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Asimismo, deberá considerarse el color del suelo, la textura, el declive, la vegetación, y evitar la presencia de depósitos de calcáreo y curvas de nivel, entre otros. Una vez seleccionada el área, es recomendable no superar las 50 ha. En este espacio, se tomarán de 15 a 20 submuestras a fin de generar una sola representativa del lote a estudiar. Un buen muestreo permitirá contar con resultados analíticos confiables y, consecuentemente, las recomendaciones que se establezcan serán las mejores para los suelos de la finca.
METODOLOGÍA
La forma de tomar las muestras también es muy importante. Deberá caminarse en zig zag sobre áreas determinadas de las 50 ha. El recorrido puede hacerse usando algún medio de transporte.
La profundidad es otro factor de consideración. En el caso de un terreno que pasó del sistema de cultivo convencional al de siembra directa, la profundidad de muestreo ideal es de 0 a 20 cm, mientras que en un sistema de siembra directa, ya establecido desde hace cinco años, la recomendación es de 0 a 10 cm. Aquí suelen generarse algunos errores, cuando se toman pocas submuestras y no se las homogeniza bien. Posterior al muestreo, se procede al secado del material bajo sombra, en caso de estar húmedo.
Una vez en el terreno, el productor o técnico encargado de tomar la muestra deberá identificar la línea de siembra del cultivo anterior y remover la cobertura suavemente sin raspar el suelo. Luego, se procede a cavar con la pala la profundidad determinada y quitar la tierra, que se cortará como una torta con el machete. Esto se ejecutará en varios puntos dentro de las 50 ha.
En el balde se procederá a la homogenización de las submuestras, para finalmente colocar 1/2 kg en la bolsa de plástico. En el paquete se colocará una identificación, con el nombre del productor, la profundidad de la muestra, el cultivo anterior e, incluso, su posición en GPS. El material se entrega al laboratorio para su análisis y obtención de resultados.
El muestreo de suelos es una tarea simple. Sin embargo, requiere aplicar una metodología correcta de extracción para que, posteriormente, con los resultados del análisis pueda establecerse el programa de fertilización adecuado para la finca.
HERRAMIENTAS
Uno de los elementos básicos es la pala, que –de acuerdo a experiencias y estudios– es el más apto para sacar las muestras de suelo; además, está disponible en todos lados. Igualmente, un balde de 20 l, una cinta métrica para medir la profundidad, un machete para cortar las tortas de tierra, una lona y una bolsa limpia de plástico para juntar la muestra total del suelo.
(*) Especialista en suelos.