidados del cultivo, el manejo pos cosecha y la comercialización, entre otras cosas, a fin de estar seguro a qué dirección apuntar.


OBTENCIÓN DE PLANTINES

El productor Ángel González explicó que hace 40 años se inició en el cultivo del ka'a he'e, de unas pocas plantas silvestres. En ese tiempo, pensar en 1000 plantines era un sueño, pero actualmente (2003) se estima que existen alrededor de 600 hectáreas de la stevia.

En los primeros tiempos la multiplicación se hacía por división de raíces. Dicha técnica se realiza dejando crecer la planta hasta que alcance la madurez de 2 a 3 años, tiempo durante el cual la planta se multiplica por sí misma y produce unos 40 a 50 hijuelos, a su alrededor.

Otra forma de multiplicar es cortando los brotes de 10 a 15 cm y se hacen enraizar en algún sustrato bien nutritivo, en bandejas, almácigo o macetas; puede emplearse alguna solución que induzca el enraizamiento. A los 22 días, los esquejes se convierten en una plantita lista para el transplante.

La multiplicación por “semilla” es un poco delicada, debido a que se debe acertar el momento de madurez de las flores, de las que se obtienen las semillas sexuales que pueden ser viables o no, según el manejo.

Para obtener las “semillas”, se debe disponer de un plantel de plantas madres de las que no se cosecha; a los 90 días florece el ka'a he'e, de arriba hasta abajo, en forma escalonada. Se debe utilizar una bolsa de plástico para envolver uno de los gajos florecidos, se cierra la boca de la misma, se inclina hacia un costado y se sacude como un sonajero; las flores maduras caerán adentro. Se repite varias veces el procedimiento, en la medida que van madurando las flores en una misma planta, ya que no es homogénea.

Para que las “semillas” de las flores sean viables debe haber varias plantas madres, debido a que la stevia es una planta de polinización cruzada. De una planta se pueden obtener aproximadamente 30.000 semillas.

Las semillas se deben sembrar en almácigo, en un suelo bien húmedo y suave, antes de los 10 días de que se haya extraído la semilla, porque la misma pierde viabilidad en ambiente natural. Se mantiene en un ambiente refrigerado de 4 a 6 grados centígrados para almacenar por mucho tiempo.

La desventaja que tiene la multiplicación por “semilla” es que la plantación se hibrida y, en muchos casos, hace perder las características especialmente de la concentración de dulzor en las hojas, porque es de polinización cruzada.

El productor Ángel González explicó que, según su experiencia, de un kilogramo de semilla pueden obtenerse aproximadamente 150 mil plantines. El mismo dijo que la cantidad de semilla por metro cuadrado que emplea es de aproximadamente de 7 a 10 gramos, para siembra al voleo, cuando la semilla es altamente viable.

Sobre las semillas en el suelo se debe pasar un rodillo que puede ser de madera o una botella, y posteriormente, se puede colocar malla plástica encima. Ésta puede ser de 50 a 70% para proteger de las inclemencias del tiempo y ayudar a que la semilla toque tierra.


GERMINACIÓN DEL KA'A HE'E

En la primera etapa de la siembra, la malla debe ir sobre el suelo, pero a los 3 ó 4 días se debe levantar unos 30 centímetros, para sacarlo definitivamente a los 22 días y emplear otro tipo de cobertura. El riego debe ser abundante, 4 veces a día en los primeros días, pero debe hacerse son microaspersión. Si los plantines tienen las condiciones adecuadas de 17 a 24 grados centígrados de temperatura y la humedad necesaria, a los 30 días de la siembra ya tiene entre 8 a 10 centímetros de alto, con 4 a 5 hojas; eso significa que ya podrán ser transplantados al lugar definitivo.

La desinfección del suelo es un aspecto importante que se debe hacer en la parcela donde, antes de la plantación, a fin de evitar o disminuir el ataque de bacterias e insectos chupadores, para tomar medidas preventivas contra las enfermedades y plagas.

La época ideal para plantar ka'a he'e es a partir del 20 de marzo, para que el primer corte se realice antes que entre la primavera. Esta cosecha es de limpieza, ya que luego se debe sanitar la parcela completamente para que el impulso vegetativo de la estación redunde en una cosecha abundante que será la principal del año, previniendo el ataque enfermedades y plagas.
Según Ángel González, el corte de setiembre se debe hacer al ras, pero cuando hace mucho calor hay que cortar a unos 5 a 10 centímetros del suelo, porque de esa forma aguanta. El corte de cosecha se puede hacer durante todo el año, pero el peligro es que las plantas se sequen cuando el calor sea sofocante, especialmente durante el mes de diciembre, época en que generalmente alcanza 40 a 45 grados de calor. La época ideal para preparar almácigos es durante febrero y marzo, aunque si se cuenta con infraestructura de invernaderos.


COSECHA

La cosecha puede realizarse a mano cuando se trata de poca cantidad. También se puede utilizar machete bien filoso, tijera de podar bien limpia e incluso una cosechadora de té, este último para cultivos de grandes dimensiones.

La hoja es muy sensible a estropearse por la humedad y los fuertes rayos del sol, por eso es importante que el productor cuente con un secadero artificial y un galpón de almacenamiento, según las dimensiones de su cultivo.

El barbacuá es algo muy práctico que se emplea para el secado de la yerba mate y que también puede utilizarse para deshidratar las hojas de stevia.

La firma Steviafarma, de Maringá, utiliza un horno especial para secar unas 30 hectáreas de cultivo. Dicho horno emplea el sistema del calor indirecto, que es a base de leña. Se trata de un horno circular que cuenta con un canal hueco por donde circula el calor, que es empujado por ventiladores hacia el lugar donde se depositan las hojas, sin que el humo entre en contacto con las mismas. El almacenamiento en silos requiere el empleo de secado artificial.

Cuando se dispone escasa cantidad de hojas pueden secarse simplemente al aire libre, exponiendo las hojas al sol durante 3 a 4 horas de menor incidencia, a fin de evitar que las hojas se quemen.
Luego de la cosecha se colocan las ramas sobre pistas de secado durante 3 a 4 horas, pero se las debe retirar cuando el sol es muy fuerte. Al caer el sol de la tarde se debe cubrir con carpa para evitar que se mojen con la humedad de la noche. Al día siguiente, cuando está a punto se mete en el galpón, empleando bolsas limpias y bien secas.

La hojas, al secarse, caen de sus ramas, pero las que aún se quedan se sacan en forma manual.

El galpón debe estar perfectamente limpio y bien aireado, contar con un sobrado para que las bolsas no entren en contacto con la humedad del piso.

Ángel González informó que los precios que se pagan actualmente por el ka'a he'e varían entre 3000 y 4500, dependiendo de la calidad, de si es solo hojas o con palillos y según la firma que compra.
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