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Una empresa molinera con 53 años en el mercado nacional, dedicado a la producción de alimentos balanceados para animales, enfocó sus esfuerzos en la producción de pollos desde hace 36 años y, actualmente, concentra el 15 % de toda la producción nacional, de acuerdo al Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa). Las aves son criadas en granjas propias, instaladas en distintas localidades del país que, luego, pasan por el proceso de faena en una moderna planta frigorífica instalada en Itá.
HISTORIA
En 1970 comenzó la cría de pollos parrilleros y en los años 80 se dio lugar a la construcción y mudanza de la fábrica de balanceados en Capiatá, en el km 17 de la ruta I. El negocio logró alta rentabilidad y propició la habilitación de tres granjas, en Guarambaré, Itá y Yaguarón.
Con la faena de las aves y la creciente comercialización de carne de pollo, fue posible extender la comercialización y distribución en Asunción y Gran Asunción, además del interior del país, con la instalación de 25 puntos de venta. Coronel Oviedo, Minga Guazú y Encarnación son las zonas destacadas.
LANZAMIENTOS
A partir del 2008 fue posible lanzar productos condimentados, apanados y chacinados, de manera a que los clientes adquieran alimentos de calidad y sabor diferenciado. Con el aumento de la demanda de dichos productos, las inversiones, en cuanto a la planta industrial, también fueron para adelante, a fin de cumplir con todos los requerimientos de mercado.
Hoy, otros productos ofrecidos son el pollo entero, muslo, pechuga, ala y otros. “Además contamos con una línea de productos condimentados, del cual nos sentimos orgullosos de ser los pioneros en su venta y comercialización a nivel mayorista”.
INVERSIÓN EN TECNOLOGÍA
Hoy en día, la industria de pollos parrilleros invirtió mucho en maquinarias provenientes de Europa, China y Brasil, las cuales fueron instaladas en una nueva planta en las que se elaboran los productos condimentados y chacinados. Por otra parte, la modernización y ampliación de la planta de tratamiento de efluentes fue posible mediante la introducción de tecnología alemana, consistente en un sistema avanzado y amigable con el ambiente.
“Uno de los proyectos que fue ejecutado este año es la implementación del IQF (Individual Quick Freezing), que consiste en el congelamiento de forma individual de los productos o presas, para que, de esta manera, sea efectiva y rápida la comercialización de los mismos. El costo de dicha inversión ronda los USD 250.000. Además, se prevé la importación de una segunda línea de mayor capacidad para ser implementada el próximo año, para la líneas de condimentados y chacinados”.
CONTRABANDO
La industria avícola a nivel local tiene mayores posibilidades de crecimiento, por las inversiones y la mano de obra de gran valor, sin embargo, el contrabando en zonas fronterizas es la principal amenaza. Es necesario un mayor control y requisa de productos de dudosa procedencia, ya que los mismos son comercializados de forma impune en los diferentes mercados.
(*) Director y gerente general de Molino San Juan