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El mismo señaló que existen varias causas, la principal es que en Paraguay tenemos la tradición muy arraigada de echar árboles y no de plantarlos. La abundancia de la naturaleza que existía hasta no hace mucho, nos hizo acostumbrar, más bien a extraer para aprovechar, antes que a preocuparnos por reponer, no se concebía la idea de que el bosque se podría acabar.
Los paraguayos tenemos una cultura extractivista, de obrajeros, la cual ha tenido consecuencias negativas; por ejemplo, siempre se ha visto al bosque como un obstáculo para el desarrollo de la civilización, incluso nuestro legislación rural, hasta hace poco definía al bosque como "latifundio improductivo", según comentó el Ing. Quinteros.
Nuestro entrevistado señaló que anteriormente los árboles se extraían en forma manual, con hacha y se transportaban a tracción animal; en cambio, actualmente se dispone de suficiente tecnología y maquinarias como para arrasar un bosque y transportar toda la madera en poco tiempo. La agricultura y la ganadería extensivas, así como también las ocupaciones campesinas han acelerado la eliminación casi por completo de la capa boscosa de la Región Oriental.
Además poco se sabe de la rentabilidad que tiene la producción de árboles forestales, y no existe conciencia de la real importancia de la función de los bosques, además de producir madera. Ahora que ya casi no existe madera para comprar, recién se va teniendo más conciencia.
El profesional manifestó que la venta de leña o carbón vegetal es una alternativa de renta para el campesino durante el periodo que no vende algodón, mandioca u otro producto.
Por eso algunos productores se convencieron de que es importante plantar por lo menos algunos árboles. Actualmente, se están comercializando troncos de paraíso gigante que algunos agricultores plantaron hace 10 años, en las cabeceras de sus chacras, sin imaginarse que podría servir de algo, además de beneficiar el ambiente. El paraíso gigante sustituye al cedro, porque produce una madera muy buena para puertas, ventanas, machimbres, cielo razo, piso, entre otras cosas. Hay una empresa italiana que compra todo lo que hay, pero no abastece la demanda.
Experiencias en otros países
Para ver lo que se puede hacer en producción forestal hay que salir a nuestros países vecinos, donde existen muchas empresas que se dedican al rubro y que ganan mucho dinero, es decir que no plantan árboles solo por mejorar el ambiente.
En los Estados de Paraná, Sao Paulo y otros del Brasil, así como también en Misiones, Argentinas, se pueden ver empresas forestales que emplean grandes cantidades de personas, con altos costos y buenas ganancias. La madera sirve para innumerables usos: leñas, maderas para construcción, elaboración de papel, esencias, resinas, entre otras.