Los humedales - Ing. Agr. Fernando Díaz Shenker (*)

Los humedales se definen como zonas cubiertas de agua, de poca profundidad, donde se forman ecosistemas muy variados, como ser: lagunas temporales, charcos, ciénagas

(terreno algo profundo donde se recogen y se detienen las aguas, con fondo más o menos cenagoso, que conforman un hábitat para ciertas especies de animales y vegetales), pantanos, bosques de ribera, entre otros. Son ricos en biodiversidad, mantienen y recargan los acuíferos subterráneos y estabilizan o regulan los fenómenos climáticos. Además, cumplen un rol de almacenamiento y control de calidad de las aguas, actuando como filtros y autodepuradores de las mismas.

CONVENCIÓN DE RAMSAR

La Convención sobre los Humedales, llamada la Convención de Ramsar que se adoptó el 2 de febrero de 1971, en la ciudad iraní de Ramsar, es un tratado entre países que atiende el cumplimiento de los compromisos asumidos por los países miembros, para conservar las características ecológicas de los humedales de importancia mundial, a la vez de hacer un uso sostenible de aquellos humedales localizados en los respectivos territorios de los Estados miembros. El Paraguay forma parte de la convención en carácter de país integrante activo.

LEY N.º 3239/2007

Esta ley trata sobre los recursos hídricos del Paraguay. En su art. 29 señala: “El Estado reconoce a los humedales como ecosistemas de gran importancia para la sociedad, para los procesos hidrológicos y ecológicos que en ellos ocurren y la diversidad biológica que sustentan, y que proporcionan, mantienen y depuran las aguas, siendo el agua el factor fundamental que controla el ambiente. Por lo tanto, su conservación y manejo sustentable posibilitará el adecuado funcionamiento de los recursos hídricos en general”. Por su parte, los arts. 30 y 31 establecen los conceptos sobre la conservación y manejo de los humedales y las funciones de los humedales relacionadas con el ciclo hidrológico, respectivamente.

¿POR QUÉ HAY QUE CUIDARLOS?

Además de los beneficios ya señalados con relación al ciclo hidrológico que cumplen en estos ecosistemas, hay que añadir la riqueza en biodiversidad y disponibilidad de plantas y animales que en ellos viven. Otros beneficios reconocidos son: mitigan el cambio climático al ser sumideros de dióxido de carbono (CO2), contribuyen a mitigar o contener las inundaciones; colaboran con la depuración de las aguas al reducir o eliminar productos químicos tóxicos, fósforo, nitrógeno y otros; permiten recargar acuíferos subterráneos, una fuente de agua potable, y cumplen un rol cultural, de recreación y turístico.

CONCLUSIÓN

Lamentablemente, la ambición material desmedida del hombre los ha deteriorado en grado variable. Así en su área de influencia ocurren drenajes y cambios para agricultura y ganadería sin planificación ni estudios serios de impacto ambiental, lo mismo con la realización de obras de ingeniería, como rutas, represas, canales para agricultura y ganadería; deforestación, contaminación agroindustrial, entre otros. Y esto ante la indiferencia de las autoridades y pese a los reclamos de los ciudadanos, quienes no han encontrado la debida respuesta. Lo que acontece en el departamento de Ñeembucú es solo uno de los casos más conocidos.

(*) Especialista en Comunicación Rural.