La rabia

Dr. Ramón Pistilli Hablar de rabia hoy no es igual que 40 años atrás, pues en aquella época se presentaban a diario animales con síntomas claros de esta enfermedad; en esa época, los veterinarios abogaban para concientizar a los propietarios de animales a vacunar contra la rabia, y así, con campañas de vacunación masiva de perros organizada por organismos estatales competentes, esta ha decrecido enormemente, pero es una antigua enfermedad mortal que sigue vigente.

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El virus de la rabia pertenece al género Lyssavirus y a la familia Rhabdoviridae. Esta enfermedad está presente en todos los continentes, pero muchos países han logrado erradicarla.
Siempre se distinguen dos ciclos de rabia; la rabia urbana y la selvática. La infección natural ocurre en casi todos los mamíferos domésticos y silvestres. Pero la rabia de los murciélagos es indiferente al ciclo de infección de los otros mamíferos. Aquí interesa solamente la rabia de los murciélagos hematófagos o vampiros, el cual constituye un problema de la América, extendiéndose desde México hasta el centro de Argentina. Esta rabia existe en tres especies de hematófagos, pero solamente la rabia de la especie Desmodus rotundus es la que tiene importancia epidemiológica.
El Desmondus rotundus es el responsable de cuantiosas pérdidas económicas por la mortandad del ganado vacuno. Pero también los vampiros pueden contaminar a las personas y, según datos de la OPS, en América Latina están registrados más de 180 casos humanos.

PATOGENIA (Cómo se produce o desencadena)
Según sea inoculado el virus rábico por la mordedura de un animal, los virus se propagan por los nervios periféricos en forma centrípeta desde el sitio de la mordedura hasta el sistema nervioso central; allí se produce la infección o encefalitis rábica y se reproducen los virus, entonces se difunden por los nervios eferentes en forma centrífuga hasta las glándulas salivales y otros órganos y tejidos por los nervios periféricos.
Así, el periodo de incubación de la rabia varía según el sitio de la mordida y la cantidad. Al ser inoculado en una masa muscular el virus se replica en forma local en los miocitos, que son los que amplían las fuentes y la diseminan a las uniones neuromusculares y ejes neurotendinosos, después de un periodo que varía de días a semanas.
En la rabia no existe viremia detectable; el virus se disemina por flujo retrógrado intrazonal en los nervios periféricos. Los periodos de transporte al sistema periférico en los perros infectados requieren por lo general un mínimo de 21 días, pero esto también depende de la edad del perro mordido, del grado de innervación del sitio de la mordida, de la distancia del punto de mordida a la médula espinal y al cerebro.

Cuando el sitio de la mordida presenta un grado mayor de innervación, el periodo de incubación se acorta considerablemente. Cuando el virus hace su avance hacia el sistema nervioso central y por lo general después de llegar a la medula espinal, su avance hacia el cerebro es muy rápido. A la inversa, después de que los virus se hayan replicado dentro del sistema nervioso central, estos se distribuyen por varios tejidos del cuerpo, y a través de los pares craneales se dirigen a las glándulas salivales; esto es muy importante, porque en el momento de la diseminación del virus a la saliva es cuando comienza la lesión cerebral.

EN LA SALIVA
Es muy importante el hallazgo del virus rábico en la saliva, y en los perros pueden encontrarse entre 1 y 3 días antes de manifestarse los síntomas y, en algunos casos, hasta 13 días antes de la aparición de síntomas.
Por qué se la llama hidrofobia: Esta es una particularidad de los seres humanos; según avanza la enfermedad, las personas afectadas presentan espasmos en los músculos de la deglución y la bebida es rechazada violentamente por contracciones musculares. Esta sintomatología se da en la mayoría de los enfermos y muchos de ellos presentan contracciones laringofaríngeas al solo ver un líquido y ni siquiera pueden deglutir su propia saliva, de allí el nombre de hidrofobia.
En los perros es diferente: si se les acerca un recipiente con agua, ellos meten la boca pero al no poder mover su lengua, o si todavía la pueden mover, dan lengüetazos sin poder tragar y en su desesperación mueven el recipiente y lo tumban.

LA RABIA EN EL PERRO
Tras un periodo de incubación de más o menos 10 días a 2 meses o más (periodo de incubación es el lapso existente entre la entrada del virus al organismo y la aparición de los primeros síntomas), aparece la fase prodrómica, en la cual los perros muestran un cambio de conducta. Se ocultan en rincones oscuros, a veces manifiestan una agitación no común y dan vueltas intranquilos. Aquí se encuentra exaltada la excitabilidad refleja y los animales se sobresaltan a cualquier estímulo. El deseo de comer está abolido, o sea hay anorexia; la región de la mordedura está muy irritada con prurito intenso, lo que hace que los perros se rasquen con los dientes hasta morderse. Aparece también un gran estímulo de los órganos genitourinarios y los animales tienen mucho deseo sexual, y con un ligero aumento de la temperatura corporal.

