Ovinos en semiconfinamiento - Rambert Hiebert (*)

En una entrega anterior fue posible conocer sobre la producción de ovejas en semiconfinamiento, específicamente en la Colonia Fernheim, Chaco central, en el que el señor Willi Gossen instaló una infraestructura para la cría de 2000 ejemplares, lo cual no es habitual en el país. Con el uso de tecnología y los manejos adecuados en el establecimiento es posible un desarrollo óptimo de corderos y madres reproductoras.

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La rutina de trabajo dentro del sistema inicia con un chequeo general de los ejemplares. Los operarios se encargan de observar a todos los grupos para determinar la presencia de enfermedades. El problema más común es el ataque de gusanos. En el caso de no presentar inconvenientes, las ovejas salen al campo a pastar, a partir de las 7:30 hasta las 14:00. Cada grupo tiene su potrero y secciones en las cuales rotar por turnos de tres a cuatro días por potrero. La rotación se ejecuta en cierto sector y grupo determinado.

MANEJO ACTUAL

Hasta la fecha estamos desarrollando un experimento con las majadas, que consiste en dividir 30 ha de terrenos en 6 piquetes de 5 ha. Así es posible manejar hasta 330 ovejas de manera constante sobre la superficie, para observar si los animales aguantan en la pastura. El manejo durante el año es de 10 cabezas por ha.

Lidiar con ovejas es muy diferente al trabajo con ganado bovino, debido a que los vacunos consumen hasta la mata el gatton panic. En cambio, el ovino come únicamente la planta y deja el tallo a unos 40 y 50 cm, lo que posibilita el rebrote de la pastura. Desde este punto de vista, a la oveja le sobra más pasto que a la vaca, no obstante, requiere de una adecuada rotación para mantener en condiciones las pasturas.

RACIÓN ALIMENTICIA

En el sistema semiconfinado, los animales pasan un periodo en el campo y luego van a los comederos propiamente dichos. Allí reciben una ración de silo de planta entera de sorgo granero (cosechada a una altura de 1,20 m aproximadamente, la cual, según análisis de laboratorio, posee alta proteína digestible y mucho grano). La ración es el 2 % del peso vivo del animal, lo que implica 1 kg del alimento/día/animal.

INICIOS EN EL SISTEMA

Los animales, al principio de su llegada al Chaco, atravesaron por inconvenientes en la adaptación; esto repercutió en pérdidas, no obstante, hoy en día los resultados son más alentadores.

En los comienzos se llevó a cabo inseminación con semen fresco de White Dorper. La colecta se realizó en el establecimiento y la inseminación artificial (IA) en las hembras fue por medio de laparoscopía. Los primeros resultados no fueron satisfactorios, llegando solo a 27 % de preñez. Con el tiempo, después de la implementación de la IA, los profesionales veterinarios prepararon un grupo para monta natural. Luego, después de 35 días, la preñez aumentó a 47 %, resultado muy superior considerando el corto periodo de tiempo.

PARICIONES

El programa reproductivo consiste en repartir las pariciones por todo el año, para un mejor desempeño de los operarios con los animales. Es más fácil y práctico trabajar cuando los nacimientos son equilibrados, sin acumular tanto al mismo tiempo.

Están previstos cuatro servicios en cuatro épocas prácticamente. La idea es destetar los corderitos a los tres meses. Las crías no reciben ninguna suplementación adicional. Los pequeños comen junto a las madres.

SANIDAD

Los profesionales y técnicos observan bien a los animales desde pequeños y, ante los primeros síntomas de parasitosis, se pone en marcha el control del rebaño entero con la aplicación de productos sanitarios específicos, dependiendo de situaciones generales o específicas.

En el caso de las hembras recién importadas, habrá que realizar la desparasitación tres a cuatro veces en el año. Lo más común son los parásitos internos que externos (garrapatas, sarna).

SELECCIÓN DE LAS MADRES

De acuerdo al comportamiento reproductivo de las madres, se procede a la selección. Las elegidas son preparadas para tres o cuatro pariciones, aunque todo depende de la demanda de hembras reproductoras. El primer paso es obtener animales de reposición y, luego, contar con reproductores para su comercialización a nivel nacional.

La cría de ovejas bajo un sistema intensivo es una opción más para el pequeño productor de la región occidental, teniendo en cuenta que la inversión en infraestructura es mucho menor que la producción de ganado bovino de leche, por ejemplo, muy tradicional en esta zona del país.

(*) Especialista en producción ovina

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