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“Hay intensión, ganas y necesidad por parte de los productores de aumentar la producción en sus campos”. En el caso de la agricultura, existe un ciclo continuo de años buenos, malos y regulares, lo cual no debería persistir. “Por ejemplo, en el caso de San Pedro, este departamento está condenado a regar si es que quiere hacer agricultura; de lo contrario, los productores de esta zona se pueden volcar a una ganadería pastoril”.
SEGURIDAD PRODUCTIVA
“Cuando un productor agrícola o ganadero adquiere un sistema de riego accede a la seguridad de su producción. Si es que el aprende a regar y lo hace bien, cada hectárea que se riega equivale a una producción de tres hectáreas”.
Con respecto a la ganadería, aún no se llevan adelante emprendimientos que contemplen la aplicación de tecnologías de riego, sin embargo, las posibilidades son muy amplias. “Regar en ganadería podría ser hasta un mejor negocio que regar en agricultura”.
SITUACIÓN EN EL CHACO
“La región occidental recién empieza a regar, no obstante, las oportunidades que ofrecen las tecnologías de irrigación a este territorio son inmejorables debido a que el Chaco tiene condiciones favorables que son propias de su ecosistema; suelo, luz, temperatura y las ganas que tienen los productores de trabajar”.
Para regar es indispensable contar con una cantidad de agua apreciable. “Si voy a regar 50 ha, necesito una reserva de agua con un caudal ofrecido de 150.000 l/h, durante las 24 h. Esto sin contar las lluvias anuales. El promedio de agua recomendada para la producción es de 3000 l/h de oferta del líquido por cada hectárea a regar”.
POSIBILIDADES
Hacer 4000 y 5000 kg de soja, o 10.000 y 12.000 kg de maíz es factible, toda vez que se cuente con “el tanque lleno” de agua para regar, llueva o no llueva en el campo.
Cualquier tipo de cultivo puede funcionar en el Chaco si el productor cuenta con sistema de riego, sea hortícola intensivo o rubros extensivos. La cuestión no está en probar, sino en animarse a implementarlo. Los rendimientos están medidos, solo faltan aplicarlos.
“Lo que vemos que es una limitante son los créditos para inversión en tecnologías de riego. Cabe destacar que esto puede recuperarse en cuatro a cinco años, con el diferencial o plus de riego. No obstante, el Gobierno podría plantear la forma de beneficiar a los productores”.
(*) Especialista en riego.