UN EJEMPLO
Para ilustrar el hecho de la irritación y el prurito de la zona mordida, el autor de este trabajo atendió un mono mordido en la cabeza por un vampiro y, de tanto rascarse con furia, con las uñas de su manito cortó y logró levantarse todo el cuero cabelludo, dejando expuestos los huesos de la cabeza. Pasados 2 ó 3 días, se acentúan notoriamente los síntomas de agitación y excitación, momento en el cual los perros se vuelven agresivos, con peligrosa tendencia a morder objetos varios, a otros animales, al humano -incluso a sus dueños-, y a veces a él mismo, infringiéndose graves heridas. Así también tienen deseos de abandonar sus hogares y recorrer grandes distancias, caminando enceguecidos, y si chocan con algún objeto, otros animales y humanos, atacan con furia y los muerden.

NO PUEDEN
COMER NI BEBER NADA
Ahora bien, como los músculos de la faringe presentan parálisis, ellos están imposibilitados de deglutir su propia saliva, por lo cual esta fluye en forma abundante de sus bocas, y por este motivo están imposibilitados de tragar el agua u otros alimentos. También por parálisis de las cuerdas bucales presentan una alteración en sus ladridos, manifestándose estos como un aullido ronco y prolongado. Al llegar a la fase terminal, pueden presentarse convulsiones generalizadas seguidas de incoordinación muscular y parálisis total.

PARALISIS
En lo referente a la forma muda diremos que hay predominancia de los síntomas paralíticos, pues aquí la fase de excitación es muy corta y a veces está ausente. En la generalidad de los casos, la parálisis se inicia en los músculos de la cabeza y del cuello. La característica fundamental de esta fase, según todos los autores y según nuestra práctica, es la aparición de una parálisis mandibular, en la cual el animal se muestra con la boca abierta con la lengua afuera y hacia un costado; así las cosas, si se pusiera un recipiente con agua, mete la boca pero está imposibilitado de mover la lengua, el animal presenta la mirada lánguida y perdida, se mueve apenas y luego llega la parálisis total y su muerte. De acuerdo a todos los datos, la enfermedad se extiende hasta 11 días, pero en nuestra práctica solo se extendían entre 3 y 6 días.

MODO DE TRANSMISION
La rabia se transmite por mordedura de animales contaminados que son los carnívoros y los quirópteros a los otros animales y a los seres humanos. Así, el perro constituye el principal vector de la rabia urbana, llegando en el mundo a constituir el 90% de los causales, seguido de los gatos y los murciélagos hematófagos.
A pesar de que ha sido demostrado que el virus rábico puede penetrar por la conjuntiva y otras mucosas, esta contaminación es muy rara, así como rasguños o lamidas de heridas.
La transmisión interhumana de la rabia es rara, citándose en el mundo solo dos casos, y se conocen algunos casos en que seres humanos adquirieron la rabia por vía aerógena en una cueva de Texas. Allí mismo se constató la infección aerógena de zorros y coyotes alojados en jaulas a prueba de murciélagos y artrópodos. Esto se debe a que en esa cueva se refugian durante el verano millones de murciélagos de cola libre, según datos de la OMS.

ELIMINAR ANIMALES
Los perros y gatos no vacunados y mordidos por perros rabiosos deben ser eliminados. Excepcionalmente, si los animales mordidos por perros rabiosos comprobados, y si están vacunados con una vacuna activa, y dentro del periodo de inmunidad para esa vacuna, este animal puede ser revacunado, pero quedará confinado por lo menos durante tres meses (datos del texto de Zoología de la OPS OMS. Tercera edición. Volumen II. Página 372).
Las personas que son heridas por perros sintomáticos o rabiosos siempre recurren a los veterinarios para conocer los datos caninos y los pasos a seguir, y las normas correctas son las siguientes: los profesionales veterinarios se harán cargo de los perros, y las personas mordidas deberán asistir al Centro Antirrábico Nacional o a profesionales médicos especialistas en rabia.
Sabemos que la rabia se transmite de un animal a otro y de un animal al hombre, por mordeduras; y sabemos que los perros tienen virus rábico en la saliva entre 3 y 5 días antes de que aparezcan en ellos los primeros síntomas clínicos, y durante toda la enfermedad.
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